Cuando soñaba con ser minero y albañil...

La primera vez que vi algo de Minecraft fue en YouTube, como supongo que le ocurrió a la inmensa mayoría de personas que estarán leyendo esto. Al principio me generó un pelín de rechazo porque veía todo eso y no podía jugarlo, mi ordenador iba a pedales. Recuerdo que unos amigos míos incluso hicieron un server pirata para poder jugar por las tardes, mientras yo me limitaba a buscar videos sobre mapas de aventura, informarme sobre cómo funcionaba el juego y por qué a la gente le flipaba tanto. Y no, nunca he visto a Willyrex.

Hi there.

Minecraft fue un fenómeno mundial, al igual que lo fue Modern Warfare y hace unos meses lo era Fortnite. Revolucionó la industria porque revolucionó el concepto que hasta entonces teníamos de sandbox y exploración. Nos voló la cabeza por la de posibilidades que ofrecía, y aunque estuviera bastante mal optimizado era un juego que daba muchísimo a cambio. Cuando empezaron a salir mods gigantescos que añadían lo que no está escrito al juego se fue perfeccionando poco a poco, porque los desarrolladores veían que si su comunidad era capaz de hacer eso simplemente por puro amor ellos no podían ser menos. Lentos pero constantes, fueron añadiendo poco a poco contenido de dichos mods a actualizaciones oficiales, como los animales. Y si estoy hablando en pasado es porque, aunque no lo parezca si has ido siguiendo el juego con asiduidad, no es para nada el mismo que cuando salió. Ahora los mods son muchísimo más fáciles de instalar, en vez de tener que sacrificar 7 vírgenes cada hora y media, hay un montón de nuevos objetos y bloques e interactúan de formas muy variadas, nuevos biomas, un sistema de crafteo muy mejorado gracias al libro de recetas, físicas consistentes al agua, nuevos enemigos, un sistema de combate con sentido, la posibilidad de usar ambas manos… Es un juego que ha mejorado a niveles que ni yo mismo pensaba que iba a llegar. Por fin le encuentro sentido al modo aventura, por ejemplo, el cual gracias a dichas actualizaciones se ha vuelto menos caótico.

Te echaré de menos, viejo amigo.

Sé que muchos ya conocíais todo esto. Yo pasé años sin jugar, y creo que por eso percibo aún más todo el cambio que se ha llevado a cabo. Se ha hecho un esfuerzo abismal por cargar de contenido un juego cuya etapa de gloria ya había terminado, y están consiguiendo que se vuelva a hablar de él. Ha habido muchos ports del mismo, cada uno con sus pequeñas diferencias y limitaciones, y también se han cuidado estos. El otro día descargué el Minecraft PE por morriña y sentí que ese juego era perfecto. Sí, lo sé, Minecraft sigue teniendo bugs por cómo está programado su motor, pero en el rato que le di al de pc apenas vi, por ejemplo, bugs de iluminación, ni siquiera pequeñitos. Si acaso la generación de mundo sigue teniendo algún que otro momento maravilloso como generar una aldea bajo el agua, pero nada muy chocante. Y hablando de cosas bajo el agua, me voló la cabeza enterarme de todas las estructuras que puedes encontrar bajo el mar, que sirven como incentivos a sumergirte y disfrutar de una parte que servía únicamente como medio de transporte. La gente en Mojang se ha puesto las pilas para mantener viva una comunidad que, aunque haya mermado bastante, sigue jugando a este juego, y esto da que pensar.

