Héroes de Papel

Sangre, sudor y píxeles es el último libro de la editorial Héroes de Papel. Se trata de una adaptación al castellano de la obra de Jason Schreier, periodista de Kotaku y uno de los más conocidos del sector. Como sucede en anteriores entregas de la editorial, nos sumergimos en una realidad del videojuego. En este caso, en el día a día del desarrollo de videojuegos. Destiny, Dragon Age: Inquisition o Stardew Valley son algunos de los ejemplos tratados, según indica la descripción del libro. Una propuesta llamativa teniendo en cuenta la actualidad que han tenido en los últimos meses temas como el crunch. Porque sí, jugar es lo más importante. Pero tampoco se puede decir que saber más sobre los entresijos de nuestra pasión sea moco de pavo.

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Fuente: @HeroesdePapelES

Conocimiento

sangre-3No hace falta leer muchos libros para ser un jugador mejor. De hecho, ¿qué te hace mejor que los demás? Realmente nada. Cada uno entiende el videojuego de una manera diferente y cada visión es igual de legítima. Desde el que solo conoce FIFA hasta el que ha jugado todos los Final Fantasy. Sin embargo, no se puede negar que, en general, leer nos enriquece como personas. Saber más sobre las dinámicas de desarrollo de los autores o repasar aspectos de la historia de Shenmue nos permite tener una perspectiva más amplia del videojuego. Algo que nos da la posibilidad de juzgar con más profundidad las distintas obras. Por ejemplo, existen juegos que puede ser adecuado reseñar en relación con su contexto. Vuelvo a Shenmue. Se puede jugar al título de Yu Suzuki sin conocer nada él, pero si no sabemos su impacto en la concepción de los mundos abiertos puede que no comprendamos al completo su esencia.

Valor añadido

El conocimiento adquirido tras las páginas es un valor añadido que sirve para tener más elementos a la hora de juzgar una realidad. También es un plus en nuestras partidas. Con Más allá del tiempo, libro dedicado a Chrono Trigger y Chrono Chross, se pueden descubrir secretos de estos dos RPG. Como que en el segundo de ellos se creó el Generador Automático de Acentos, “un algoritmo capaz de modificar de manera dinámica diálogo en función del personaje”, tal y como señala su autora Mariela González. Los localizadores deconstruyeron los diálogos en fonemas y sílabas y crearon un sistema que los adaptaba a cada personaje. No es un dato vital para disfrutar al máximo de la experiencia. No obstante, al conocerlo puede que hagas algo más que reírte del acento pachacho de Korcha. Que pienses en el origen de ese elemento y digas, “pues vaya trabajazo, y qué bien les quedó”.

Este es un ejemplo, pero hay más. No es necesario comprender que en Metal Gear Solid, Solid Snake es un personaje inspirado en Snake Plissken de Rescate en Nueva York. Si bien la risa de estar viendo a Kurt Russel dando vueltas por Shadow Mosses no te la quita nadie. Los libros nos dan a conocer detalles como estos, aunque también pueden hacerlo sobre aspectos más coyunturales. Aquí entrarían textos como Metal Gear Solid: El legado de Big Boss de Nacho Requena. Empaparse de toda la construcción de guiones de la saga y de las pretensiones de Kojima es un factor diferenciar a la hora de jugarla. Entender que estás ante unos juegos que le dan tanta importancia al lenguaje cinematográfico como al de los videojuegos.

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(De)construcción de la historia

El videojuego es una industria aún joven en comparación otras como la del cine. Llevamos a los mandos y a los teclados más o menos desde los 70’s, aunque la historia de este ocio se remonte a los años 40. De nuevo, jugar es importante, pero dejar constancia de nuestras existencias también lo es. Construir una base de datos sobre el sector para enriquecerlo. Para que si alguien en algún momento quiere saber cómo fue la batalla de consolas entre Nintendo y SEGA lo haga. O todavía mejor, que quiera dar un repaso general a la historia de los videojuegos. Los libros contribuyen a generar esta historia, documentan hechos que, en caso de no hacerlo, quedarían en el olvido. Y eso sería una pena. De ahí la relevancia de iniciativas como la de Sangre, Sudor y Píxeles u otras, véase que la Biblioteca Nacional de España vaya a almacenar videojuegos.

Más que páginas

A parte de oler bien, los libros sirven para disfrutar de historias ficción o conocer más sobre lo que nos rodea. La bibliografía que existe con respecto a los videojuegos poco a poco va creciendo, tocando una gran variedad de temas y juegos. Con ellos ganamos más conocimiento y disfrute. Entre partida y partida pueden ser una buena opción con la cual relajarse. La prensa cumple la labor de informar de la actualidad y de ofrecer reportajes extensos sobre hechos, empero los libros son más extensos. Estamos de acuerdo que puede haber volúmenes con tropecientas páginas con un grado nulo de profundidad. Pero si estamos ante un gran autor, disponer de ese número de hojas es una ventaja con lo cual contar historias. Por el momento, una nueva obra llega al catálogo. Habrá que echarle un ojo.