¿El retorno de una vieja gloria?

Sea of Thieves es una de las propuestas fuertes del 2018, que promete en su beta, pero todavía no nos muestra todo lo que tiene bajo la manga. La nueva entrega de Rare es, sin duda alguna, la mayor de las apuestas de Microsoft para el estudio hasta el momento.

Después de su adquisición, el peso del legado de aquellos grandes juegos realizados en los 90´ y principios del 2000 ha sumido entre las sombras a Rare, que no ha podido responder a sus fans ni a la crítica en general con sus nuevas entregas. La salida de los hermanos Chris y Tim Stamper (irónicamente, los fundadores del estudio) y los juegos diseñados sin la esencia de sus antecesores ha dejado muy mal parado a todos los que allí trabajan. Con esta nueva IP, el estudio quiere redimirse, proponiendo un juego que apunta hacia el humor, con un diseño muy cuidado y una jugabilidad amigable.

¿Qué es Sea of Theaves?

Sin darle mucha vuelta al asunto, podemos afirmar que Sea of Theaves es un juego en donde la exploración y la cooperación nos sumergirán en el vasto mar en busca de tesoros, misterios y grandes combates en el ancho mar.

La propuesta suena interesante: una vez ingresado a la beta, podremos elegir entre ir en grupos de cuatro, en pareja o en solitario. En cualquiera de las opciones que elijamos tendremos la posibilidad de realizar misiones de búsqueda a cambio de unas cuantas monedas, ir a por algún naufragio olvidado o batallar contra otros jugadores con el fin de obtener sus recursos y botines.  Aunque, si todo esto te suena a poco, piensa que mientras ocurre todo lo anterior, estarás disfrutando de un acabado visual de los más logrado.

No se dejen engañar: lo que la hace aún más llamativo y divertido a Sea of Thieves es la apariencia que Rare buscó para esta nueva IP, porque la misma es un ente más dentro de la entrega que no pierde la oportunidad de deslumbrarnos con bellos escenarios, dignos de ser contemplados.

rareAl jugar a este cooperativo de piratas te encontrarás con una entrega sumamente amigable con el jugador: entenderlo no lleva mucho, ya que el objetivo principal del mismo es que esté al uso de cualquiera.

Aprender a manejar el barco, herramienta fundamental de la aventura, no llevará más de unos minutos de exploración. Navegarlo no será cuestión de apretar unas flechas si no de combinar las diferentes partes que el barco tiene para poder hacerlo zarpar. Nuestro galeón no saldrá si no levamos anclas, liberamos las velas y aprovechamos el soplo del viento a nuestro favor. Como dijimos, todo esto se irá aprendiendo y, poco a poco, entrando ya en ritmo, notaremos que somos un grumete más, llevando balas a los cañones para tenerlos a punto o guardándonos siempre unos cuantos tablones por si nuestro barco sufre de agujeros por un choque o un ataque (cosas que serán del día a día arriba del barco).

Al ser una beta, y con una gran cantidad de usuarios recién llegados, entendemos que estas mecánicas serán la prueba de fuego para todo aquel que quiera adentrarse en Sea of Thieves, tanto ahora como en un futuro. Por lo que tememos que la falta de un tutorial, aunque sea mínimo, no esté para recibir a los nuevos. La experiencia de ir descubriendo todo a los tumbos no se hace engorrosa: es más, favorece a que fortalezcamos los vínculos de equipo con completos desconocidos. Sin embargo, debemos resaltar que venimos de unos cuantos años de juegos demasiado fáciles, tanto que a veces da miedo pensar si la falta de un tutorial no podría ser una traba a futuro para posibles jugadores. Nos alegra, en todo caso, que Rare se haya decantado en proponer un sistema de mecánicas tan bien trabajado para el uso del barco, como también en diferentes usos de las herramientas que tenemos a disposición.

Estamos ante una entrega a la que todavía le quedan sus cosas guardadas… sin lugar a duda, la tarea pendiente será ver como se desenvuelve en sus primeros meses de vida.

Todo indica que Sea of Thieves es una entrega que apunta al entretenimiento puro y duro. Lo rápido y simple de su sistema de combate (que no va más de apuntar con una pistola o rifle y lanzar estocadas con la espada); lo inclusivo de su sistema de progresión, que buscará el equilibrio entre los jugadores más dedicados de los menos, permitiéndoles a todos estos poder interactuar en un mismo equipo en altamar; y lo justo de su sistema de misiones, que avanza en la medida justa, ateniéndose a lo que la tripulación decida por medio de un sistema de votos, son detalles que marcan por donde irá la entrega, demostrando, una vez más, el arduo trabajo realizado por el estudio.

Sin embargo, las virtudes que puede brindarnos el multijugador nos jugaran un poco en contra si decidimos disfrutar el juego en solitario. Al entrar en la beta, nos ha tirado más el equipo, y esto está más que claro que será, en su salida, una opción que muchos elegirán también: la entrega nos permite ir solos, pero a la larga nos llevará a que elijamos ir con más personas para afrontar los peligros del mar, ya que esta aventura requiere de varias manos para hacerse realmente amena. Aunque, seguramente, en su salida habrá algunos lobos de mar que quieran ganarse sus monedas a costa de mantenerse más alertas y tenaces al peligro de salir sin compañeros que lo respalden.

Pero, ¿se quedará allí solamente?

Mi sensación es que no. Aunque la experiencia con la beta no ha sido de las mejores (hasta el momento las conexiones no me han dejado disfrutar de partidas largas), me he percatado que esta nueva entrega de Rare promete ser un juego online interesante y, si saca sus cartas en el momento indicado, una experiencia a la cual volver para seguir echando partidas.

Lo que más me ha llamado la atención es la capacidad que tiene la entrega para enseñar: Sea of Thieves se aprende de manera lúdica, observando las condiciones climáticas, manipulando los objetos de nuestro barco o explorando a cada paso las posibilidades que nos ofrecen los entornos que nos rodean. Además, no hay nada como tomar de un barril y andar a la rastra en el inmenso mar, escuchando una canción desentonada de fondo tocada por tus compañeros, viendo el atardecer en el horizonte infinito.