El vicio que está por llegar

Esta semana ha sido el Steam Next Fest. Puede que, como suele pasar en estas ocasiones, no hayáis tenido tiempo de probar las diferentes demos que han estado disponibles estos días. Por suerte, como acostumbro a hacer siempre que puedo, recorro un buen tramo de ese pozo infinito de juegos indies que tienen una pinta estupenda y los reúno aquí, en forma de píldoras, para que todos podamos tenerlos en mente de cara a los meses (o años) venideros.

Obviamente me ha tocado hacer una selección por varios motivos. Por un lado, el artículo que estáis leyendo podría ocupar varios miles de palabras (y el editor probablemente apueste por mi exterminio). Pero, sobre todo, varios de los juegos que he podido probar no cumplen demasiado, o no han terminado de convencerme. Como aquí no estamos para denostar de primera mano trabajos no finalizados, mucho menos aún proviniendo de pequeños estudios, solo aparecerán aquellos a los que creo conveniente seguirles la pista (y aún así, es posible que echéis en falta alguno teniendo en cuenta el enorme número de demos). Sin más dilación, comencemos:

Mika and the Witch’s Mountain

El primer juego de la lista no podía ser otro que el nuevo proyecto de Chibig Studio. Con su evidente inspiración en Ghibli, no solo por la estética de algunos personajes, sino por el propio concepto de bruja repartidora, estamos ante uno de esos títulos en los que simplemente dar una vuelta y conocer a los habitantes del lugar será gratificante. Pero, además, como alguien que ha echado horas llevando paquetes en Euro Truck Simulator, dejar el camión para encarnar a una brujita que vuela resulta, cuanto menos, apetecible. Tiene mucho potencial para que disfrutemos de perdernos por el entorno y mejoremos nuestra escoba. Solo espero que esté lleno de secretos que explorar.

Rusted Moss

Este es otro juego que llevo siguiendo desde hace mucho y que llama la atención por su movilidad. Tras unos minutos en la demo podemos utilizar a nuestro acompañante a modo de gancho para adherirnos a las paredes mohosas y balancearnos por todas partes. Esto se convierte en una dinámica de plataformeo muy divertida que combina estupendamente con un combate que, si bien parece simple, puede llegar a ser bastante profundo gracias a las diferentes estadísticas que proporcionan los abalorios. Todo ello enlazado por una narración que, de momento, se antoja misteriosa y atrayente.

Gunbrella

De un juego en 2D pasamos a otro. Esta vez, con un tono bastante diferente y un movimiento igual de gratificante que, además, combina con el mejor equipamiento posible: un paraguarma. Vale sí, me he inventado la traducción, pero no negaréis que es buena. Como imagináis, cumple la función de taparnos de la lluvia. Pero somos un rudo hombretón al que eso le da un poco igual, así que vamos a usarlo como paravela, como dash direccional, como anclaje de tirolina y hasta como escudo antibalas (que incluye, como no, un parry a los disparos). Pero claro, no es un paraguas sin más, es un paraguarma. Y como todo paraguarma que se precie, puede reventar cabezas a escopetazos. Todo ello dentro de una estética que aparenta western y que pronto torna hacia un steampunk pesadillesco lovecraftiano. La perfección, vaya.

Ribby The Game

Este es un título curioso. Un juego que, pese a su apariencia simplona, posee un toque retro y una gran personalidad, teniendo claro desde el primer momento cómo tratarnos a nosotros, jugadores que vamos a disfrutar de la aventura. Plantea numerosas conversaciones adultas de esas que encontramos en formato simplificado, aparentemente infantil. Más allá de su humor y de su inspiración en las aventuras top-down, su jugabilidad promete ser interesante, como apunta el final de la demo, medido a la perfección para dejarnos en ascuas.

Sons of Valhalla

Este es, junto a otros que veremos a continuación, uno de los juegos que más me ha sorprendido. Si obviamos la enésima representación del clásico guerrero nórdico y sus dioses, que tan de moda ha estado estos últimos años, queda un título que apuesta por una premisa interesante. Al inicio moriremos y bajaremos del palacio de Odín cayendo del cielo. Todo apunta a un roguelite convencional, donde cada muerte nos hace volver a empezar. Y en cierto modo, es algo así, pero pronto tenemos que empezar a organizar campamentos militares y unidades de combate. Todo se convierte en un RTS en 2D donde tenemos que conquistar el campamento enemigo estableciendo puntos intermedios para dominar la zona, siempre gestionando nuestra economía y recursos para organizar los ataques en oleada.

Wandering Sword

De la ambientación nórdica pasamos a la Antigua China. Y con una estética que recuerda Octopath Traveler y su pixelado incluido dentro de un entorno 3D que simula ser una maqueta. Wandering Sword es una aventura de género “Wuxia” donde las artes marciales tienen todo el protagonismo. Si sois como yo y os flipan las historias místicas de los héroes en las montañas aprendiendo técnicas y peleando delante de una cascada milenaria, os fascinará este RPG. Porque sí, estamos ante un juego donde conversar, equiparnos, subir estadísticas, aprender habilidades, tener diferentes roles para los personajes, recolectar materiales, etcétera. Además, unas batallas por turnos tácticas nos obligarán a prepararnos bien, seleccionando compañeros entre los NPCs que hagamos nuestros amigos. No sé cómo de profundo será el juego definitivo, pero por lo visto en la demo pinta alucinante.

