La guerra nunca ha sido tan barata

Las últimas experiencias dentro del género shooter en primera persona tienen un espíritu poco refrescante. Frente a la repetición a precio de oro, World War 3 se posiciona como una propuesta alternativa y económica a los grandes del género, habitualmente Battlefield o Call of Duty. A pesar de no aspirar a un traslado total de usuarios (difícilmente se puede competir en números con estas franquicias) muchos han sido los que han optado por probar esta apuesta de corte independiente, desarrollado por The Farm 51 y editado por My.Games.

Es posible que World War 3 os suene pues el lanzamiento del acceso anticipado se produjo en 2018, pero no fue hasta la asociación con la editora en 2020 que optaron por el modelo free to play para el día de salida definitivo, que apunta para marzo de 2022. Estos días hemos podido probar la beta cerrada (a la cual puede accederse comprando uno de los diferentes packs que ofrecen) que se mantendrá hasta la salida del título. Las sensaciones son bastante positivas, aunque aún quedan correcciones por hacer, como evidencian las malas reseñas que ha recibido, principalmente a causa de errores de conectividad.

Pero ¿cuál es la premisa de World War 3? Es importante valorar, antes de asociarlo como un juego que intenta emular a sus hermanos mayores pero con menor calidad, qué buscan los jugadores que quieren echar horas dentro de estos shooters de simulación bélica a pequeña escala. Este cuestionamiento es interesante porque, si sois como yo, os gustará ser partícipes de una experiencia a caballo entre el realismo y el puro entretenimiento con toques más virtuales. Y sí, parece beber mucho más de Battlefield que de otros proyectos, pero lo hace a una escala algo más reducida y asequible para enfrentamientos de menor duración, sin perder esa sensación de tener que controlar grandes zonas.

La apuesta pasa por un toque algo más “táctico”, cercano al hiperrealismo de Arma pero sin llegar a ese formato tan cercano a la simulación. Con ello, tenemos una balística que pretende emular el funcionamiento real, así como una movilidad ciertamente fluida que permite inclinaciones hacia los lados o tumbarnos en diferentes posiciones en el suelo, entre otros. Además, podemos acceder a nuestra mochila durante la partida para cambiar algunos accesorios de nuestro equipamiento, así como alternar entre municiones, modos de disparo y mirillas de cara a adaptarnos al entorno de la mejor forma posible. Siendo sinceros, no soy mucho de vehículos en este tipo de juegos, a excepción del juego con amigos. Si el escuadrón se coordina en condiciones, me parece mucho más divertido ir a pie, atacando punto a punto hasta conseguir dominar el escenario, dejando a otros compañeros el uso de armamento pesado. Pero es importante tener en cuenta que están ahí, que hay que adaptarse a su funcionamiento en la partida y que, aunque no tenemos aviones pasando a toda velocidad como en los terrenos de Battlefield, un buen manejo de cualquier herramienta o vehículo puede cambiar el curso de la partida.

Pese a los diferentes problemas de conexión que achacamos a la beta, hemos podido probar varias partidas y subir unos cuantos niveles. Encontramos dos modos de juego: un duelo por equipos en una sección reducida de los mapas y un modo conquista, donde debemos capturar zonas y mantenerlas para ir sumando puntos para nuestro bando. Este modo, que se desarrolla a mayor escala, divide los equipos en varios escuadrones para que 4 o 5 jugadores interactúen entre sí siguiendo al líder y sus directrices (posición que rotará a otro jugador si no cumple sus funciones indicativas). El aspecto curioso reside en que no basta con capturar un emplazamiento para puntuar. Los diferentes sectores: A, B y C, tienen dos zonas cada uno y hemos de capturar ambos, sirviendo de poco tener A2 y C1 si no controlamos a sus respectivas parejas para que el “enlace” puntúe. Esto nos obliga a seguir una mayor estrategia de la que puede parecer en un principio, además de exigir un tiempo de respuesta y una capacidad reactiva más eficiente ante posibles engaños o sorpresas.

Aún no podemos acceder a la tienda, pero sí podemos personalizar nuestro equipamiento gracias a un sistema de progresión que nos permite ir desbloqueando accesorios y armamento nuevo. Las mejoras estéticas tendrán que esperar, pero parecen ser abundantes. Lo bueno es que, pese a lo abrumador de estos menús en los momentos iniciales, los detalles de cada aspecto positivo o negativo de las armas y sus accesorios ayudan a entender con facilidad qué implicaciones tiene, por ejemplo, utilizar una boquilla diferente para el cañón.

Pocas ideas frescas, pero mucho buen hacer

World War 3 tiene aún trabajo por delante. Su potencia gráfica queda un poco atrás si lo comparamos con otros referentes del género, pero su apuesta free to play puede garantizar que, con ordenadores modestos, miles de usuarios apuesten por la acción bélica en primera persona que propone el estudio polaco. Por lo que hemos podido comprobar, el feedback de los jugadores parece llegar de forma constante y los mantenimientos son regulares para intentar garantizar la mejor experiencia de juego a los apasionados que han decidido costear la beta pese a la gratuidad futura del título. El tiempo dirá, pero las alternativas gratuitas siempre son una apuesta favorable para el usuario. Al fin y al cabo, muchos hemos entrado en diferentes géneros de videojuegos a través de estas y, sin duda, habrá quien encuentre en World War 3 el videojuego que buscaba para echar el rato con amigos.


Este avance se ha realizado con dos claves para PC cedidas por BlueVision PR.