#TheAfricaTheMediaNeverShowsYou

A lo largo de las entregas que conforman esta trilogía sobre la importancia cultural e identitaria del videojuego en África hemos resaltado como este medio ha sido un instrumento de gran relevancia para crear una narrativa propia, dar difusión mediática a sus tradiciones y mostrarse como un continente que puede crecer y fortalecerse más allá de las herencias negativas de su pasado colonial. Como han destacado muchas voces, no se puede reducir el estudio de la situación africana al discurso poscolonial en el que únicamente se resaltan caracteres como la conflictividad, el hambre y la violación de Derechos Humanos en determinados países. Son realidades presentes, por supuesto (y que nosotros mismos hemos reflejados a partir de destacados informes internacionales), pero bajo ese manto – que no se extiende por todas las regiones – existen situaciones de desarrollo, innovación, prosperidad… que apuntan a un futuro optimista. Frente a esta concepción monolítica, repetida de manera constante (de manera intencionada o no), y aprovechando el altavoz mundial de las redes sociales, se impulsó en Twitter una campaña con el hashtag que encabeza este epígrafe. El objetivo es muy sencillo, pero muy relevante: «viralizar fotos y datos de África para cambiar la mentalidad del mundo». No se trata de «blanquear e idealizar África», como destaca la investigadora Mucha Mkono, sino de «desafiar la percepción simplista del afropesimismo difundiendo imágenes múltiples y complejas sobre el continente y sus habitantes» a través de sus propios protagonistas. Como destacó la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi en su célebre charla The danger of a single story:

Las historias importan. Importan muchas historias. Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar. Pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla… Insistir solo en historias negativas supone simplificar mi experiencia y pasar por alto otras muchas historias que me han formado. El relato único crea estereotipos, y el problema con los estereotipos no es que sean falsos, sino que son incompletos. Convierten un relato en el único relato. Por supuesto, África es un continente plagado de catástrofes. Algunas inmensas, como las horripilantes violaciones en el Congo, y otras deprimentes, como el hecho de que en Nigeria se presenten cinco mil candidatos a una sola vacante de trabajo. Pero también hay historias que no tratan de catástrofes y es muy importante, igual de importante, hablar de ellas. Siempre he tenido la impresión de que es imposible conocer debidamente un lugar o a una persona sin conocer todas las historias de ese lugar o esa persona…

Fotografía de Mbalia Camara.

Recreación en Africa Heroes.

Palabras cargadas de sentido común pero que, por desgracia, constituyen la nota dominante en la visión occidental sobre África. No se trata únicamente de un caso de etnocentrismo (la tendencia a ver a la propia comunidad como el centro del mundo), sea europeo o de otra latitud, sino que se relaciona con la «alteridad», con una concepción de África carente de cultura propia, o simplificada como prácticamente homogénea y «primitiva» para todas las partes del continente, alejada de la modernidad, de la «evolución». Desde el campo de la industria del videojuego, como parte destacada de las manifestaciones culturales de las diferentes sociedades, se han rebatido este género de concepciones reduccionistas. En esta tercera parte continuaremos por esta senda a través de los casos de Guinea, Camerún, Madagascar y Tanzania.


Principales estudios africanos

Guinea

En 1954, el historiador senegalés Cheik Anta Diop publicó una polémica obra titulada Naciones negras y cultura, donde reivindicaba un origen africano (subsahariano) de la antigua civilización egipcia. Posteriormente participó en el proyecto colectivo, auspiciado por la UNESCO, Historia General de África, un impulso contra el mito de «inferioridad africana» que imperaba en esos años. Más de seis décadas después, las tesis de Diop han constituido la base teórica del videojuego African Heroes, aún en fase de desarrollo y financiación por parte del guineano Serge Abraham Thaddée. En este título el usuario podrá acceder a personajes como Piye, rey kushita, fundador de la dinastía XXV de Egipto, que gobernó desde la ciudad de Napata; el rey Shaka Zulu, que creó un poderoso imperio en el siglo XIX en el África austral; y todo un elenco de nombres relacionados con la resistencia guineana contra las potencias colonizadoras europeas: desde el líder musulmán Samory Touré, enfrentado a británicos y franceses; pasando por su coetaneo Zebela Togba Pivi; hasta llegar a Mbalia Camara, activista de la independencia guineana que fue asesinada en 1955 en respuesta a su activismo político. Su trágica muerte con tan solo 26 años, y en un avanzado estado de embarazo, sirvió de catalizador de la revuelta independista, que culminaría tres años después, la primera en la África occidental francófona.

