Lecturas en aparente clave pesimista de 'el mayor Inside Xbox'

No fuimos pocos los aficionados que anoche, tras el último crepúsculo – al menos en la península, donde el comienzo del evento coincidió con los primeros atisbos de la madrugada -, nos encerramos en nuestros hogares, correctamente calefactados o puntualmente mullidos, para disfrutar de la retransmisión Inside Xbox que tuvo lugar con motivo del evento anual X019, celebrado esta vez en el marco londinense del Xbox FanFest. No era para menos: en estas últimas semanas la compañía había llegado a describir el streaming como ‘el mayor Inside Xbox celebrado hasta la fecha’, un eslogan que pronto pasaría a formar parte de su campaña de promoción e, incluso, de su título oficial como directo en YouTube. Una vez más, se dio rienda suelta a nuestra creatividad; un beneplácito ilimitado para imaginar nuevos proyectos, formular teorías y, en definitiva, configurar un evento de ensueño capaz de alejarnos de la monotonía propia de la rigurosa actualidad de nuestra industria. Y una vez más, volvimos a chocarnos contra el muro.

Los anuncios que anoche tuvieron lugar con motivo del X019 no fueron decepcionantes para un servidor; principalmente, porque este no esperaba nada. No había motivos para hacerlo, especialmente cuando tocaba mirar al futuro y recaer en la existencia de un E3 2020 que igualmente habrá que preparar y mediatizar de cara a los estrenos navideños de la próxima generación. Y es que, precisamente, por su mera naturaleza, no creo que nadie debiese de esperar nada del X019. Los esfuerzos de la empresa por acabar llegando a nuestras casas, sin embargo, sembraron los frutos haciendo todo lo posible para que no fuese así, adelantando prácticamente un año una expectación que únicamente debía de sembrarse de cara a una nueva máquina, dando lugar a comprensibles decepciones y llantos por parte de aquel público que esperaba saber más de auténticos bombazos como Halo Infinite o la nueva entrega de The Initiative.



Lo comentado nos deja ante un panorama absolutamente desolador. Verdaderamente grotesco, porque, de no haberse pasado de frenada en términos de marketing, la división de Microsoft realmente podría haber sacado pecho con el lema que tanto ansiaba por promocionar, habiendo gestado, ahora en cercana retrospectiva, un evento dinámico y variado que fácilmente podría posicionarse a la altura de esos más selectos Nintendo Direct que siguen coronándose como referentes, y que con maña y tino consiguió esquivar de la mejor de las maneras ese conglomerado de filtraciones y rumores que en cuestión de escasos días suelen desplomar incluso a las más grandes celebraciones del mundillo.

La reunión consiguió aunar a muy reputados equipos de desarrollo, tales como Rare (Sea of Thieves) u Obsidian Entertainment (The Outer Worlds), para sorprendernos con sus nuevos proyectos, que correspondientemente toman la forma de Everwild, una muy preciosista aventura de supervivencia y exploración ubicada en el mundo prehistórico, y Grounded, una entrega de acción y supervivencia en primera persona de carácter multijugador en la que deberemos de plantar cara a los innumerables peligros que conforman la naturaleza. Hubo lugar, de igual manera, para el festival de fechas propio de esta clase de pseudo-ferias, con un Bleeding Edge que supo lucirse de cara a su estreno previsto para el 24 de marzo, un Wasteland 3 que levantó expectación fechándose para el 19 de mayo y un Halo Reach que se podrá jugar remasterizado en Xbox One y en PC muy pronto; a partir del próximo 3 de diciembre, para ser exactos.

Xbox Game Pass volvió a tener su lugar en la mesa redonda, y se desveló que las principales entregas de Final Fantasy (VII, VIII, X, XII, trilogía XIII, XV) estarán disponibles para el sistema, junto a los recopilatorios HD de Kingdom Hearts y a Yakuza 0, Kiwami y Kiwami 2, a lo largo de 2020.

Lo realmente valioso, al menos desde mi particular punto de vista (y con permiso de ese fascinante Everwild), se pudo encontrar, no obstante, en el terreno independiente, con una Annapurna (productora de Sayonara Wild Hearts, What Remains of Edith Finch) que estuvo muy fuerte arrojando luz sobre The Artful Escape y presentando el interesantísimo Last Stop, y con unos chicos de Dontnod (Life is Strange, Vampyr) que brevemente pudieron dar los primeros detalles de Tell Me Why, que desde Vandal definen como “una aventura costumbrista con un protagonista trans“. Títulos frescos, jóvenes y atractivos, que pusieron la guinda a un pastel de cumpleaños que rebozaba mimo y buen hacer, ante el que resultaba sencillo emocionarse – no lo voy a negar -, pero del que, pienso, quizás se soplaron las velas demasiado pronto.

En ocasiones, y tirando de ese diccionario que poco a poco ha ido expandiéndonos Twitter en sus mejores días, se producen descubrimientos, hallazgos afortunados y valiosos que se producen de manera aparentemente accidental cuando se está buscando una cosa distinta; serendipias. Su existencia es reconfortante y satisfactoria, pero, sobre todo, necesaria. Dejémoslas existir, y disfrutemos de ellas en la medida de lo posible, porque poco o nada tiene que ver sorprenderse con lo inesperado que decepcionarse con lo conocido.