En el final de los tiempos recordaremos los inicios

En los límites del tiempo existimos, atrás quedan las historias épicas, en nuestra piel la incertidumbre de una actualidad funesta, y en el futuro los sueños de un mundo mejor, mas si la esperanza alguna vez habitó en nuestros corazones, ahora se difumina entre nuestros dedos. Cuesta mirar al frente sin temer, cuesta alzarse de nuevo sin saber cuándo será el próximo golpe, y en la añoranza de los tiempos pasados crecen los monstruos del presente, unos alimentados por la falsa nostalgia, por el erróneo pensamiento de que aquello estuvo bien, y guiándonos por la luz de una estrella ya muerta avanzamos torpemente hacia el vacío. ¿Debemos de rememorar aquello que existió y conocimos? ¿Debemos de idealizar el pasado que no curtió nuestra vida? Estas dudas son legítimas a la par de carecer de respuesta alguna, o por lo menos una que podamos considerar como absoluta. Es lícito conocer lo anterior para evitar aquello donde erramos, pero en los tiempos que corren, unos de crisis total donde el futuro apenas lo podemos vislumbrar, están volviendo a surgir fantasmas del pasado que en su momento ya erradicamos, cuyos errores conocimos y conocemos, pero que aun así se alzan cada vez con más fuerza. Vivir del pasado solo nos traerá dolor, y, de todas maneras, le seguimos haciendo hueco en nuestra casa, en nuestros corazones, y también en nuestras consolas, pues propuestas como Final Fantasy Pixel Remaster existen y responden a las propuestas de un mercado inundado por la nostalgia, aunque como he dicho, esta nunca es el camino.

Final Fantasy Pixel Remaster

No me puede cegar mi cruzada contra este tipo de acciones, no me parecería un trato justo, pues, aunque no son pocos los ejemplos donde productos de este tipo se lanzan de manera descuidada o incluso sin razón de ser, en esta ocasión sí que podemos intuir que obedece a una necesidad o solicitud por parte del público, que más allá de pecar de esta nostalgia, desea ver o poseer una saga como Final Fantasy en las consolas actuales. Si echamos la vista atrás veremos que la primera de las entregas se remonta al año 87, pero es que la sexta, la última dentro de la recopilación pues va desde el primero hasta el sexto, no vería la luz hasta el 94, 7 años después, y 4 años antes que mi nacimiento. Yo no he visto el lanzamiento de ninguno de estos 6 juegos, y de hecho no he poseído ninguna de las consolas originales de salida, aunque sí que he vivido el port a algunas consolas más actuales que he logrado adquirir, como la Game Boy Advance, y por ende Nintendo DS, la que tuve. Obviamente no seré el único en este contexto, y una buena parte de mi generación no puede mirar a estos juegos con dicha nostalgia porque, efectivamente, no los hemos vivido en ese contexto, solo los vemos como obras legendarias de una de las sagas más icónicas, como una pieza de museo expuesta sin mucha idea de lo que es, pero que para poder entenderlo debemos de pasar por algunas dificultades, desde adquirir la consola original o una donde se relanzó más adelante, hasta una de las más difíciles, conseguir el juego en cuestión, momento en el que entra la especulación.

Que me caiga un rayo el día que defienda fervorosamente los remakes, remasters y demás jugadas por parte de las empresas para sacar la mayor rentabilidad económica en el menor tiempo posible. Pero esta situación, posiblemente, sea de las pocas en las que podemos hacer una “excepción” si le podemos decir así. Los años que tienen detrás estos títulos, lo esparcidos en el tiempo que están y las consolas donde se encuentran, y por tanto la dificultad de poder adquirirlos, son los motivos por los que sería capaz de levantar la mano. Muy posiblemente, si a día de hoy queremos poseer estos títulos para jugarlos, independientemente de las consolas en las que salieron, tendríamos que desembolsar una cantidad mucho mayor que la que pagaríamos en caso de comprar Final Fantasy Pixel Remaster, pues aunque su precio no está dentro de los estándares que digamos, alcanzado los 75€, individualmente los podemos adquirir por 12 o 18€, siendo los dos primeros los más baratos. Un rápido vistazo al mercado de segunda mano nos ofrece una vista espantosa, y es que, a pesar de no ser precios exagerados sabiendo los que alcanzan algunas obras, son infinitamente superiores a los ofrecidos en esta versión. No es lo único a considerar si estamos tentados de adquirir Final Fantasy Pixel Remaster, ya que este port a las consolas actuales permite unificar bajo una misma consola, o las que poseamos, el comienzo d dicha saga, pero tal vez la novedad más importante no es otra que las mejoras en calidad de vida que esta versión remasterizada ha traído. A día de hoy, lanzarse de lleno a juegos RPG de aquella época es, entre otras cosas, bastante duro. Ya sea por el farmeo o mismamente por los tiempos, no es algo que a día de hoy consideremos atractivo, y es por ello que desde el comienzo, y de manera bastante sencilla, podremos activar una mayor velocidad de nuestros personajes, desactivar los combates aleatorios o incluso conseguir más experiencia después de cada enfrentamiento, evitándonos la repetición prolongada de luchas sin sentido, dándonos así la oportunidad de ir más de lleno a la historia. Es importante recordar, sobre todo a los sectores más conservadores, que no tenemos por qué activar dichas opciones, y que si nos apetece sufrir de mil maneras podemos jugar de la manera más clásica, allá cada uno con sus filias.

Final Fantasy Pixel Remaster

Es cierto que a día de hoy tenemos un problema en la industria del videojuego, esta mirada constante y mantenida a los tiempos pasados nos está dando como resultado una ingente cantidad de juegos remasterizados, de remakes mejores o peores, de diversas aproximaciones a productos mucho más atrás en el tiempo, lanzados en épocas distintas y enfoques que a día de hoy difieren radicalmente a los de aquel entonces. Pues claro que más de una persona disfrutará de estos trabajos, yo incluido, gracias a Final Fantasy Pixel Remaster he podido jugar a estos títulos, y es cierto que tenía curiosidad por alguno de ellos. Es normal que alguna de estas remasterizaciones me acabase gustando, ya solo por probabilidad, pero eso no puede alejarme de mi visión al respecto, y al problema que creo que afecta a esta industria tan empeñada en centrar su foco en la nostalgia. Que muchas de las grandes empresas de este sector hagan de su principal foco el volver a traer sus obras pasadas a los tiempos actuales aleja la mirada del futuro, prácticamente por cada juego “nuevo” que se lanza tenemos una contraparte con el remake de turno. Que tengamos el mismo número de títulos de The Last of Us que de remakes/remasterizaciones da buena cuenta de esta situación. ¿Es este el futuro que deseamos para la industria? ¿Ciclos donde cada X años donde revivamos, de nuevo, juegos que apenas se lanzaron unos años atrás, junto a juegos que tal vez sean mayores que nosotros? El peligro de la nostalgia es evidente, que lo cortés no quite lo valiente, pues aunque celebre un producto, estoy en contra de la práctica, y así será por siempre.


Esta crítica se ha realizado con un código de descarga para PlayStation 4 cedido por PLAION.