Recomendaciones fresquitas de domingo para un verano abrasador

Esta calurosa mañana de domingo, entre resacas y sudores fríos, muchos de nosotros – aquellos afortunados que ostentamos la deshonrosa suerte de llevar cuantiosas semanas desconectados de nuestros quehaceres laborales – nos levantábamos con una amarga noticia propia de todo periodo vacacional que se precie. Había pasado otra semana, nos hallábamos a escasas horas de agosto, y el verano, que para muchos no había hecho más que empezar, nos había trasladado a su ecuador sin darnos cuenta, y sin que apenas hubiésemos recaído en su mera celebración, dando lugar a una agónica e indeseable situación que, a poco que os inquiete u os atormente la fugacidad del tiempo, acaba siempre con un ferviente deseo de un extremo aprovechamiento de nuestros restantes días de libertad. ¿Y qué mejor manera de aprovechar el tiempo que consumiendo, ya no solo ocio digital, sino también cultura?

Si por algo han destacado estos últimos años de la industria, más allá de por los memorables lanzamientos que nos hayan podido dejar, ha sido por romper con lo establecido en más de un sentido. En lo que a la problemática que hoy nos incumbe, lo cierto es que hasta hace poco menos de una década el verano siempre se había antojado como una temporada árida: un vasto yermo en el que todo jugador se veía forzado a recuperar viejas glorias para su entretenimiento personal, o, en el mejor de los casos, a volver unos meses atrás para disfrutar de aquellas joyitas a las que no pudo echarle el guante en su día. Los tiempos, desde aquel pesimista entonces, han cambiado, y ahora no brillan por su ausencia los triples A que parecen esperar los meses de junio, julio y agosto para sorprendernos con sus innovadoras mecánicas, sus curiosas premisas y sus impresionantes modelados. El último de ellos, Fire Emblem: Three Houses, propuesta que aterrizó en nuestras Switch el pasado viernes 26 y que ha supuesto un antes y un después para una milenaria saga de RPGs, así como para un catálogo anual que precisaba de un golpe sobre la mesa. Independientemente del motivo que lo haga relevante, puede llegar a resultar muy sencillo emocionarse por un estreno de estas características; que nuestros instintos como jugadores no hagan más que obligarnos a hablar de él todo el día. Pero, para sorpresa de muchos, hay decenas de razones adicionales para estar emocionado por la industria, al menos, en lo que resta de verano.

Musts para todos los gustos que quizás no hayas jugado (pero que deberías):

  • Nier: Automata
  • Xenoblade Chronicles 2
  • Golf Story
  • GRIS
  • Eagle Island
  • Baba is You
  • The World Ends with You
  • Into the Breach
  • The Beginner’s Guide
  • Mother Saga

De hecho, antes de que acabe este mismo mes de julio – que también nos ha dejado entregas más que disfrutables, como el cooperativo Wolfenstein: Youngblood, los chicos de Freebird Games nos deberían de dar otra razón de peso para desempolvar nuestra Switch con el estreno de To The Moon, clásico independiente que, tras aterrizar en nuestros PC hace ya ocho añazos, debería de tener una segunda oportunidad en los días venideros. Ya entrando en agosto, a buen seguro podremos hincarle el diente a Remnant: From The Ashes, lo nuevo de Gunfire Games (padres de Darksiders III), así como al experimental Ancestors: The Humankind Odyssey, lo último de Patrice Désilets (creador de Assassin’s Creed). Todo ello no será más que un prólogo ante tan imponentes lanzamientos como son Control, Astral Chain, Blair Witch o incluso Man of Medan, el primer acercamiento a la nueva saga de aventuras gráficas de los que antaño nos sorprendieron con el exclusivo Until Dawn.

Las opciones no son precisamente escasas, y, sumadas al catálogo disponible hasta el momento para las plataformas actuales, dan lugar a un conglomerado interactivo en el que invertir horas y horas de nuestra vida, sin que ello derive en posteriores llantos frente al espejo. El verano es, a fin de cuentas, la mejor época del año para ponerse al día, pero también para aprender historia, arte gráfico, diseño de mecánicas, deconstrucción del mundo jugable y muchos otros elementos que se encuentran presentes en la gran mayoría de las aventuras citadas. Jugad mucho, y jugad con cabeza, contemplando con lupa las obras que pasan por vuestras manos. Quizás acabéis encontrándoos ante el verano más productivo de vuestra vida.