¿El más perspikachu?

Cuando se anunció la llegada de Detective Pikachu a occidente, me llamó la atención el planteamiento que suponía este nuevo nuevo spin-off de la franquicia, mucho más enfocado en la narrativa. Siendo francos, conocía de la existencia del juego original, Detective Pikachu: Birth of a New Duo, el cual no llegó a salir nunca de territorio nipón, y fue retirado para dar cabida al lanzamiento del título que hoy nos ocupa, y que analizaremos como independiente, y no como una versión ampliada de dicho juego.

Historia típica adaptada al universo Pokémon

Como ya se pudo ver en el tráiler, esta historia abandona las regiones tradicionales de la serie Pokémon, trasladándonos a Ryme City, una ciudad que parece ideal, en la que Pokémon y humanos conviven a la perfección. Sin embargo, y como punto de inflexión de la historia que se narra se encuentran los diferentes actos cometidos por parte de diversos Pokémon que rompen esa armonía, causando problemas.

Nosotros nos veremos inmersos en la historia en la piel de Tim Goodman, un joven que se ha trasladado a Ryme City para buscar a su padre desaparecido, Harry Goodman, conocido en la ciudad por sus labores de detective. Nada más comenzar la acción nos encontraremos con Pikachu, el cual nos acompañará a lo largo de todo el juego, y nos veremos envueltos en nuestro primer caso, el robo de un collar por parte de unos Aipom, a modo de tutorial interactivo. En este primer capítulo se dan varias de las bases en torno a las que girará la historia, como la relación de Pikachu con Harry.

Antes de ser nuestro compañero, este peculiar Pokémon fue el ayudante del padre de nuestro protagonista, pero a raíz del accidente que causó su desaparición, olvidó como usar movimientos, se volvió adicto al café, y sobre todo, intentó dar con Harry por sus medios. Por eso, al informarle de nuestro parentesco, se unirá a nosotros para formar un nuevo duo de detectives. Porque sí, Tim puede entender lo que dice Pikachu, y viceversa, de manera que pueden comunicarse sin que nadie más pueda comprender que ocurre, tratándole en algunas cinemáticas de rarito, incluso. No es la manera más original de introducir y enlazar a los protagonistas, pero dentro del universo planteado, es más o menos convincente.

Si pasamos al plano jugable, podemos intentar encajar a Detective Pikachu dentro del género de las aventuras gráficas, ya que el planteamiento del juego gira en todo momento a la búsqueda de pistas en el escenario, o a la interrogación de los presentes en dicha zona. Sumado a esto, tenemos tanto el Expediente, como las Pesquisas, o información ya recogida, e incógnitas y situaciones por resolver, respectivamente. Toda esta información será accesible mediante la pantalla táctil, y se irá actualizando y renovando, de manera que tendremos que investigar varias veces cada sector, con cuestiones diferentes, alargando así capítulo.

De forma habitual, criticaría esta forma de estirar artificialmente el contenido, pero el caso es que por la temática del juego es una decisión de diseño totalmente comprensible, Si bien es caer en clichés de películas y series detectivescas, es lógico que según vamos conociendo más detalles de la situación podamos interrogar más a fondo tanto a testigos como a sospechosos. Dentro de estas dos categorías podemos incluir tanto a personas, como a pokémon, gracias a Pikachu, y para darle cierta variedad de situaciones, tendremos que convencer a algunos con objetos del escenario, tras hablar con otros, etc…

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Como se puede ver por mis palabras, la jugabilidad del juego no tiene mucho más. Es simple y directo, ya que los escenarios a explorar son de tamaño reducido, y las cinemáticas para darnos información o situarnos en la acción son la parte principal del juego. En ocasiones, y a modo de transición, tendremos pequeños Quick Time Events para realizar diferente acciones. Lo sorprendente de estos pseudominijuegos es que en la mayoría de ellos es irrelevante fallarlos, ya que la única consecuencia será un diálogo diferente de Pikachu en la siguiente escena, lo cual encaja con el público objetivo del juego.

Pokémon quiere crecer

Una de las cosas que más me ha sorprendido de Detective Pikachu es el enfoque que se da al juego, con situaciones distintas a lo que tiene acostumbrada la saga, dándole cierto punto de seriedad que no vi en las últimas entregas de la serie principal que jugué (Blanco, y Blanco 2, que pese a tratar temas complejos en su trama, fuera del personaje N, el mundo era mucho más infantil y simple que en anteriores entregas). Un aspecto muy criticado por muchos fue la capacidad de hablar que posee Pikachu, y en especial el tono y expresiones que empleaba. Y lo cierto es que me parece una de las decisiones más acertadas del personaje, desmarcándolo de la serie de televisión, que incluso aparece con un pequeño cameo.

