Justo hace seis días, la saga vio por primera vez la luz

Animal Crossing comenzó sus andadas en la archiconocida Nintendo 64. Famosa entre los jugadores de todo el mundo – sobre todo, por un lanzamiento en particular para la consola portátil Nintendo DS – presenta un acabado cartoon diferenciador, así como determinadas características más que destacables como el mero hecho de que sus capítulos se han desarrollado con el objetivo de tomar el tiempo real como el propio tiempo del juego para así ajustar la simulación que ofrecen al máximo. Supongo que ya está claro de qué título voy a hablar en este segundo artículo de “En(tren)tenidos”, pero creo que vale la pena fijarse en esta joya para dispositivos móviles titulada Animal Crossing: Pocket Camp.

Cuando comencé a jugar a este simulador de vida hace más o menos un año y medio, me atrajo por la sencillez con la que se efectúan las tareas. La saga no quiere complicarte la vida o ponerte a prueba: lo único que quiere es que pases un ratito entretenido tanto con las tareas como con las conversaciones que tienes con los graciosos animales que habitan los entornos de ese universo. No puedo decir demasiado de las anteriores entregas de la saga, pues lo voy jugando todos poco a poco, pero realmente al que más tiempo le he dedicado es a este. Supongo que también se debe al hecho de poder llevarlo a todos los lugares como en este caso bien podría ser un tren, que, al fin y al cabo, de eso tratan estos artículos.

Animal Crossing: Pocket Camp

Y, ¿por qué este juego es un bien pasatiempos? Por varias razones. La primera – y la principalm como ya dije unas líneas más arriba – es la sencillez que presenta el conjunto de las características que ofrece. Realmente no existe un desafío como tal, ya que lo único que vamos haciendo es hablar con los campistas, facilitar a estos algunos materiales a cambio de los cuales recibiremos parné y materias primas, y poquito más. Podemos ir creando muebles para así poder invitar a diferentes campistas a nuestra parcela o cabaña, y también disponemos de diferentes lugares a los que ir para pasar el rato y explorar. Incluso podemos mejorar y customizar nuestra autocaravana gracias a los servicios mecánicos que nos ofrece el trío pingüino.


Animal Crossing: Pocket CampAnimal Crossing: Pocket CampAl contar con un acercamiento a la simulación geotemporal, Pocket Camp también dispone de una gran variedad de prendas de ropa que se van actualizando cada cierto tiempo, ofreciéndonos así contenido original. Tampoco faltan interacciones con los habitantes de aquellos lares, pudiendo cambiar sus ropas u ofrecerles chuches o dulces para que así suba el nivel de confianza y pasen a ser más extrovertidos con nosotros. Y si todo lo que te voy contando te sabe a poco, el título nos ofrece constantemente retos y eventos que son bastante originales, aunque no suponen un gran esfuerzo. Puede que eso aleje a algunos por el nivel prácticamente nulo de dificultad, pero os aseguro que a este juego le pega totalmente esa “sencilla complejidad”.

Dicho esto, creo que uno de los elementos que más valor tiene, al menos para mí, es que “los billetes hoja” – que es una moneda virtual adquirida con dinero real o a través de completar tareas dentro del juego-  es relativamente sencilla de conseguir.

Pocket Camp no es el típico juego donde debes sangrar sí o sí para poder conseguir algo bueno. Con tal de conectarte a diario justo en esos ratitos de tren, puedes ir acumulando esa moneda “Premium” para así poder adquirir objetos e inmobiliario realmente interesante. Siempre intento mencionar el tema de la economía de videojuegos para dispositivos móviles, más que nada por el hecho de que en muchos de estos llega un momento en el que si no sangras acaba resultando extremadamente fácil quedarse estancado, obligándote de manera indirecta a pasar por caja.


Si bien no creo que esté artículo se pueda considerar una review exhaustiva del mismo, creo que con Pocket Camp Nintendo nos ha vuelto a sorprender a muchos con el don que tiene para prosperar en la industria. Están prácticamente en la cima, y no fruto de pura suerte. Son años de trabajo, investigaciones, y supongo que también se debe a la originalidad nipona que desprenden. Sabemos perfectamente que si no fuera por ello, tanto Europa y sus vecinos no consumirían a esa escala productos provenientes de Japón.

Tampoco debemos olvidarnos de que muchísimas sagas han desviado una parte notable de sus recursos al sector móvil y han fracasado. En cambio, Nintendo supo hacerlo y gracias a ello, podemos disfrutar tanto a ratos cortos como a no tan cortos de uno de los simuladores de vida más respetados y queridos por los jugadores en todo el mundo. Nunca entenderé cómo lo hacen. Quizás alguien haya vendido su alma al mismísimo diablo, o quizá se trate de algo que ni las fuerzas del mal son capaces de conceder… Reggie, ¿eres tú?

En(tren)tenidos – VOL I Cure Hunters