El agua moja

No es que fuera precisamente un secreto a voces, pero desde Microsoft y todas las marcas asociadas se negaba por activa y por pasiva. Hasta ayer. Oficialmente, y ante el organismo regulador de la competencia en el Reino Unido (CMA), la empresa ha admitido finalmente la sospecha generalizada: Incluir juegos en Xbox Game Pass hace que se reduzcan sus ventas. Esto se da en el contexto de todo el proceso de aprobación de la compra y absorción de Activision-Blizzard por parte de los de Redmond, y aunque probablemente se quedará en nada, porque los negocios son los negocios, abre la puerta a pensar regular de todas las promesas y bondades que nos ha vendido Microsoft en los últimos años.

No es oro todo lo que reluce

Por más que el dato concreto sea confidencial, tal y como se ha trasladado desde GamesIndustry, fuente original de la noticia, era algo que todo el mundo sabía pero estaba dejando pasar por alto. Al menos, entre los jugadores. ¿Quién iba a decir que no a la absurda biblioteca que ofrece Xbox Game Pass a un precio de suscripción ridículo? El caso es que Phil Spencer defendía allá por 2018 que el suceso que ocurría era lo contrario, que su adición al servicio aumentaba las ventas, poniendo como ejemplo a Forza Horizon 4. El caso es que a Microsoft les han pillado con el carrito del helado, y ahora podemos soñar con que incluso esta actitud tuviese consecuencias.

Porque todos los estudios de Microsoft (y los que ha ido adquiriendo a lo largo de los últimos años y meses) van a, obviamente, publicar todos sus nuevos lanzamientos directamente en Xbox Game Pass. Es simple y llanamente una manera más de justificar y rentabilizar dichas inversiones. Pero, ¿y el resto de títulos? ¿Le viene bien realmente a un proyecto independiente un escaparate enorme del que apenas va a obtener retorno? ¿Aceptarán las grandes empresas que pasan por el aro seguir cediendo ante Xbox y Microsoft? ¿Podría incluso llegar a afectar a la adquisición de Activision-Blizzard al suponer una traba más en lo complejo de la operación?

Desde luego, si licencias de peso como Call of Duty ya estaban generando debate respecto a exclusividades y demás, ¿Hasta qué punto puede esto considerarse falseo de datos? Probablemente a nivel legal no suponga nada, ya que no afecta a la operación, pero sí puede dar oxígeno a Sony y otras compañías interesadas (por su propio beneficio, aquí no hay monjas de la caridad) para posponer y quién sabe si bloquear la misma. Y desde luego, a Microsoft le complica (o eso me gustaría pensar, en estas cosas siempre pensamos que va a haber más impacto del que realmente hay, y más con un suceso que todos podíamos predecir, pero que no se confirmaba por ninguna parte) la campaña publicitaria y de blanqueamiento masivo a sus maniobras ante los usuarios.

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Y si el día de mañana Microsoft necesita aumentar masivamente sus beneficios, ya no le basta con hacer despidos masivos, ¿Y se ve obligado a subir el precio de Game Pass hasta que sea rentable por sí mismo? ¿Qué dirán entonces los usuarios? Probablemente, y por desgracia, lo justificarán como se hace con toda empresa multinacional que tiene un producto que nos gusta. ¿Cómo? ¿Qué pasa con aquellos que sufren directamente esos descensos de ventas? Las editoras sospecho que asumirán un riesgo nulo o cercano a ello en todo este tipo de decisiones. ¿Ah, los desarrolladores? Los desarrolladores darán igual cuando llegue ese momento, ya estarán muertos y enterrados.