¿Otra vez? ¿Otro caso más?

No todo es sencillo en esta vida, ojalá fuese así y no tener que preocuparnos por tantos problemas, pero me da en la nariz que independientemente de todo el esfuerzo que queramos poner para evitar los conflictos, antes o después nos toparemos con ellos de frente como el más rígido de los muros. Esta es la realidad que vivimos, y no podemos negarla, aunque temo que aun conociendo el mundo en el que nos movemos, no resulta más sencillo saber salir adelante después del conflicto. Una vez dicho esto, nos toca entrar de lleno a esta tierra de grises que se extiende por internet como el desierto, un lugar donde no es que no haya ni buenos ni malos, sino que los hay, pero no terminamos de saber todo el contexto. En esta ocasión nos volvemos a topar con la relación entre desarrolladores y publishers, una que cada X tiempo vuelve a sacar algún problema, principalmente por abusos de los segundos a los primeros, aprovechándose del desconocimiento y buena fe de desarrolladores independientes, algo que parece haber ocurrido de nuevo, o no, pues a ciencia cierta y por lo que he podido investigar, no termino de tener la imagen completa, ya que lo ocurrido entre Conrad, desarrollador principal en Conradical Games durante el desarrollo de The Outbound Ghost, y Digerati, publisher encargada del lanzamiento de dicho título, es otro caso más que solo el tiempo dará la razón a uno de los dos.

Para poner en contexto, The Outbound Ghost es un lanzamiento independiente bastante esperado, ya que entre sus hitos conseguidos antes siquiera de su lanzamiento es la capacidad de haber podido financiar su proyecto a través de una plataforma como Kickstarter, llegando a recaudar un 285%, una cifra más que notable para un juego independiente. Desde ese momento el desarrollo fue avanzando, y el movimiento en redes se hacía notar, pues en su cuenta tienen casi 20 mil seguidores, un número muy alto demostrando que se ha hecho un buen trabajo en la parte de marketing y comunicación. Todo pareció truncarse en la recta final, concretamente con el lanzamiento, pues dio errores de lag, caídas de frame y demás problemas técnicos, especialmente en la híbrida de Nintendo, algo que llevó a los seguidores y backers a alzar la voz con las quejas correspondientes, apuntado al estudio y al publisher, siendo este último el que mencionó que se estaba trabajando en ello. Sin embargo, parece que no era así en realidad, ya que Contad sacó un comunicado explicando la situación, cómo había perdido control de su juego en las tiendas a manos del publisher, que sacó una versión anterior a la final y sin darle posibilidad a cambiarlo, dejándolo completamente de lado de su propia obra, un movimiento que hemos visto en más de una ocasión por desgracia. La cosa se complica más cuando Digerati salta a escena con otro vídeo hablando sobre The Outbound Ghost, explicando que la relación entre ellos y Conradical Games había sido cordial hasta el momento del lanzamiento, cuando desde el estudio decidieron alejarse, romper todos los lazos e intentar el juego de las tiendas digitales, algo que, sinceramente, me resulta bastante extraño.

Todo esto huele muy turbio, un desarrollador que pierde acceso a las tiendas donde está su juego, que pasa a estar manejado exclusivamente por el publisher, esta historia la he leído antes, como en el caso de Frogware, donde, tras diversos problemas en la relación, la publisher se decidió a empezar a vender versiones antiguas del proyecto como si todo estuviese bien, dejando completamente de lado a los desarrolladores. Desconozco si esto es o será así, solo podemos esperar a cómo se va desarrollando, pero me huele, una vez más, a un abuso de poder de gente que lleva suficiente tiempo en la industria y en posiciones con ventaja, todo para aprovecharse de desarrolladores pequeños que, por desgracia, apenas tienen protección o grupos/sindicatos en los que apoyarse, y me da que no soy el único al que le apesta todo esto. Esta es una industria joven que apresuradamente se lanza a cometer los mismos errores que se le lleva reprochando a otras con mucha más carrera, y temo que, como siempre, no será la última vez que los problemas vuelvan a la palestra.