Un cuento tan antiguo como el tiempo
Estoy cansado. lords of the fallen iiEstoy cansado de que la Guerra Cultural™ opaque la conversación mainstream acerca de las películas, series y, sobre todo, videojuegos cada vez que se anuncia un nuevo lanzamiento. Aun así, aquí estoy participando como otro peón más en este sinsentido, pero es que me resulta especialmente molesto cuando el mismísimo CEO de un estudio use el discurso de que el progresismo está acabando con el arte por incluir cosas tan inofensivas como un creador de personajes con una opción de “Cuerpo A/B” en vez del antiguo “Hombre o Mujer”, desviando totalmente la conversación sobre la dudosa calidad de sus propias obras y apelando a una minoría bulliciosa que más que buscar jugar a los juegos pareciera que busca hacerse pajas con sus personajes femeninos. En este caso, faltaría más, estamos hablando del ya anunciado Lords of the Fallen 2.

Marek Tyminski, CEO de CI Games, salió a la palestra el 14 de diciembre al lanzar la incendiaria declaración:
En su momento, aquí en HyperHype analizamos Lords of the Fallen (el reboot de 2023) y nuestras impresiones principales fueron que el juego pecaba de tosco, con un posicionamiento de enemigos muy poco pensado y con un rendimiento cuestionable; en ningún momento nos pareció que lo que separaba a la obra de Hexworks de la grandeza fuese la corrección política ni mucho menos la falta de mujeres con armaduras reveladoras.
La pipeline de fracasado a anti-woke grifter

Gwyndolin, ¿qué te han hecho?
No es la primera ni será la última vez que veremos a un individuo o empresa que han fallado en cumplir con sus expectativas financieras usar el discurso anti progresismo/corrección política para agitar las aguas y rascar unas cuantas compras de los ilusos de siempre o bien para desviar la responsabilidad de su propio fracaso hacia un factor externo.
Este tipo de comportamiento se puede ver en todos los niveles del mundo del entretenimiento, desde pseudo-críticos con una dieta literaria bastante cuestionable que se quejan constantemente de que ahora todo es progre y que deberíamos volver a los valores tradicionales (traducción: costumbres altamente conservadoras y que coquetean con el neo-nazismo), hasta los mismos estudios que se llenan la boca con promesas de escuchar a los verdaderos gamers™ (traducción: poner personajes femeninos destinados a las pajas y evitar todo tipo de disidencias) como fue el caso de Shift Up (estudio responsable de Stellar Blade) y ahora de CI Games.
Sobra decir que, al menos por mi parte, evitaré a Lords of the Fallen II como la plaga y, seguramente, todo lo proveniente de CI Games o futuros estudios en los que esté involucrada gente de la calaña de Marek Tyminski. Hace unos años, cuando me daba el mono de jugar un souls-like cada tres meses, probé el primer Lords of the Fallen (2014) y me bastó jugar un par de horas para saber que el juego apuntaba a ser una versión sacarina de los juegos de From Software y ni siquiera eso logró hacer del todo bien, y pareciera ser que el reboot de 2023, si bien mucho mejor recibido por la crítica y los jugadores, no llegó a ser mucho más que su predecesor.
La única razón por la que siquiera le presto atención a estos sujetos es porque sé que, por muy bajo que sea el nivel discursivo de la Guerra Cultural™, esta sigue afectando a gente de la vida real, gente que aprecio mucho y que no merece estar en el fuego cruzado de discursos sin sentido solo por no encajar en lo que la cultura hegemónica espera de ellos. Y, después de que el futuro presidente de mi país —un nazi de tomo y lomo— se haya paseado por distintos países, haciendo conferencias sobre el daño que le hizo a Chile el tener a un “presidente woke“, me toca especialmente los cojones que unos bobalicones sigan echándole leña al fuego solo porque no saben cómo promocionar sus juegos. Mucho menos, hacer juegos de calidad.