La estigmatización de las personas atractivas

Dispatch, el juego debut del estudio formado por veteranos de Telltale, Ubisoft y Night School Studio, AdHoc, se ha convertido rápidamente en uno de los juegos más relevantes del año, con miles de personas jugando y comentando los ocho capítulos en los que se divide su historia. Sin embargo, otra cosa que también ha destacado de la serie interactiva es el diseño de sus personajes, debido a lo absurdamente atractivos que resultan en su inmensa mayoría. Hay muchas obras dentro de la industria que nos presentan a personajes atractivos (especialmente si se trata de mujeres), pero el enfoque no es el mismo.

Tanto Dispatch como Hades II, ambos lanzados en esta recta final del año, tienen de algunos de los diseños más cachondos vistos en un videojuego. Desde que a Lara Croft se la tratase (por desgracia para los desarrolladores) como una modelo de Playboy para vender “mejor” un juego con una protagonista mujer hasta Stellar Blade, el mayor gasta-pañuelos de la escena AAA. Siempre hemos tenido personajes atractivos y, si eran mujeres, probablemente sexualizados, pero estas dos entregas recientes demuestran que la sexualización y cosificación no son indispensables a la hora de crear a un hombre o mujer que te entre por los ojos.

La desaparición de las curvas

Lo curioso de este tema es que, por suerte, los personajes femeninos (y los dos casos y medio que habrá de masculinos) sexualizados son cada vez menos, pero por algún motivo eso también ha llevado a una menor cantidad de personajes con curvas o con partes del cuerpo definidas. Siento que las desarrolladoras más grandes de la industria han interpretado el lógico rechazo a la misoginia como una petición de que todos los personajes sean planos por delante y por detrás, con la única cosa atractiva siendo su cara (que no es poco, tampoco me malinterpretéis).

Incluso un personaje como Bayonetta tiene el diseño que tiene por su evidente intención satírica. Por otro lado, cosas como Stellar Blade, una buena cantidad de gachas o Atomic Heart (el juego favorito de tu primo treintañero que sigue soltero) han decidido tirar la casa por la ventana y subir la sexualización sin motivo al 200%. Esta situación ha llevado a quiénes ya sabemos a defender a muerte esos títulos por no ser “woke“, y por poder jugarse con una mano, supongo. Es aquí donde entran los diseños de Dispatch, Hades II y de otros juegos (principalmente indies) que se atreven a hacer buenorras/os.

Hay algunas excepciones, como el roster entero de Street Fighter 6, pero en general los juegos AAA ya no tienen muchos personajes que se salgan de ese “personaje plano” físicamente. Antes de que nadie me diga nada, un hombre que tiene mucho músculo no cuenta como personaje sexualizado ni hecho para ser atractivo, teniendo en cuenta que responde más a una fantasía masculina que a otra cosa. No es comparable la manera en la que se representa a Kratos con el caso de 2B en Nier: Automata, a la cual mucha gente trata únicamente como “tía buena con falda y escote” a pesar de estar muy bien escrita.

La importancia de una buena representación

Tampoco me sirve el argumento de que hay muchos niños que juegan videojuegos, habiendo una clasificación por edades. Ese tipo de infantilización de un medio artístico es algo anti-arte y una excusa barata, ¿o acaso también le vas a tapar los ojos a un niño por la calle si resulta que pasa por su lado una persona muy atractiva? Hay muchos estigmas respecto a los tipos de cuerpos que se salgan de lo normativo (y no solamente se trata de gente con mayor o menor peso) y de el tipo de vestimenta que se considera “aceptable”, y lo que hacen juegos como Dispatch ayuda a romper con esos tabúes ridículos.

En lugar de crear personajes ridículamente atractivos a los que les rebota todo y que van haciendo poses o diciendo frases con un tono claramente sexual, AdHoc y SuperGiant Games hacen lo que toca: que sean personas normales que resultan estar muy buenas. Y es que no hace falta nada más. Entiendo el rechazo de muchos estudios grandes a hacer un pecho, caderas, muslos, entrepierna o culo que no sean planos o casi planos, pero lo único que conseguimos con eso es que los juegos en los que sí que hay personajes con estas características tengan que acompañarlo de un subtexto sexual y/o misógino.

Las personas con cuerpos absurdamente atractivos existen en el mundo real, y me parece muy importante que, en lugar de tratarlas en la ficción como a una tentación con patas que debería evitarse, se le intente dar la vuelta para tratar sus cuerpos como algo normal. Siento que el discurso progresista, aún siendo con el que más me identifico por ser buena persona, principalmente, a veces se pasa de rosca con ciertos temas, y decide censurar o eliminar por completo algo antes de intentar reformarlo.

Que los personajes de Dispatch te hagan pensar en lo atractivos que son no es nada malo, porque en su historia no se comportan como un trozo de carne, y son personas con sus problemas, inquietudes y desarrollo personal que resultan tener un buen culo, por ejemplo. Y así es también en la vida real: que alguien sea muy atractivo no hace que solo pienses en ellos con connotaciones sexuales. Es normal que te guste mirar a alguien atractivo, y no pasa nada por querer ver buenos personajes que también estén muy buenos. Está bien estar cachondo, siempre y cuando nunca te olvides de que eso no justifica ser un guarro.