El futuro ya está aquí

Si esperabas leer algo así en esta web siento comunicarte que no va a ser así, de hecho deberías de saber ya que el tema de las estafas no está en nuestra lista de intereses. Que sí, que muchas mecánicas de mierda que en su momento fueron criticadas ahora las encontramos diariamente en los nuevos videojuegos que salen, que a nadie le gustaba los pases de batalla ni los micropagos y ahí están, a la orden del día, nos ha quedado claro Willyrex que quieres recuperar la pasta que has perdido en las estafas que tú mismo promocionas, deja de hacer el ridículo con los ahorros de la gente. Pero a pesar de que se normalicen todas estas prácticas cuanto menos cuestionables, si en algún momento alguna de ellas nos ha parecido mal, lo hemos dicho, y confío que tanto yo como mis compañerxs seguiremos dando la vara todo el tiempo que haga falta, no tenemos por qué arrodillarnos ante las malas prácticas de una industria ansiosa de dinero. Y los NFTs no son más que otra rama más que se extiende lentamente e intenta expandirse, como un virus, por todos los entresijos del mundo de los videojuegos al encontrar su vida agotada en otras partes, pues últimamente se ha visto menguado el comercio de estos “tokens” drásticamente. A pesar de este descenso hacia los avernos de los que jamás deberían de haber salido, parece que las empresas todavía quieren darle un último intento con el que salvar una estructura piramidal que debería de estar destinada al fracaso, y es que no solo siguen apareciendo proyectos fraudulentos como GRIT, sino que empresas tan grandes como Epic Games deciden apoyarlos, a saber por qué.

GRIT

No habrá paz para los malvados, o por lo menos eso es en lo que he confiado la gran parte de mi vida, mas viendo cómo se desarrollan las cosas al final uno empieza a dudar si de verdad es así. Estos últimos días vimos cómo Epic Games se tomaba al pie de la letra la promesa que hizo en su momento, donde abría las puertas a los videojuegos con proyectos NFTs hacia su tienda en una decisión tomada en base a la posición de Valve con Steam, donde cerraban a cal y canto. Tras esto no es de extrañar que se empezase a hablar de GRIT, una suerte de battle royale bastante similar a Fortnite solo que este se basaba en un mundo inspirado en las historias del lejano oeste americano, y como la fantasía de aquella época, se empezó a desinflar en cuanto se descubrió el inmenso pufo que estructuraba la parte NFT del título. Por si no fuese poco lo de incorporar NFTs a una flagrante copia/inspiración de Fortnite, resulta que los propios NFTs que promociona el proyecto y los cuales han “vendido” a precios desorbitados no son otra cosa que recursos disponibles en la tienda de Unreal Engine para desarrolladores. Efectivamente, como lo estás leyendo, venden como NFTs caballos y personajes que se encuentran en packs creados para que los desarrolladores utilicen en sus juegos. Que esto no debería de suponer ningún problema en un contexto normal, pues al final es el objetivo con el que se crean, pero que tu mecánica de monetización se haya basado en utilizar directamente objetos ya creados y venderlos como algo único al estar en la nube de blockchain es como comprar unas ilustraciones de tu artista favorito y venderlas como NFTs, un auténtico robo a mano armada de los vistos en ese salvaje y liberal oeste en el que se inspira GRIT.

Si entramos a hablar de precios posiblemente acabe perdiendo todo el pelo que tengo actualmente, y no será plato de buen gusto, al igual que no debe de serlo haber apostado por este proyecto pagando cifras descabelladas para haber acabando comprando un asset que fácilmente podríamos adquirir por unos 30€, los cuales irán a quien de verdad se lo merece que no es otro que el desarrollador que los ha creado. Solo puedo desear la caída más abrupta y dolorosa de este sistema que confío no volver a ver jamás en la vida, pero sabiendo cuál es la industria de la que hablamos ya se las ingeniarán para lograr implantarlo en todos sus juegos y que se acabe convirtiendo en la nueva normalidad, como ya han hecho con anterioridad en repetidas ocasiones. GRIT no será el punto de inflexión, ni siquiera se recordará de aquí a una semana, pero cuando hablemos de NFTs en los videojuegos, no estaría mal que recordemos la auténtica faceta de esta gente, que no es otra que mentir y estafar para hacerse de oro a costa de aquellos que deciden apostar sus ahorros a un pozo sin fondo.