Estamos en la era de los juegos como servicio (ya veréis las risas cuando lleguemos al punto de los niños acostumbrados a las lootboxes), y las empresas prefieren que estés pegado gastando lo máximo posible hasta que se lance la secuela, con más micropagos aún más agresivos, porque funcionamos así y no lo conseguimos parar a tiempo en su día. Y sí, Minecraft tiene micropagos, pero hasta donde he visto no son ni máquinas tragaperras ni muy agresivos (al menos en la versión de móvil y la Windows Edition, la de Java está limpia). Y sí, está Minecraft Realms, pero ahora es más fácil que nunca tener un servidor propio, por lo que realmente no te están limitando en ningún sentido si decides no pagar. Todas las actualizaciones son gratuitas, y aunque las gordas suelen salir una vez al año traen bastante contenido, incluso más que las season pass de muchos juegos.

Minecraft

Otra cosa que ya he mencionado y que se agradece es la compatibilidad con mods que tiene el juego ahora mismo, tan fácil como arrastrar contenido de una carpeta a otra, algo que para los veteranos tiene el mismo valor que el refund de Steam o la Declaración de Independencia: momentos importantes en la historia de la humanidad. También se ha cuidado mucho el detalle, como que el agua tenga distinto color según qué zonas.

El mayor cambio, sin lugar a dudas (y según tengo entendido se hizo hace ya bastante tiempo) es el libro de recetas, donde puedes ver el crafteo y los elementos necesarios para ello. Esto es un paso adelante inmenso, ya que antes o te sabías el crafteo o ibas a la wiki, y es verdad que al ser un modo de supervivencia parte de la gracia es aprender cómo construir las cosas, pero acababa siendo algo frustrante más que un reto. La inclusión de dicho libro no solo es una ayuda inigualable, sino que hace que el modo supervivencia sea más atrayente y disfrutable. Hace mucho tiempo que los secretos de Minecraft salieron a la luz, incluso en cada actualización te dicen qué objetos han metido, por lo que no tiene sentido el tener que buscar nada en concreto, sino el crafteo, y es muy cansino tener que buscarlos en fuentes externas.

Tan fresco como el primer día

Todo esto demuestra que de verdad Mojang se sigue preocupando de su producto y sabe el valor que tiene. No es un juego cualquiera, sino la cara visible del desarrollo indie (o al menos lo fue hasta que pasó a manos de Microsoft). Minecraft creó escuela, como hizo Doom en su día, y todo lo que tuviera que ver con mundos aleatorios, supervivencia y construcción se comparaba (a día de hoy aún se sigue haciendo) con el mismo.

La propuesta de Notch tiene una de las comunidades más grandes del mundo, con una devoción inimaginable a mejorar el producto o simplemente por pura diversión, Una comunidad que, ya fueras amante de construir, hacer circuitos con redstone o simplemente disfrutar del survival, te arropaba y encontrabas tu sitio. Es un juego que ha supuesto muchísimo para la industria, y eso hay que cuidarlo, y creo que lo han hecho con creces. Al abrir Minecraft de nuevo hace una semana me sentí como un niño al escuchar la música, casi se me saltan las lágrimas. Porque es un juego al que acabas volviendo y te recibe con los brazos abiertos. Un mundo que creías ya explorado del todo te sorprende con nuevas construcciones, nuevos enemigos, nuevos animales y nuevas mecánicas. Es una carta de amor puro tanto a los que siempre estuvieron ahí como a los que han vuelto, un “gracias” en forma de píxeles. Cierto es que los primeros años todo era un poco más desastre, pero desde que han cogido carrerilla no han parado, y eso es de agradecer.

Sinceramente, esto es algo de lo que muchos desarrolladores deberían tomar nota. Sé que puede llegar a ser un gasto innecesario si la comunidad no es muy grande, pero mantener una tan inmensa como la de este juego es todo un logro. Es flipante la dedicación de muchísimos jugadores por llevar al límite, por ejemplo, el uso de la redstone, la cual ha permitido crear ordenadores dentro del propio juego -muy simples y demasiado lentos, pero el potencial está ahí. Esta es solo una pequeña muestra del cariño que mucha gente sigue teniendo a este juego, y confío que esta dedicación, tanto de un lado como del otro, siga viva durante muchos años más.