343 Industries presenta el nuevo fenómeno multijugador que los seguidores de la saga llevaban largo tiempo esperando

Ya es tradición. En el último trimestre del año, grandes compañías disparan las últimas balas de su cartucho de novedades, con la esperanza de hacerse sitio en el mercado para la campaña navideña. Es en estos momentos de revuelo y anuncios de turrones cuando Microsoft ha llegado para dar un golpe sobre la mesa lanzando de manera independiente y antes de lo previsto el multijugador del nuevo Halo Infinite, con dos peculiaridades. La primera, que es una vuelta a las raíces de la franquicia, y la segunda, que su acceso es totalmente gratuito.

El servicio de suscripción de videojuegos de la misma empresa, el omnipresente Game Pass, es conocido por todo seguidor de este medio, y es que parece que Microsoft tiene clara su estrategia de negocios: ofrecer contenido de calidad, fácilmente accesible y a un precio razonable. Esto, a simple vista, puede parecer el camino lógico de cualquier compañía que quiera abrirse paso económicamente, pero no debe de serlo tanto ya que a muchos nos sorprende este despliegue de medios para satisfacer a los consumidores. En las últimas semanas, sin ir más lejos, Rockstar Games ha presentado un versión porteada de tres juegos clásicos de la saga de Grand Theft Auto, que, por lo que vale medio año de suscripción a Game Pass, ofrece una experiencia que me atrevería a tildar (al menos, de momento) de bastante menos satisfactoria. Tampoco es una noticia inesperada el hecho de que el nuevo Battlefield haya salido al mercado en unas condiciones discutibles.

Frente a todo este aluvión de títulos a medio hacer, brilla la expectativa acerca del nuevo lanzamiento de 343 Industries, que, si bien no es perfecto, parte de una base bastante sólida. Para los seguidores de la saga Halo, la sensación que transmite Infinite recuerda a tiempos anteriores a la toma de mando de Microsoft. Pero tampoco es que todo haya sido un camino de rosas: este mismo título, que ahora alabamos gracias al estreno de su vertiente multijugador, lleva años recibiendo críticas fogosas acerca del estado de su campaña cuando esta se mostró al público para posteriormente retrasarse, inclusive desde HyperHype. Un sector del público esperaba con los dientes apretados poder probar el título para desatar su voraz y despiadado apetito de crítica, y se han lanzado a degüello con el primer acercamiento; para su sorpresa, el resultado no ha sido el que esperaban, si no que han visto a sus amigos y conocidos deshacerse en alabanzas acerca de la experiencia jugable de esta beta.

Queda mucho recorrido para considerar a Halo Infinite un juego completo, tanto en su modo historia (que llegará a medias en su lanzamiento, sin contar con las clásicas opciones cooperativas) como en lo relativo a su multijugador, el cual está llamado a ser uno de lo más longevos del actual ecosistema de first person shooters. De momento, la variedad de mapas no es muy elevada: hay pocos modos de juego y los tiempos de carga entre partidas son excesivamente largos. Por suerte, son problemas que pueden solucionarse sin una excesiva carga de trabajo, ya que la base del shooter futurista está ahí, y es ahí donde el amor al detalle da sus frutos, donde el jugador puede sentir que detrás de cada animación de movimiento y amago de disparo hay un trabajo, uno bien hecho.

En los distintos modos disponibles actualmente, destacan las partidas rápidas, donde de forma aleatoria lucharemos en equipos de cuatro en los modos disponibles. Modos entre los que se encuentran clásicos como atrapa la bandera, o la “bola loca”. Estas partidas amistosas sirven como práctica para el modo competitivo del juego, que plantea las mismas bases pero con algunas variaciones, como el arma inicial, que suplanta el rifle de asalto clásico  presente en las partidas rápidas por el rifle de batalla. Frente a este modo aparecen las guerras en equipos, que trasladan la acción a campos más amplios y grupos de doce. Pero, indiferentemente del tamaño del escenario, la locura está asegurada gracias a los distintos vehículos referentes en la saga y a todos los equipos ofensivos (como el gancho, una de las adiciones que más afectan a la dinámica de las partidas). Detenerse a pensar suele traducirse en salir volando por los aires. El frenetismo deja poco espacio a tiempos muertos, manteniendo en todo momento la atención del jugador.

Siendo el multijugador de esta entrega gratuito para todo el mundo, y partiendo de que muchas de las posibles ventas de la campaña quedarán sumergidas bajo las suscripciones a Game Pass, existe el miedo de que se busque la rentabilidad acudiendo en exceso a microtransacciones, como las que ya hay presentes para la adquisición de cosméticos. Todavía se presentan muchas incógnitas sobre el futuro de la saga, pero la imagen que Microsoft ha proyectado sobre los usuarios estos últimos años aboga por dar un voto de confianza al equipo. Empezando con buen pie, una semana después del lanzamiento de la beta abierta, aparece disponible para todo el mundo y de forma gratuita el primer evento, en forma de un pase de batalla que permitirá el desbloqueo de nuevas armaduras, un aliciente para jugar más partidas y que lucha contra la sensación de progreso lento que mucha gente aquejaba. Por muy bueno que sea un juego en el momento de su lanzamiento, si está pensado en ofrecerse como un servicio, es fundamental que el equipo de desarrollo continúe trabajando en él, trabajando en nuevas actualizaciones que aumenten el contenido y su variedad. Entrar en desarrollos mantenidos en el tiempo como este conforma una gran apuesta por parte de Microsoft, que puede culminar en grandes resultados o ser un agujero negro de billetes para la propía compañía.

No quedan muchas semanas para que también tengamos en nuestras manos la campaña (en solitario) que acompaña a la experiencia multijugador; campaña que, de paso sea dicho, estará en Game Pass desde su lanzamiento. A partir del 8 de diciembre todos podremos disfrutar de las nuevas aventuras del Jefe Maestro, y será entonces cuando comenzará realmente el proyecto, una vez abandone la fase beta. Escuchando a Phil Spencer y al equipo de 343, es fácil creer que va a marcar un hito en los shooters de esta época, pero mejor será esperar antes de formar conjeturas. Total, no queda mucho tiempo… y la espera se hace más amena si puedes aplastar a tus rivales con una bola loca en forma de cráneo o convertirlos en puré con un martillo gigante.

¡Nos vemos en el campo de batalla, Spartans!