Llegará el 28 de noviembre a Windows, Mac y Linux

Hablar de Valve siempre es especial. No solo por ser una de las compañías más importantes de la industria del videojuego, sino también por ser una empresa que realiza pocos movimientos, pero de inmensa relevancia para el sector, por minúsculo que sea. Tras ya más de una decada de espera a la conclusión de la saga Half Life, lo que es seguro es que su próximo título ya tiene fecha. Artifact, 28 de noviembre.

¿Imitando el modelo impulsado por Hearthstone?

Cuando se anunció Artifact, lo primero que nos vino a muchos a la cabeza fue Hearthstone, no solo por compartir género (cartas coleccionables en formato digital) si no también por la ambientación que emplearía, basándose en el universo de DotA 2 (de la misma manera que Hearthstone hacía honor al subtítulo Heroes of Warcraft, incluyendo contenido de la ya mítica saga de Blizzard). Además, también se lanzará en las mismas plataformas, PC en la fecha mencionada en el primer párrafo, y dispositivos con iOS y Android en 2019, en una fecha aún por determinar.

Valve ha anunciado también que mostrará Artifact en la PAX West 2018, evento que se celebra en Seattle (Estados Unidos) del 31 de agosto al 3 de septiembre. Además, tendrá lugar allí un torneo, con artículos promocionales y claves del juego para los participantes.

En cualquier caso, parece que el planteamiento de Artifact se parece más al veterano juego de mesa Magic The Gathering que al juego de Blizzard, y no es un detalle que sorprenda, pues Richard Garfield, responsable de Magic: The Gathering, ha estado involucrado en el desarrollo, lo cual explica la aparente herencia entre juegos. Otro punto diferencial será a nivel de contenidos. De lanzamiento, la comunidad dispondrá de más de 280 cartas y 44 héroes en total, siendo un aspecto diferencial la posibilidad de comprar, vender e intercambiar las cartas a través del mercado de la comunidad de Steam.

Buenas ideas, queda por ver el resultado

Este año está siendo curioso para Valve, y no todo se reduce a la publicación de un título propio, sino también a la imagen de la propia empresa de cara al público, que últimamente se ha visto mermada por, entre otros casos, las medidas tomadas con Steam Spy o el bloqueo al comercio de objetos de Counter Strike: Global Offensive en algunos países.

De hecho, esta última medida se contradice con una de las características de Artifact, y que supone una de las mayores diferencias con la competencia, ya que esa es una de las mayores limitaciones de Hearthstone, ya que más allá de la aleatoriedad de los sobres de cartas, cada carta se puede obtener únicamente a base de destruir otras de nuestra colección, haciendo que la interacción con otros jugadores se limite única y exclusivamente a las partidas que disputamos frente a ellos. Dejando a un lado esta serie de problemas, toca echar un vistazo al juego en el más puro sentido de la palabra.

Al estar basado en DotA 2, las reminiscencias del MOBA son notables, existiendo 3 tableros (en referencia a las líneas) de forma simultánea, con una torre en cada uno como objetivo, siendo sustituida por un Ancestro al ser destruida. ¿Nuestro objetivo? Destruir al menos una de ellas (y posteriormente al Ancestro que deja, aunque eso sí, tiene el doble de puntos de vida, 80 por los 40 de la estructura), o dos de ellas. Cualquiera de estas dos situaciones nos otorgaría la victoria. En cuanto a los mazos, dejando de lado el tablero, estarán formados por 40 cartas, y podremos incorporar a 5 héroes a nuestra lista, a elegir entre los 44 que estarán disponibles desde el lanzamiento (cantidad que podría aumentar en el futuro), cartas especiales con características individuales en torno a las que girará gran parte de nuestro turno.

A falta de conocer más detalles, Artifact pinta como poco interesante, que podría suponer un giro en el mercado de los juegos de cartas coleccionables en formato digital, pudiendo tal vez llegar a destronar a Hearthstone como el rey absoluto, situación que vivimos en la actualidad.