(La lista de premios)

Miyazaki es un genio y la saga Souls un filón de oro. Esta afirmación siempre es válida, no importa cuando leas esto. Este 2022 pudimos comprobar una vez más, la habilidad del equipo de FromSoftware a la hora de crear videojuegos. Con Elden Ring, las bases cimentadas a lo largo de la última década se expandían como pocas veces se había visto en el mundo de los videojuegos. La primera vez que pensé en un “souls de mundo abierto” no di mucho por la idea. Pero bueno, se habían ganado un voto de confianza.

Más tarde, cuando empezaron a aparecer conceptos que parecían mostrar que el desarrollo se inspiraba considerablemente en The Legend of Zelda: Breath of the Wild, me volví a mostrar escéptico. Pero al César lo que es del César y es que la última obra de Hidetaka Miyazaki acaba de posicionarse en el podio de premios a juego del año. Con 324 galardones a Game of the Year, supera por 2 el antiguo record batido por The Last of Us Parte II, lo que posiciona a Elden Ring, de forma totalmente objetiva, como el mejor juego de la historia.

Vale, si esta última frase ha despertado algo en ti, no le hagas mucho caso y no cierres la página. Todavía no hemos perdido la cabeza (del todo) aquí en HyperHype. Sería un poco raro posicionar por encima de todo lo demás a un solo título en una web donde la subjetividad y las interpretaciones resuenan más fuerte cada día. Pero este mensaje, es uno que de forma inconsciente ha estado todo el día dando vueltas por mi cabeza. Igual que la última semana del año, esta primera también es una muy tranquila. Apenas pasan cosas. Las rotativas de lanzamientos y bombazos mediáticos están a la espera, aguardando el fin de enero para aumentar las revoluciones. Así que bueno, la única opción era ser bastante creativo.

Pero esta noticia es una buena oportunidad para quejarme una vez más de las notas, clasificaciones y selecciones ordenadas. Su presencia es entendible, dado que muchos de los análisis del medio basan su utilidad principal en convertirse en una suerte de guías de compra. Un número para dominarlos a todos. Un número para decidir quien entra y quien sale de las listas de venta. Supongo que es una forma fácil de orientar las decisiones, ya que nuestro cerebro disfruta de tenerlo todo bien ordenadito, pero no deja de ser un problema endémico con difícil solución.

No somos tantos comparados con el público general, que es el que verdaderamente tiene la voz cantante

Además, esto puede dar lugar a situaciones curiosas. The Last of Us Parte II por ejemplo, llevaba la corona hasta ahora, cuando se trata de una de las grandes producciones con más connotaciones negativas del medio (GamersTM, reuníos). Los viajes de Ellie y Joel han reunido un gran mix de puntuaciones, un caso más de visiones objetivas totalmente subjetivizadas. Cuando llegó el momento de los Game Awards de este año, muchos de aquellos que estamos más metidos en este mundillo lo vimos como lo que es, una excusa para montar un evento, llamar la atención y soltar anuncios, meses después de la fiebre del verano. Pero por suerte o por desgracia, no somos tantos comparados con el público general, que son los que finalmente se servirán de los resultados para decir << ¿Ya lo ves, Pablito? Elden Ring es el mejor juego de la historia, te lo dije>>.

De una forma u otra, tenemos que acostumbrarnos a vivir con estas situaciones y tratar de sacarle partido a la situación. Mi propuesta, más allá de arramblar con todas las bases del sistema y abogar por la anarquía (posible discusión en las cenas navideñas del futuro), es luchar por la autoridad del seis. Un seis es una notaza. Simboliza haber superado los límites inferiores y haber sacado la cabeza por encima. Sin llegar a tocar el techo, pero con un poco de espacio de maniobra. Ya quisiera haber llegado a este número en algunos exámenes de mi época universitaria. El otro día, quise darle a High on Life un seis de nota en otra página, pero tuve que frenar y ofrecer una mayor calificación, ya que lo verdaderamente simboliza ese número es lo que mucha gente espera de un ocho. Se trata de un juego interesante, capaz de entretenerte durante un rato y que una vez acabado, no te marea mucho la cabeza, sino que te deja un buen sabor de boca para que te dediques a otra cosa. Nada mal, si me lo permitís. Hacen falta muchos seises en todo en la vida, más allá de los videojuegos. Una comida de seis, un trabajo de seis… no son opciones tan malas. De hecho, me confirmaría con que este texto llegase a esa cota, improbable situación.

Mientras esperamos a que este número decida confiar más en sí mismo y remarcar su importancia, seguiremos degustando análisis inflados y críticas desorbitadas en base al todo o nada. Seguiremos teniendo rankings donde un título se corone por encima de todos, y bueno, eso no es tan malo, siempre que sea Elden Ring el que lo haga. Favoritismos y bromas aparte, es importante ser consciente del funcionamiento de aquello que nos rodea para formar una visión que no se deje afectar completamente por sus formas.