El erizo azul, el pájaro rojo y los fajos verdes

Mucho había avanzado este año sin macro compras y empresas devorándose entre sí, demasiado nos había durado la paz. Más allá del eco recurrente que de vez en cuando vuelve a la palestra cuando hay alguna nueva noticia sobre la compra de Activision – Blizzard por parte de Microsoft, no han trascendido grandes absorciones durante estos cuatro primeros meses, o por lo menos que yo recuerde. Sin embargo, aquí acaba la paz, lo que comenzó como algunos coletazos cuanto menos desagradables, como la desaparición de un juego tan icónico como Angry Birds de la tienda digital de Android y cambio de nombre en la de Apple, ahora termina con la compra de la empresa madre, Rovio, por parte de otra que, tal vez, no es la que esperábamos, pero así ha sido finalmente, Sega ha comprado Rovio. De un momento a otro, y sin terminar de creérnoslo, una empresa ha comprado la integridad de otra, y yo sigo sin ser capaz de tragar lo sencillo que parece hoy en día realizar estos movimientos, o qué hay detrás de todo ello, pues más allá de posibles juegos para dispositivos móviles, los potenciales intereses abren un amplio abanico de posibilidades.

SEGA

En el propio comunicado que ha sacado SEGA, el cuál podéis leer a continuación, hablan sobre los proyectos a corto y largo plazo, donde señalan como objetivo el seguir sacando juegos de IPs pertenecientes a las dos empresas y utilizar las herramientas desarrolladas de cara al lanzamiento de juegos para dispositivos móviles. Pueden ser muchas las teorías que surjan a raíz de esta compra, quién sabe si encontraremos nuevos juegos de Angry Birds, si el erizo y demás licencias encontrarán lanzamientos exclusivos o multiplataforma para móviles también, o incluso si todas estas verán la luz en cines o en series como se lleva haciendo los últimos años. Sin embargo, hay un punto tal vez no tan comentado, y no es solo la posibilidad de lanzar más juegos o llegar a un mercado más amplio donde las incursiones por parte de SEGA han sido a cuentagotas, es también la existencia de una base de datos con información de aquellas personas que, antes o después, hemos descargado productos de Rovio, un tema que, a pesar de estar en las sombras, puede ser vital para las empresas hoy en día.

Cuando vemos estas transacciones donde hay productos en dispositivos móviles, debemos de arquear una ceja y no pasarlo por alto, pues al igual que ocurre con esta compra, tenemos el ejemplo de lo ocurrido con Activision – Blizzard, un compendio en el que se encuentra otro gigante de los juegos para móviles, King, que posee otra base de datos titánica y suculenta.

Quién conoce la verdadera motivación detrás de todas estas compras, si es solamente interés de acercarse a nichos distintos, o el ansia por la información que todo lo empaña en la actualidad. A día de hoy nos es imposible saberlo, al igual que tampoco podemos asegurar que se sigan lanzando juegos de la saga Angry Birds, todo lo decidirá, como no, el mercado, y este nunca piensa en nosotros. Es hasta cierto punto triste esta deriva de las compras, he mostrado en más de una ocasión mi descontento, todo para acabar recibiendo otra noticia similar apenas un par de meses después, pues esta es la tendencia, y la información que poseen las empresas es muy valiosa para dejarla de lado y crear nuevos estudios, nuevas ideas con las que intentar aportar, pero el valor de la información es demasiado alto como para que otros te adelanten por la derecha.

SEGA