Ley de Murphy

Hay productos que por lanzarse en una mala ventana de tiempo junto a otros títulos fuertes se han estampado y se han recuperado a duras penas. Asimismo, vivimos en un momento post-Cyberpunk 2077, donde muchas de las cosas que antes se perdonaban ya no son aceptables. Que después de lo que ocurrió con este juego se haya lanzado GTA: The Trilogy – Definitive Edition en un estado tan deplorable es un insulto. Sin embargo, hay momentos en los que, simple y llanamente, se tiene mala suerte. Estos errores suceden en el día a día en cosas como retrasarte 5 segundos en una tontería en casa y por ello llegar media hora tarde al trabajo, que Google Drive se caiga justo antes de hacer una entrega o que vayas a comprar un regalo por internet y en lo que tardas en ir al baño y volver se ha terminado el stock. Sin embargo, cuando hablamos de planificaciones de productos que han costado millones, el golpe que pensabas que podrías encajar de repente se convierte en una visita al hospital.

Talk about bullshit deaths… from battlefield2042

Battlefield 2042 no ha salido muy bien. El estado actual del juego es parecido al lanzamiento de cualquier otro título AAA de hoy en día, y si te gusta la saga vas a reencontrarte con viejos conocidos como matchmaking regulero, cargas que parece que sí pero no y crasheos aleatorios cual espada de Damocles. Sin embargo, esta vez se han juntado otros dos grandes muros. El primero son decisiones de diseño cuestionables para los jugadores y falta sustancial de contenido. Este juego se promocionaba como un retorno a las raíces del multijugador de la saga, con tráilers que recreaban momentos icónicos para los jugadores. Si a un jugador le dices que puede salir eyectado del avión, meterle un pepino a un jet enemigo y volver a entrar en tu vehículo como si nada claramente le estás diciendo que estás en su onda, pero parece ser que no. Sí, hay mapas clásicos de otras entregas, pero parece haberse priorizado que todo sea más grande a cambio de cortar por otros sitios que para los fans acérrimos son clave. Aparte, de nada sirve tener un mapa inmenso si vas a estar atravesando el suelo cada dos por tres.

La otra gran piedra en el camino es Halo Infinite. Era imposible saber que se iba a lanzar su multijugador gratuito (Battlefield 2042 es un título a precio completo) solo cuatro días antes. Había rumores de que saldría después de la conmemoración por el aniversario de Xbox, pero cambiar el lanzamiento con tan poco margen de maniobra es inviable. Hay que tener en cuenta que son dos juegos con una base jugable distinta, uno apuntando más al realismo bélico y lo espectacular y el otro con un rollo más arcade, ágil y distendido, pero con una gran cantidad de jugadores comunes. Y lo peor de todo es que ha salido absurdamente bien aún con algún que otro problema, pero al menos cumple la especificación mínima de un videojuego, que es poder jugar. Quizá es por los círculos en los que me muevo, pero la cantidad de clips de gente haciendo barbaridades en el multijugador de Halo es la misma que la de bugs de Battlefield 2042 y a la inversa. Además, después de la decepción te comes lo que sea con tal de que sea divertido, y estoy seguro de que más de uno ha pensado “para qué voy a gastarme sesenta eurazos en un juego roto si puedo pasármelo genial en este gratuito que acaba de salir”. Esto también afecta mucho a la percepción que se tiene de un producto: puede que ni Halo Infinite sea tan absurdamente bueno ni Battlefield 2042 tan absurdamente malo, pero que se hayan alineado los astros solo agrava el éxito de uno frente al rechazo del otro. Por supuesto ambos juegos están en el inicio de su vida y queda mucho por delante, pero este traspiés va a ser complicado de superar.

Esta es una maravillosa lección para la industria. Nada de esto sería noticia (o al menos no con tanto bombo) si el juego hubiera salido terminado. En estos últimos años estamos viendo una retahíla de juegos con una producción inmensa detrás que salen sin terminar y vendido como si fuera un pack completo. Supongo que la pandemia tendrá algo que ver, pero en una industria donde los retrasos son el pan de cada día es una excusa que se sostiene cada vez menos. Luego llega Microsoft, te saca Halo en la misma semana y como ese juego funciona y tiene más respeto por el consumidor te quedas con el culo al aire. Ojo, el juego no ha sido un fracaso ni mucho menos, solo hay que ver las cifras de jugadores actuales, pero de nuevo, solo es el principio. Esperemos que sirva al menos como toque de atención, aunque visto lo visto no parece que vaya a cambiar, pero se podría empezar atajando casos como estos.

A todo esto, Call of Duty: Vanguard salió, ¿no?