Esperanzas, miedos y un historial nada envidiable

Chernobyl

Chernobyl, no el coronavirus

Hace unos días, recibimos la inesperada noticia de que el aclamado juego post-apocalíptico de Naughty Dog, The Last of Us, recibiría una adaptación a la pantalla chica a través de una serie de mano de la cadena HBO. Craig Mazin, creador de Chernobyl -otra serie de la cadena que obtuvo muy buenas críticas- será el escritor y co-productor de ésta. Además contará con el apoyo de Neil Druckman, creador y director del juego que vio la luz originalmente en PlayStation 3 en 2013.

Por lo que razones para emocionarse hay. Han confirmado que la serie se basará en la trama del primer juego y que quizás incluya parte del segundo, el cual saldrá en mayo de este año. Siendo HBO, responsables de Game of Thrones no dudo en que contarán con los valores de producción necesarios para trasladar a los monstruos, a los personajes con sus diseños y el mundo del juego de una forma fidedigna y de alta calidad. El problema, sin embargo, es otro.

Sobre videojuegos y adaptaciones

El historial de adaptaciones de los videojuegos a otros medios no goza de muy buena salud. En su época, cuando era un gran fan de la saga Resident Evil vi en su día de estreno en televisión la segunda entrega de la serie de películas dirigida por Paul W.S. Anderson solo para quedar profundamente decepcionado por la pobre representación de los personajes originales de la saga, Jill y Némesis. No solo Jill carecía del protagonismo del que gozaba en el juego en el que se basaba la película, Resident Evil 3, sino que además la obra denotaba una falta de conocimiento muy grave de la saga. Mostrando a Némesis como un hombre que había sido capturado por Umbrella para hacerle pruebas biológicas y que, resultaba ser el enamorado de la protagonista, encarnada por Milla Jovovich. Toda esperanza de lograr sacar algo bueno de la experiencia murió cuando ésta se enfrentó a golpes con Némesis, una criatura conocida por destruir zombis de un golpe y por llevar un lanzacohetes al hombro.

Esto último me trae recuerdos cual estrés post traumático de Silent Hill Revelation 3D, película inspirada en la tercera entrega de la franquicia de survival horror del mismo nombre. Cuando, una vez más, la antagonista de la película tenía un enfrentamiento con nada más ni nada menos que Pyramid Head, el antagonista de Silent Hill 2, cuya aparición en dicho juego era meramente para servir como un verdugo para James Sunderland y castigarle por sus crímenes. Reducido al defensor de Sharon Mason, la protagonista de la segunda película de Silent Hill.

The Last of Us

Pero no todo es malo. Hay películas que lograron capturar la esencia de los juegos aunque no contaran una historia tan apegada al material original. Con esto pienso en Detective Pikachu, la cual a pesar de pecar de ser una película con una historia ya muy vista y jugar un poco a lo seguro, logró crear un mundo en el que los Pokémon podían convivir con humanos de carne y hueso de forma creíble.

Otra oportunidad para hacer las cosas bien

En resumen, las probabilidades de que salga algo bueno de esta nueva producción de HBO en conjunto con Naughty Dog son, por historial, bastante bajas. Pero no hay que perder las esperanzas en la serie de The Last of Us. Después de todo, Neil Druckman será parte del proyecto, por lo cual la posibilidad de que obtengamos una obra que no entienda el material original se reducen bastante y eso, en mi opinión, ha sido el peor pecado que han cometido las adaptaciones. Más allá de no apegarse a una historia en particular, más allá de contar con mucho fanservice, lo peor que puede pasarle a una adaptación -y ahora hablo en términos generales- es que ésta no transmita aquello que la obra original hizo.