Planet of Lana

Este es uno de los juegos más conocidos por su presencia en conferencias y eventos; y uno de los que ansiaba probar, todo sea dicho. Es imposible no recordar los títulos de Playdead al verlo, pero al jugarlo esto se hace más presente aún. Tendremos que resolver puzles del entorno moviendo una caja a determinado sitio, habrá que correr a través de las plataformas cuando nos persigan enemigos, etcétera. Por suerte, un bichejo gatuno nos acompañará en la aventura, aunque esto nos obliga a velar también por su seguridad, no solo por la nuestra. El juego entra mucho por los ojos, aunque la premisa de seres oscuros y robóticos persiguiéndonos aquí y allá está algo manida.

Fabledom

Un juego de gestión civil donde organizar a los ciudadanos al estilo Banished (y otros tantos), aunque bastante menos despiadado de lo que acostumbra el género. Nos propone casarnos con un príncipe o princesa de otro reino, para lo que tenemos que conseguir que el nuestro prospere y sea suficientemente funcional. Podremos ir ampliando las zonas, recolectando recursos y, en general, todo lo que esta clase de títulos acostumbra a presentar. Sus principales elementos diferenciadores parecen ser el politiqueo y la diplomacia, pero no pueden experimentarse en la demo y, por tanto, toca esperar.

Plan B Terraform

De gestionar un reino a gestionar un planeta hay un gran paso. Ese paso lo da Plan B Terraform, que propone terraformar un mundo entero en tiempo real, con toda la maquinaria funcionando al mismo tiempo. Sigue la estela de títulos como Factorio, pero es una apuesta interesante a tener en cuenta para cualquier fanático del género que ya haya acabado con las 500 o 600 horas que echaron al último juego de automatización.

Radio the Universe

Un título cuya estética y ambientación nos generan cierta incomodidad (en el buen sentido) desde los primeros instantes de la demo, siempre manteniéndonos atentos a qué puede suceder a nuestro alrededor. La “pesadez” de todo el movimiento, debida a los elementos robóticos de la protagonista, acompaña una acción ágil pero potente, que se traslada al combate generando golpes que se sienten a los mandos. Como comentan en Anait, lleva mucho tiempo en desarrollo, por lo que no queda sino esperar que el título pueda salir en condiciones, pues deja un gran sabor de boca.

Dungeon Drafters

Una de las apuestas más curiosas. Y es que, aunque mezclar mazmorras, roguelite y cartas no sea tan original a día de hoy, sigue siendo algo único cuando se hace bien. Y lo que podemos probar de Dungeon Drafters demuestra que está bien hecho. La demo nos deja experimentar con todos los personajes, viendo qué cartas y estilos pueden usar cada uno en un dungeon crawler que promete mucha gestión a la hora de preparar los mazos. Parece que, como bien llevamos haciendo años, tocará aprender qué hace cada enemigo y cómo superar mazmorras con eficiencia. Y esto es algo que hacemos bien satisfechos.

The Last Case of Benedict Fox

Benedict es una especie de detective que se encuentra inmerso en un caso que le toca muy de cerca. Parece una historia más de ambientación noir, pero pronto vemos que incluye elementos sobrenaturales, como una especie de demonio interior que proporciona poderes. Más allá de buscar pistas dentro de detallados escenarios, tendremos que explorar una especie de plano alternativo donde luchar contra seres de pesadilla, que proporcionan al conjunto un toque lovecraftiano. Un título que combina la lectura y la investigación con una acción más propia de los plataformas en 2D, aunque no sabemos cómo de complejo podrá volverse el combate una vez el juego esté completo.

Shadows of Doubt

He dejado para el final el título que más me ha sorprendido. No es el mejor juego, entendiendo “mejor” en términos absolutos, pero es el que más minutos he aprovechado (un total de 90 permite la demo). A priori no parece nada del otro mundo: nos propone resolver casos como detective en una ciudad estilo noir con un toque cyberpunk (uno podría pensar en Nivalis, proyecto de los creadores de Cloudpunk). En este caso, Shadows of Doubt nos propone jugar como un detective cuyo nombre y pronombres elige el jugador. Pero la personalización no acaba ahí. Podemos seleccionar un nombre para la ciudad y utilizar semillas para aleatorizar el entorno. De momento, en la demo solo podemos jugar en una ciudad “pequeña”, con solo unos pocos bloques de edificios, pero en el título completo la cosa irá más allá. Lo curioso es que casi todo tiene posible interacción. Empezamos despertántonos en nuestra cama y encendiendo las luces de nuestro apartamento. Pronto, un asesinato llama nuestra atención y nos proponemos resolverlo. Como si tuviéramos un sótano lleno de hilos rojos que enlazan las pistas entre sí, tenemos la posibilidad de acceder a un menú donde organizar todo el caso, seleccionar rutas a seguir, etcétera. Además, incluye un inventario donde llevar ciertos objetos que podemos utilizar (o no) para ayudarnos con el caso. El clima y cualquier situación nos afecta, así que estará bien gastar dinero en café o comida, pero también podemos investigar preguntándole a transeúntes, vecinos y propietarios de negocios. Un immersive sim en toda regla que promete partidas únicas donde infiltrarnos en lugares, indagar a través de pistas y acabar resolviendo casos tras numerosas horas de paseo por la ciudad y sus enormes edificios.


Cerrando este repaso por el Steam Next Fest de febrero, hemos dejado, como decíamos al inicio, algunos títulos en el tintero. Hay ejemplos como Void Train, Dark and Darker y Darkest Dungeon II que poseen popularidad de sobra para colocarlos en los más jugados, por lo que suficientes streamings y vídeos rondan internet estas semanas. Por ello nos centramos en el vicio que está por llegar, pero intentando dar voz a algunos de los más desconocidos o, en su defecto, aquellos que nos resultan más curiosos o interesantes de cara a tener expectativas. Hasta la próxima.