Que comiencen los rumores

La industria del videojuego, como cualquiera dentro del sector tecnológico, siempre está en continuo movimiento, con nuevos productos en desarrollo de manera constante, ya sean productos de corte más ocasional, como la Atari VCS, o de corte más experimentado como las rumoreadas sucesoras de PlayStation 4 y Xbox One. Quizás esta generación de consolas ha sido algo más atípica en este sentido, ya que durante sus primeros años las novedades siguieron lanzándose en sus predecesoras, además de la ingente cantidad de remasterizaciones que recibimos. Aunque esta tendencia probablemente se vaya a mantener de cara al futuro, parece que ya se ha abierto la veda para hablar de una nueva generación de consolas en su plenitud.

Nintendo, una generación más, sigue por su cuenta

Por más que Nintendo se adelantase lanzando previamente Nintendo Switch por el fracaso comercial de Wii U, parece que será el año que viene cuando se anuncien sus compañeras, con posible lanzamiento ese mismo año o al siguiente. De momento no hay rumores o informaciones creíbles más allá del clásico “abandonarán el formato físico” o similares, pero junto al anunciado Starfield por parte de Bethesda en el E3, ahora se suma el Call of Duty de Infinity Ward, que llegaría en el año 2019 y con versión para estas nuevas consolas, aunque no se aclara si será de manera simultánea o una llegada tardía.

En cualquier caso, para que, salvo sorpresa, la única compañía que parece que va a seguir introduciendo novedades significativas a nivel de hardware (y no me refiero a potencia bruta, si no a nuevas formas de interactuar con los videojuegos, como fue el control por movimiento en Wii, o la pantalla integrada en el Gamepad de Wii U) como lo son los Joy-Con de Nintendo Switch, quedando en otro tipo de prestaciones las diferencias significativas entre las máquina de Sony y Microsoft.

Como dice Todd Howard acerca de Starfield, ser un juego de próxima generación no implica solo una mejora en el apartado técnico, sino que debería reflejarse también en lo jugable. Desde luego, la que ahora mismo es la actual generación ha supuesto la introducción a la Realidad Virtual, que probablemente ha sido el mayor golpe de efecto que hemos sufrido, y a falta de que se establezca de forma más consistente gracias a la mayor potencia de la que dispondrán los desarrolladores, pocas maneras se me ocurren de sostener la afirmación de Todd Howard.

Lo que ya parece obvio a todas luces es que la presentación de las sucesoras de PlayStation 4 y Xbox One tendrá lugar el año que viene (probablemente en el E3, con algún evento previo para abrir boca), y de aquí a dicho punto los rumores e informaciones van a ser prácticamente constantes. Mi apuesta personal es que Microsoft se seguirá centrando en la construcción de su ecosistema junto al PC, con todos los títulos compatibles para ambas plataformas, mientras que respecto a Sony, viniendo de ser superior esta generación, tienen un poco de libertad para poder probar alguna locura, pero tendrán que ser también cautos, especialmente a la hora de explicar el concepto de PlayStation 5, ya que de lo contrario se verán en el mismo error que cometieron los de Redmond en la presentación de Xbox One y que posiblemente les haya costado millones de ventas.