¿Qué está pasando con la que hasta ahora era la casa de Tomb Raider?

Allá por 2001, Squaresoft decidió abrir horizontes con el fin de llevar sus marcas a otros medios. Final Fantasy venía de explotar a nivel mundial con su séptima entrega en PlayStation unos años antes. Así que sus directivos tomaron la decisión de crear Square Pictures, una rama de la empresa dedicada a crear películas, estrenándose con Final Fantasy: The Spirits Within. El proyecto fue un fracaso estrepitoso, lo que provocó el cierre de Square Pictures, la salida del mítico Hironobu Sakaguchi y la fusión con su eterno competidor: Enix. Esto fue un punto y aparte en la empresa, un cambio de paradigma que provocó cambios en cómo desarrollaban los juegos y en los valores mismos de la compañía. Bien, ¿por qué os cuento todo esto? Creo que estamos en un momento tan importante como ese para Square Enix.

Final Fantasy saga

Proyectos y decisiones en Square Enix

Square EnixHace unas semanas volvía a jugar a Final Fantasy XV y vi claramente el contraste entre un juego con mucho potencial y decisiones ejecutivas que echaban por tierra parte de ese trabajo. Poco después sacarlo a la venta Hajime Tabata, su director, salía de la empresa. De un tiempo a esta parte, hemos ido viendo como esto no es un caso aislado, sino la tónica en Square Enix. En 2018 tuvimos el caso de Hitman II, un título muy notable a nivel de gameplay, pero que fue víctima de la decisión inexplicable de convertirlo en un lanzamiento episódico. Después de esto IO Interactive, el estudio a cargo del juego, abandonaba la compañía quedándose, además, con la marca. Hitman III, ya fuera de Square y con un lanzamiento tradicional, no ha hecho más que cosechar buenas críticas de prensa y público.

Balan Wonderworld es un caso muy significativo. Yūji Naka, creador de Sonic, lanzaba el año pasado su nuevo y colorido juego de la mano de Square Enix. Probablemente uno de los pocos, sino el único, plataformas que ha desarrollado la compañía nipona en toda su historia. Un fracaso ya no en ventas, que también, sino en la propia concepción del proyecto, que nos hace platearnos qué hizo a Square dar luz verde a algo así. Un ejemplo muy similar al que hemos visto hace unas semanas con Platinum Games y su Babylon’s Fall. El intento de hack & slash cooperativo de los padres de Bayonetta batía su particular record esta semana, teniendo a tan solo un jugador en Steam. O Outriders, que ha tenido un desempeño tan nefasto que no ha conseguido recuperar la inversión, es decir, People Can Fly no ha ganado un solo euro con él. La conclusión tanto de prensa como de público ante estos fracasos ha sido unánime: ¿cómo algo así ha podido tener el OK de una empresa como Square Enix?

Visceral Games

Oriente y occidente

Pero ha habido una de estas decisiones que ha tenido consecuencias algo más importantes. El lunes 2 de mayo nos despertábamos con una noticia totalmente inesperada. Embracer Group compraba la parte occidental de Square Enix, que conformaba Crystal Dynamics (Tomb Raider, Marvel’s Avengers), Eidos Montreal (Deus Ex, Marvel’s Guardians of the Galaxy) y Square Enix Motreal (Lara Croft Go). Una transacción que implica más de mil trabajadores y marcas míticas del mundo del videojuego. Todo ello por simplemente 300 millones de dólares. Recordemos que Bungie y su Destiny fueron compradas por 3.600 millones. Llama la atención lo reducido del precio. Los estudios llevaban un tiempo concatenando fracasos relativos y malos resultados económicos, lo que habría animado a la empresa a desprenderse de ellos.

Pero, como digo, todo esto va de decisiones. ¿Si Avengers no hubiera tenido la losa de tener ese enfoque hacia lo online y al loot, habría funcionado de otra manera? ¿Sin la mala acogida de Avengers, Guardians of the Galaxy habría tenido la oportunidad de brillar? Veremos cómo funciona el futuro de los estudios como parte de Embracer Group. De momento, sabemos que un nuevo Tomb Raider está en camino.

Mientras tanto, en la parte oriental de Square Enix hay dudas de su futuro y, al haberse abaratado el valor de la empresa, rumores de adquisiciones. Aunque los juegos, que es lo importante aquí, parece que dibujan un futuro prometedor. Con Final Fantasy XVI, Kingdom Hearts 4 o Dragon Quest XII. Eso sí, fuera de la tríada de marcas principales, parece que Square no termina de apostar por franquicias que puedan tener proyección. Parecía hace años que Bravely Default podía ir creciendo poco a poco. Pero en su defecto vemos cómo la empresa da tiros al aire, apostando por dos juegos de estrategia de forma paralela, usando sus gráficos HD-2D en todo tipo de proyectos sin mucho filtro y trayendo de vuelta marcas con poco cariño, como Valkyre o Star Ocean. Ignorando otras de su cartera con mucho potencial como Chrono Trigger. Eso sin mencionar el gran interés que ha declarado su presidente por los NFTs y la tecnología blockchain en general.

Si lleváis un tiempo leyéndome, sabréis que soy seguidor de muchas de las sagas de Square Enix. Es precisamente por eso que me surgen dudas a nivel personal sobre el futuro de la empresa y miedo por decisiones que puedan ser determinantes para grandes sagas del mundo del videojuego. Porque ahí tenemos casos como Konami, con una cartera maravillosa de marcas inservibles, pero también casos como Capcom, que aprovecha cada oportunidad para hacer juegos que brillen. Este último caso es muy destacable, porque la casa de Resident Evil ha demostrado que hacer un buen juego, sin distraerse en experimentos de monetización, sigue siendo muy rentable. Ya sea en oriente u occidente, lo que necesita Square Enix es un rumbo y una directiva que sepa llevar sus proyectos a buen puerto.