En todo momento, y pese a que se nos explican muchos detalles (remarcando detalles importantes para la investigación en rojo en los diálogos), Detective Pikachu no nos trata como a niños pequeños en ningún momento, y eso es algo de agradecer para cualquier jugador, sin importar su edad. El factor que comenté antes de la dificultad, está ligado a esto. Sin importar si lo haces bien o mal, el juego no te va a castigar, y en el peor de los casos de recordará entre risas que eres un poco patoso.

El juego está planteado como una pequeña serie de televisión, con 9 capítulos en total, y es consciente de que jugar de manera continuada puede ser tedioso, de hecho, al final de cada uno se nos pregunta si queremos seguir jugando, o por el contrario, preferimos volver al menú principal. Este detalle, bastante sutil, permitirá que no nos aburramos tan fácilmente con el juego, y que en tramos cortos, vayamos completando la historia.

Detective Pikachu 2

Porque sí, la historia en un juego de Pokémon puede ser el pilar central, y defenderse mejor de lo que parece. A lo largo de nuestra aventura, visitaremos unos laboratorios químicos, una isla en proceso de convertirse en un resort, una cadena local de televisión, un puerto de carga, el carnaval de Ryme City en busca de pistas para encontrar a Harry, y resolviendo de paso el caso que estaba investigando en el momento del accidente. Al mismo tiempo, y para avanzar en la historia, solucionaremos casos relacionados en el lugar en el que nos encontremos, dándole un sentido a la necesidad de desarrollar la historia. Esta combinación de ambientes, junto a las situaciones propias en cada uno, permite hilar de manera aceptable una historia que, si bien no es espectacular, resulta creíble y controla bien sus puntos de suspense, así como los personajes que van apareciendo en diferentes partes, y no quedan relegados a un papel testimonial.

Además, y una crítica que suele hacerse a Nintendo al ser demasiado conservadora a la hora de crear nuevas franquicias no puede hacerse aquí. Este juego tiene sentido al estar planteado en el universo de Pokémon, con temas más complejos, similar al tratado en la primera película (Mew, la creación de Mewtwo…) estando ambas criaturas relacionadas con el caso que investigaremos, acerca de la sustancia R, que hace que los Pokémon pierdan el control y creen las peligrosas situaciones que se advierten desde el primer momento. Pese a que, como he dicho, la historia se deja seguir perfectamente, el final me dolió, ya que tras unas 12 horas de juego, dejó completamente abiertos varios aspectos importantes, recordándome en ese sentido a Half Life 2, por grande que pueda parecer la comparación, a la hora de enfocar el juego hacia una secuela de una manera tan descarada.

Segunda parte de Detective Pikachu a la vista, ¿nuevos planteamientos?

Con ese final, es bastante probable que en algún momento tengamos una segunda parte de Detective Pikachu. Pese a que dudo que cambien en algún punto la jugabilidad, creo que la plataforma que recibirá esa hipotética secuela sería Nintendo Switch, y será interesante ver la adaptación de la interfaz, y si aprovechará alguna de las funcionalidades propias de la consola, detalle que en Nintendo 3DS no llega a hacer por completo.

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Algo que sí exprime por completo es la potencia de la portátil. Con 7 años a sus espaldas, me ha sorprendido hasta cierto punto que se apostará por este estilo, mucho más parecido a la serie de dibujos animados, para recrear Ryme City y sus alrededores, aunque esto tiene sus consecuencias, dejando zonas pequeñas y con pocos elementos simultáneos en la inmensa mayoría de los casos. Las cinemáticas, por otro lado, y siendo uno de los puntos clave del juego, creadas con el propio motor, cumplen a la perfección su cometido en cada instante: darnos un contexto acerca de un caso que investigar, una situación cómica de Pikachu, presentarnos un nuevo personaje… todo el audio en perfecto inglés, pero eso sí, con subtítulos en castellano.

Esta parte narrativa, en torno a la que gira el juego, es perfecta en lo técnico dadas las limitaciones de la consola, y espero que sea potenciada en Nintendo Switch de cara al título de la franquicia principal planeado para la plataforma. Un mundo más abierto, en perfecto 3D, y con este estilo puede acercarse mucho a lo que es la versión definitiva (al menos en lo visual) de la serie para muchos seguidores.

Interesante, pero más por ideas que por aplicación

A modo de conclusión, Detective Pikachu es un juego que, si bien no destaca dentro de su género (su jugabilidad es más bien limitada en comparación a su competencia, y su historia no es nada del otro mundo), plantea ideas interesante que pueden ser exportadas perfectamente, incluso a otras IPs de Nintendo sin mucho problema, puliendo y perfeccionando la fórmula. Aunque por mi parte no se lleve un galardón, sí que espero ver una segunda parte de este Detective Pikachu, e incluso más, la aplicación de conceptos vistos aquí en otros desarrollos de Nintendo.


Esta review se ha realizado con una copia de la versión para Nintendo 3DS adquirida por la propia redacción.