Representación del «faraón negro» Pianye en Africa Heroes.

Son algunos ejemplos de la contribución que el videojuego puede realizar para recuperar la memoria histórica de un país a través de su componente lúdico, interactivo y empático, como apunta Thaddée: «iluminamos a los grandes héroes africanos que realmente existieron… queremos que African Heroes sea universal y compita con las producciones occidentales». Su creador se licenció en Ingeniería Informática en la International University College de Conakry, un centro educativo privado. Y de manera autodidacta, a través de cursos online, se especializó en animación 3D. Posteriormente, y con la participación de jóvenes estudiantes más la participación de tres profesionales, creó RIDE-Tech (Reunión de Innovadores para el Desarrollo de la Tecnología). En marzo de 2019, el mismo año en que se presentó públicamente la versión beta, ganó el primer premio del «Challenge Startupper» de Guinea. En estos momentos se encuentra en fase de búsqueda de fondos (en la fecha apuntada ya se habían invertido 10.000 euros y se requerían casi 60.000 más), para lo que su principal responsable mantiene activa varias redes cuentas en redes sociales para promocionar sus avances y recabar apoyos económicos. Un ejemplo más de la voluntad enorme de diferentes programadores africanos por contribuir a la identidad e historia de su país a través de la tecnología.

Camerún

En agosto de 2016, el entonces Presidente de los EE.UU., Barack Obama, recibía en la Casa Blanca a una representación de jóvenes africanos que habían destacado en sus respectivos países en el campo del liderazgo, de la innovación, y que se inscribían en el proyecto que tiempo atrás había lanzado bajo el título de Youth African Leaders Initiative (YALI). Dentro de este proyecto destaca la Beca Mandela para Jóvenes Líderes Africanos, que desde 2014 brinda la posibilidad a 1000 ciudadanos africanos, de entre 25 y 35 años, la oportunidad de perfeccionar sus habilidades en una institución de educación superior de EE.UU. En la edición de 2016, un joven programador camerunés llamado Guillaume Olivier Madiba escuchó de primera mano las palabras del mandatario norteamericano:

Siempre he creído que una persona puede ser una fuerza para un cambio positivo; esa persona, como dijo Bobby Kennedy cuando visitó Soweto, que una persona puede ser como una piedra, un guijarro arrojado a un lago, creando ondas, ondas de esperanza, lo llamó. Y eso es especialmente cierto para todos ustedes. Eres joven, talentoso, optimista. Ya estás demostrando que puedes marcar la diferencia. Entonces, lo que queríamos hacer a través de YALI es conectarlos entre sí y con los recursos y las redes que pueden ayudarlos a convertirse en los líderes empresariales, gubernamentales y de la sociedad civil del mañana… Y estamos haciendo esto no solo porque amo a la gente de África, sino también porque el mundo no podrá lidiar con el cambio climático o el terrorismo, o expandir los derechos de las mujeres, todos los problemas que enfrentamos a nivel mundial, sin un África emergente, dinámica y autosuficiente. Y eso, más importante que cualquier otra cosa, depende de una generación en ascenso de nuevos líderes. Depende de ti.

Lejos quedaban para Madiba aquellos años de infancia, de pobreza en Camerún, donde él soñaba con crear sus propios videojuegos, «ser bueno en informática y tal vez ir a Estados Unidos a trabajar para un estudio». Tras licenciarse en la Universidad de Yaoundé creó la empresa Kiro´o Games y empezó a trabajar en un juego basado en la historia y cultura africana: «queremos crear un despertar interior a través de los videojuegos», como expresó al Polygon. Gracias a una exitosa campaña de mecenazgo internacional, los programas económicos de cooperación norteamericanos y al apoyo de la tribu local Bamileke (la más grande del país), pudo recaudar 270.000 dólares y sacar al mercado Aurion: The Legacy of the Kori-Odan, el primer título africano depositado en la plataforma STEAM. Los jugadores asumen el papel de Enzo Kori-Odan, el príncipe de un país llamado Zama. Después de su boda con Erine, es depuesto por un pariente hambriento de poder. Enzo y Erine viajan a países vecinos para llevar a cabo una rebelión. Una auténtica metáfora sobre el colonialismo, en este caso a través de una realeza africana que lucha contra los usurpadores. Todo ello impregnado de una cosmovisión plena de elementos culturales, religiosos y familiares nacionales.

