El despido de los fundadores de Unknown Worlds que ha acabado en demanda
Subnautica 2 es probablemente uno de los indies más esperados del momento, tras el éxito de las dos entregas anteriores de la saga, que han construido poco a poco una enorme comunidad de fans. Esta tercera entrega de Subnautica fue anunciada en el Xbox Partner Preview de octubre del año pasado, en un tráiler que nos prometía la llegada de esta anticipada secuela para este mismo 2025. Lamentablemente, el desarrollo de lo nuevo de Unknown Worlds se ha visto afectado por una serie de cambios en las últimas semanas que han acabado en una disputa legal entre la desarrolladora y Krafton, editora que compró el estudio indie detrás del survival subacuático en 2021 por 500 millones de dólares.
¿Quién está al mando de Subnautica 2?
Junto a esta considerable suma de dinero, Krafton prometió unos 250 millones de dólares extra para Unknown Worlds si cumplían con ciertos objetivos antes de que acabase 2025, siendo 25 millones para los 40 empleados que tenía la desarrolladora en el momento de la compra y los 225 restantes para la dirección de la empresa. Tras Moonbreaker, un juego de estrategia en colaboración con Brandon Sanderson que jamás llegó a despegar, el estudio decidió centrarse por completo en Subnautica 2.
En un extraño giro de los acontecimientos, el pasado 2 de julio se hizo pública la sustitución de Ted Gill, Charlie Cleveland y Max McGuire como directores de Unknown Worlds para colocar a Steve Papoutsis (productor de la trilogía Dead Space que también estuvo involucrado en The Callisto Protocol) como nuevo CEO a través de un comunicado oficial de Krafton. Una semana más tarde, el acceso anticipado de Subnautica 2 se retrasó a 2026. Este retraso confundió a muchos, puesto que Charlie Cleveland había mencionado en una entrada de blog tres días después de su despido que el juego estaba listo para entrar en acceso anticipado.
Además, muchos señalaron el hecho de que retrasar el acceso anticipado a 2026 impediría a Unknown Worlds cumplir los objetivos para el bonus de 250 millones de dólares antes de que acabase 2025. Lo que acabó por estallar la situación fue un comunicado de Krafton (dentro de la actualización de el artículo enlazado hecha el 10 de julio) en el que acusaban directamente a los ex-directores del estudio de haber abandonado Subnautica 2 a favor de otros proyectos creativos personales y de querer el bonus millonario para ellos solos. Ese mismo día Charlie Cleveland volvió a pronunciarse para comunicar que Ted Gill, Max McGuire y él habían decidido denunciar a Krafton.
Una demanda con acusaciones muy graves
Tras esto, el 15 de julio Bloomberg informó de que Krafton había decidido extender el tiempo para cumplir las metas relacionadas con el bonus un año más, probablemente para quitarle hierro al asunto. Sin embargo, la demanda de los ex-directores de Unknown Worlds acusa a Krafton de sabotaje, alegando que la empresa habría estado intentando deshacerse de ellos y discutiendo sobre si Subnautica 2 realmente estaba listo para el acceso anticipado o no tras una reunión en abril en la que Ted Gill presentó a los ejecutivos de la compañía surcoreana con un pronóstico en el que el juego saldría este 2025, y subrayó el ya famoso bonus de 250 millones de dólares.
Supuestamente, el sabotaje de parte de Krafton habría sido por parte doble. Por un lado, se les acusa de haber intentado quitarle recursos a Unknown Worlds y de alegar que Subnautica 2 no estaba listo para el acceso anticipado para librarse de pagar el bonus. Por otro lado, también se les acusa de haber tomado el control del canal de comunicaciones del estudio tras detener el desarrollo del juego para dejar un rastro de forma interna desde junio en adelante con el que acusar a los fundadores de abandonar sus obligaciones y así tener una excusa para despedirlos.
Un juego atrapado entre dos visiones distintas
Recientemente, Krafton ha asegurado que unas filtraciones sobre el estado de Subnautica 2 antes del cambio de CEO son reales, demostrando así que el rendimiento de Unknown Worlds con el proyecto bajo el liderazgo de Charlie, Ted y Max estaba muy por debajo de las expectativas. Podría ser un ejercicio de transparencia o una estratagema para restarle credibilidad a las declaraciones de los ex-directores del estudio. Finalmente, hace tan solo unos días, Papoutsis calificó de decepcionante el boycott que muchos fans de Subnautica planean hacerle a la secuela tras los acontecimientos de estas últimas dos semanas y media.
De esta manera, nos queda una situación en la que ambas partes dicen velar por el bien de Subnautica 2, mientras una controversia y disputa legal con 250 millones de dólares de por medio se va acrecentando. Podría ser que los ex-directores de Unknown Worlds nos estén engañando para que el juego no salga adelante sin ellos y, de paso, llevarse ese bonus gigantesco; aunque tampoco es ninguna locura asumir que una empresa multimillonaria como Krafton quiera lavar su imagen, librarse de pagar una suma millonaria y de paso quedar como los héroes que salvaron uno de los indies más esperados de los últimos años.
Queda claro que esta situación no se parece en nada a los despidos de los que hemos informado en ocasiones anteriores, tanto por el número de despidos como por las motivaciones de ambas partes. El tiempo y el sistema jurídico de Estados Unidos (para bien o para mal) decidirán quién tiene la razón, aunque lo más probable es que no sea una situación de blanco y negro, y más bien se trate de un choque de intereses en el que se ha visto afectada una obra artística a la que muchas personas, yo incluido, le teníamos muchas ganas antes de todo este caos.