Una lista sólida en un año muy reñido

El presentador y periodista Geoff Keighley, en un anuncio oficial, ha revelado la lista de videojuegos nominados a los The Game Awards 2018. Como todos los años, acontece una nueva edición de los The Game Awards donde se celebran los mejores títulos del año en diversas categorías como: Mejor Juego del Año, Mejor narrativa, Mejor música/banda sonora, Mejor juego de acción/aventura… Y aunque las categorías van y vienen, por desgracia nunca son lo suficientes para destacar todos los juegos relevantes de este año.

Sólo hace falta echar un vistazo rápido para hacerse una idea de cuáles van a ser los favoritos de este año: Red Dead Redemption 2, Spider-Man, God of War y Assasin’s Creed Odyssey. Tener más nominaciones no garantiza nada y podemos encontrar pequeñas sorpresas como el videojuego de plataformas Celeste que sobresale fuera de la categoría de Mejor Juego Indie. No es algo inédito ya que el año pasado tuvimos a Cuphead abriéndose hueco entre los grandes donde ganó en tres nominaciones.

La lista al completo puede consultarse en la página web de The Game Awards.

Refriega de triples A y duelo de titanes narrativos

La lista de títulos nominados es bastante extensa pero comentaremos algunos de los aspectos más llamativos. En la categoría Mejor Juego del Año, si bien está muy reñido entre los grandes títulos, no hay sorpresas a excepción del título indie Celeste, lo que nos parece en cierto modo una reivindicación de los juegos de plataformas en 2D y su capacidad de transmitir con madurez situaciones como la depresión y la ansiedad. En la categoría de Mejor Juego en Activo deberemos dejar a un lado lo que serían los videojuegos de las políticas de empresa ya que ninguno ha sabido estar a la altura de un juego en activo, en particular con No Man’s Sky y Destiny 2: Forsaken. La “maldición” que parece atormentar a los juegos de servicio más novedosos es algo que da para hablar en posteriores ocasiones. En Dirección destaca A Way Out entre juegos potentes como Spiderman y Red Dead Redemption 2. En narrativa no podía faltar un juego de gran peso narrativo como Detroit: Become Human y su competidor Life is Strange 2 que rivalizarán por proclamarse el mejor en su punto más fuerte. En el apartado artistico tenemos obras innovadoras como Octopath Traveler y Return of the Obra Dinn. Quizás no sería justo la inclusión de un juego, ya tan nominado, como Assasin’s Creed Odyssey que sigue la misma línea que su antecesor Assasin’s Creed Origins.

Tenemos una selección indie muy acertada este año

En la categoría de Mejor Juego Indie tenemos una selección de videojuegos muy acertada que deja fuera otros juegos excelentes pero que compresiblemente no pueden estar todos. En la categoría de móvil, que no deja de ser menos, tenemos juegos como Reigns: Game of Thrones que supone un acierto a la conocida fórmula de Reigns. La realidad virtual tiene su propia categoría con juegos tan vertiginosos como Tetris Effect y Beat Saber, este último se hizo viral con demostraciones habilidosas donde se emplean espadas a lo Jedi. Lo cierto es que pese a la buena acogida de estos juegos, la realidad virtual no ha conseguido tanto mercado como esperaban algunas compañías por lo que este tipo de iniciativas contribuyen a mejorar año tras año los videojuegos de realidad virtual para que en un futuro puedan equipararse a los videojuegos estándar.

En categorías de acción/aventura no hay nada reseñable, tomamos el punto de Dead Cells y la incertidumbre que dejan juegos como Megaman 11 y Far Cry 5. En el terreno RPG todo se complica, no sólo por la diversidad de sus juegos sino porque es imposible decidirse por uno sin perjudicar a juegos tan únicos a su manera. Pillars of Eternity II: Deadfire supone la cúspide del trabajo de Obsidian Enternaiment que se han vanagloriado con la compra de Microsoft parar formar parte de los firsts party. Octopath Traveler adopta una fórmula nostálgica con puro arte visual junto con Ni no Kuni II. Monster Hunter World no se queda lejos siendo uno de los juegos más populares del año. Y Dragon Quest XI revive un clásico que encandila al público japonés. En otras categorías figuran videojuegos como Soulcalibur VI, Nintendo Labo (más cercano a la creatividad de un juguete que un juego) y Mario Tennis Aces. En juegos de estrategia se impone lo indie como Frostpunk y el ingenioso Into the Breach.

El mundo deportivo sigue sin opciones más allá de los típicos

En la parte más competitiva como los deportes o el multijugador tenemos los típicos FIFA 19 (que ha ocasionado numerosos problemas de servidores en España y polémicas con el contenido bloqueado por las microtransacciones), Forza Horizon 4 (el mayor exponente gráfico en conducción en una videoconsola), NBA 2K19 y Pro Evolution Soccer 2019. Lo que también viene a ser algo típico son los juegos esports cuyas novedades no logran hacer sombra a ninguno de los grandes: CSGO, DOTA 2, Fortnite, League of Legends y Overwatch. Finalmente tenemos categorías más individuales como Mejor entrenador de esports, Mejor presentador de esports y Mejor creador de contenido del año.

El peso de los videojuegos

Como todos los años, hay que tomar las valoraciones de The Game Awards con pinzas puesto que la crítica y los propios jugadores ya han puesto en entredicho muchos de los premios dados en ediciones anteriores. Se acercan más a los Óscars de lo que los propios organizadores les gustaría reconocer, y esto es en parte una señal de que el mundo de los videojuegos está cobrando cada vez un peso mayor en la industria del entretenimiento. Los videojuegos empiezan a ser una cuestión seria capaz de ejercer presiones y oleadas sociales (de indignación o aplauso) hacia colectivos o empresas que declinan la balanza bursátil como sucedió recientemente con las acciones de Blizzard con el anuncio de Diablo Immortal para móviles. The Game Awards son una buena guía que puede servir para extraer una idea generalizada de las opiniones más comerciales pero que si queremos entrar en cuestiones que afectan directamente a la experiencia de juego conviene atender a las opiniones de los jugadores y los medios especializados. No dejemos que las nominaciones o galardones que adornan las caratulas de los videojuegos enturbien nuestra propia realidad. El verdadero mérito siempre estará en los detalles como ha sabido hacer Red Dead Redemption 2, Spiderman o Celeste y en lo que nosotros mismos saquemos a relucir del videojuego. No será la primera y la última vez que encontremos auténticas joyas del año en el inmenso océano de videojuegos. The Game Awards sólo es un buque insignia que recorre aquellas rutas marítimas que ya conocemos todos.