Pantalla promocional de Aurion.

Madagascar

La palabra «Dahalo» proviene del malgache, la lengua nativa de Madagascar, y significa bandidos. En época precolonial hacía referencia al robo ritual de ganado entre comunidades rurales vecinas que marcaba el paso de la adolescencia a la edad adulta. En el presente hace referencias a grandes bandas de ladrones de cebús (el ovino característico de la isla), cuyo auge y creciente actividad se relaciona con la inestabilidad política del país después de que Andry Rajoelina tomó el poder en 2009 con el respaldo de los militares y obligó al presidente electo Marc Ravalomanana a exiliarse a Sudáfrica. Desde ese momento, el dominio del Gobierno sobre gran parte del país es nulo o ha disminuido, proliferando estas «zonas rojas», donde prospera el bandidaje, es decir, los grupos de dahalos. Con el fin de «llamar la atención del mundo entero sobre este conflicto», se lanzó en Steam el videojuego Dahalo en marzo de 2020, de la mano del estudio malgache LOMAY, al frente del cual se encuentra Matthieu Rabehaja. El juego pretende «concienciar y movilizar al público» sobre esta conflictivo panorama, que solo en el año 2017 provocó más de cuatro mil muertes. Para implicar al jugador se presenta en forma de FPS protagonizado por Rhoy, una joven que busca a su padre desaparecido; Soa, una niña cuyo padre fue asesinado acusado de bandido; y Thierry, un soldado que persigue a los ladrones. Además de su carácter crítico, este título quiere contribuir a aproximar la geografía y cultura de esta ínsula africana por todo el orbe, ofreciendo también una visión positiva de los caracteres de esta región más allá de la crisis socio-política actual. Y es que no hay mejor manera de avanzar en el futuro que a través de la denuncia de las injusticias y valorando aquello que nos rodea.

Escenarios de Dahalo.

Intersección Europa – África

Lejos de una actitud tutelar, sino más bien de cooperación al amparo de diferentes proyectos de ONGs o vinculados a Ministerios de Cultura y Exteriores europeos, podemos nombrar títulos como Kawaidas Journey  del estudio de juegos independiente aleman Cultural Games, fundado en 2015 por el diseñador y sociólogo Kolja Bopp. Los objetivos de sus creaciones son «unir los juegos y la cultura a través del impacto persuasivo». En el videojuego nombrado, en el que colaboró un equipo interdisciplinar germano-tanzano (con el respaldo de la Deutsch Tansanische Partneschaft, que promueve la comprensión internacional, la protección del medio ambiente y la educación), viajamos por Tanzania y nos aproximamos a la cultura swahili de África oriental mediante el manejo de un cercopiteco verde, un primate oriundo de esta región. El propósito final es representar e implementar elementos culturales específicos del entorno de vida de la región como escenario principal. Se abordan explícitamente los problemas sociales y ecológicos. Cada escenario debe promover una visión diferenciada del continente africano, inspirar al usuario al compromiso intercultural y al mismo tiempo fomentar el compromiso. El diseño visual está inspirado en el «Tinga Tinga», un estilo artístico propio de Tanzania así como la banda sonora, realizada íntegramente por músicos locales.

El protagonista de Kawaidas Journey.

Cerramos con este texto nuestro ciclo africano, con el que esperamos haber contribuido a dar a conocer la riqueza cultural que enmarcan estas creaciones, una pequeña muestra del potencial presente y futuro de este continente, en demasiadas ocasiones maltratado por Occidente y solo puesto en escena para retratar algunos de sus peores lienzos. El cuadro completo, sin embargo, está lleno de ricas texturas y píxeles que invitamos a conocer. Volveremos después del verano, con fuerzas renovadas y nuevos proyectos que deseamos que merezcan vuestra atención.


  • Serie ‘Videojuegos y Política’