Un paso en la dirección correcta

Unos tantos y otros tan poco, unos tan de darlo todo, ceder y dar parte suya por un bien mayor que muchas veces es ajeno y diferente al bien personal, mientras que otros recogen sin compartir, ocupan todo lo que pueden y más, sin dejar espacio a otros vientos. Unos empáticos, otros egoístas. En este mundo los intereses son el primer motor en todas las ramas, en lo social, lo económico, allá donde miremos solo encontramos medias verdades que ocultan realidades feas, y pocos son los que se plantan delante, las desenmascaran y trabajan por todo lo que los demás no hacen, por asegurar un futuro mejor para las personas.

En lo que a la industria del videojuego se refiere, estas actitudes se repiten hasta la saciedad de manera sistemática, un ritual que se ha acontecido desde los inicios de la misma como un mantra del que no nos logramos separar, específicamente cuando hablamos de las jornadas laborales, explotar a unos muchos para el beneficio de unos pocos. Son múltiples noticias las que se han acontecido durante estos últimos años, unos años en los que se empieza a formar un ojo crítico que ve de manera negativa, como siempre tendría que haber sido, las actitudes tóxicas de las empresas, y el abuso que estas cometen sobre sus trabajadores, jornadas inhumanas, malos tratos, abusos de poder, un amplio historial que ojalá viéramos reducido con prácticas como las llevadas por Young Horses, creadores de Bugsnax, y la implantación de las jornadas de trabajo de cuatro días a la semana.

Bugsnax

Este debate llegó hace no mucho a España, cómo de factible es la implantación de un sistema donde solo se trabaje cuatro días a la semana, como llevamos viendo durante un tiempo en diferentes países. En cuanto tomó relevancia, no fueron pocas las voces críticas, las mismas de siempre, las que saltaron a criticarla, ridiculizarla y de manera totalitaria decir que algo así es imposible, tachando de vagos a sus defensores. Claro que es un sistema que difícilmente se podría implantar, sobre todo porque más de uno pensaría que menos jornadas implica menos dinero pues hay menos trabajo, y aunque es así, el punto está en las antípodas, pues este sistema no busca la mayor rentabilidad en la cantidad de horas de trabajo, sino en dar a los trabajadores hueco para su vida personal y una mayor conciliación entre esta y la laboral, sin que la segunda se acabe zampando a la primera. Estos son algunos de los argumentos esgrimidos por los creadores de Bugsnax, quienes ya realizaron pruebas en julio para comprobar el funcionamiento y si verdaderamente daba resultados, dando como respuesta un abrumador éxito que se ha reflejado en la oficialización del sistema este mismo septiembre.

La cantidad total de horas semanales no ha sufrido un gran cambio, pues han pasado de las 35 horas en cinco días de trabajo a las 32 horas en cuatro días, dejando solo en tres horas semanales la diferencia. Esta rápida incorporación en el día a día ha sido relativamente sencilla gracias al reducido tamaño del estudio detrás de Bugsnax, siendo compuesto por 8 integrantes, un número que permite flexibilidad a raudales y que da como resultado estas mejoras en las vidas de los trabajadores, pero no por ello es excusa para que los grandes estudios no puedan trabajar en ello, en todo caso los pone entre la espada y la pared.

Los creadores de Bugsnax marcan un hito, y mientras son los más pequeños los primeros en dar un paso hacia adelante y trabajar por un futuro mejor para la industria, los múltiples casos abiertos sobre la explotación laboral, los abusos y acosos viene mayoritariamente de grandes empresas que incluso defienden sus acciones como vimos hace no mucho con Naughty Dog, de sobra conocidos por sus casos de explotación. Apoyemos a quienes ven más allá de la rentabilidad económica y se deciden a apoyar a las personas, dejemos atrás a quienes causan dolor y malestar, y hacen retroceder a una industria entera con sus prácticas, y abracemos a los que se enfrentan a un problema común con la frente en alto, y luchan por un futuro mejor.