"I'm a Need For Speed player and I'm heavy in the streets, .22 or .23, I'm heavy with the heat"

El momento en el que comenzamos a seguir una saga es maravilloso. Nos damos cuenta de que realmente nos llama el trabajo que depositan en dichas franquicias los desarrolladores; de que nos interesa ese universo capaz de entretener, divertir, inspirar e, incluso, hacernos conocer a otras personas con gustos similares – en pocas palabras, socializar -. Realmente para que dichas emociones salgan a flor de piel ni siquiera tiene por qué ser una saga de varios títulos; con estar ante un título apreciado por un cierto número de personas, así como con la inquietud artística propia del resto de vías, es suficiente. Es eso lo que, considero, nos lleva a no poder dormir, a contar las horas, a lanzarnos despediadamente a las reservas y a estar pendientes del estado del título, o, mejor dicho, de cuándo hay alguna noticia de que una idea ha sido puesta en marcha.

A lo largo del desarrollo van surgiendo diferentes etapas del proyecto: alphas, betas, accesos anticipados, etc… un conjunto de assets y varias líneas de código acaba evolucionando en un videojuego con todas las letras, listo para poder ser probado en todos sus aspectos. Pero cuando llega el momento en el que un título pasa a su estado Gold, eso solo significa, para los más fieles seguidores, una cosa: desembolso de dinero inmediato. Puede que ese sea mi caso en el día de hoy – ni confirmo ni desmiento -, así como el de muchos otros jugadores y jugadoras que, al igual que yo, no tienen suficientes uñas como para amenizar la espera hasta el próximo 8 de noviembre.

Ben Walke, director internacional de compromiso comunitario (Global Community Engagement Manager) de Electronic Arts, anunció a través de la red social Twitter que la nueva entrega de la famosa saga de carreras Need for Speed, Heat, ya ha visto concluido completamente su desarrollo, y ha sido enviada para ser grabada en soportes físicos y subida en tiendas digitales. Se trata de una noticia especialmente agradable, dado el considerable tiempo que resta hasta su salida y la escasez de anuncios sobre futuros parches o contenidos descargables, lo que bien podría significar que podríamos encontrarnos ante un desarrollo limpio, exento de malas prácticas como ‘crunch, y de carácter cerrado. Puede que Ghost Games haya aprendido de sus errores, después de todo.

En Heat habrá mucha tralla. Lo primero es que encontraremos dos modos de juego bien diferenciado, encontrándose el primero enfocado en las carreras diurnas – donde los jugadores competirán en Speedhunters Showdown, modalidad basada en sprints reglados donde se podrá conseguir fácilmente la moneda “bank” para personalizar nuestras máquinas de cuatro ruedas – y el segundo en las nocturnas – disponiendo este del elemento “underground”, donde podremos dejarnos la piel en conseguir reputación para así poder ser los corredores más reconocidos -. Obviamente no va a ser tan sencillo, ya que las fuerzas de la ley harán todo lo posible para que no consigamos hacer en paz nuestros donuts y derrapes.

Sin embargo. lo mejor no es eso, que al fin y al cabo son características que eran de esperar. Lo mejor de todo este asunto, es que, como bien he anticipado, Need for Speed Heat no tendrá ningún sistema de lootboxes ni microtransacciones. Lo único que podremos adquirir será “pack de ahorro de tiempo” el cual, como bien indica su nombre, hace que ahorremos tiempo gracias a la revelación en el mapa de las posiciones de los coleccionables.

Decir resta a los jugadores de PC que esta semana se publicarán los requisitos definitivos de Heat, por si tenemos que ir desembolsando parné para CPU’s nuevas o más RAM. Independientemente de dichos datos y de su correspondiente optimización, creo que este nuevo Need For Speed estará, tras varios años de sonadas decepciones, a la altura de su leyenda. Si es que, al final del día, los amantes de esta saga no pedimos tanto: con tal de darnos algo de buena música, un puñado de policías relativamente listos y talleres donde personalizar y mejorar nuestro “bugga”, sobra.