Square Enix vende varios estudios mientras que Warner Bros. busca el mismo camino

Tan sólo hemos puesto la punta del pie en el mes de mayo y el mercado ya tiene el motor encendido al máximo. En una temporada en la que las compras de grandes estudios por parte de macroempresas es el pan de cada día, estas adquisiciones nos sorprenden cada vez menos. Hace pocas semanas que se anunció la fusión entre Warner Media y Discovery de AT&T, en un intento de incrementar su presencia en el mundo del contenido en streaming. Esta fusión implicó una separación entre los estudios de Warner Bros. Interactive Entertaiment, sin quedar totalmente claro cuales podrían pasar a ser parte de AT&T y cuales se mantendrían.

La situación se mantuvo congelada hasta la semana pasada cuando Imran Khan, reconocido periodista, comentaba por Twitter la posibilidad de que el nuevo conglomerado vendiera sus estudios de videojuegos Warner Bros. Games. Dentro de este se encuentran estudios como NetherRealm Studios, Monolith Productions o Rocksteady Studios, conocidos por desarrollar títulos como Mortal Kombat, La Tierra Media o la saga Batman Arkham. Así mismo también se encuentran equipos encargados de juegos más recientes como es Avalanche Games, responsables del todavía por llegar Hogwarts Legacy.

Para sorpresa de muchos, el día de hoy empezó con una compra, pero una totalmente ajena al caso anterior. Y es que Embracer Group ha comenzado el proceso de adquisición de varios estudios de Square Enix. El grupo sueco ha adquirido Crystal Dynamics, Eidos Montreal y Square Enix Montreal, junto a un catálogo de licencias. Son varias decenas las propiedades intelectuales adquiridas en esta compra, siendo las mas reconocidas actualmente Tomb Raider o Deus Ex. En el furor de la mañana se ha insinuado la posibilidad de que estos equipos estuvieran trabajando en un nuevo Deus Ex, situación que después se ha negado rotundamente.

Quizás la situación más chocante es el precio de la venta, todavía más destacable tras las últimas compras billonarias del medio. El precio por la adquisición de estos estudios y las licencias se encuentra alrededor de los 300 millones de dólares. Para hacernos una idea, el coste de producción y promoción de la última entrega de Lara Croft, Shadow of the Tomb Raider supera los 100 millones de dólares. Es más, años atrás, Microsoft pagó 100 millones de dólares por mantener Rise of the Tomb Raider como exclusivo. Pero con 300 millones han tenido suficiente para adquirir las aventuras de Lara al completo junto al resto de licencias. Thief, o Legacy of Kain también pasarían a ser parte del grupo sueco, pese a que hace años que no escuchamos rumores en exceso sobre nuevos lanzamientos para estas sagas. La justificación posible es la poca rentabilidad de estos estudios, en cuyo caso sería el comprador el que asuma las deudas de Square Enix.

Sin que podamos hacer nada, este camino de compras y ventas nos lleva cada vez más rápido a un futuro en el que son muy pocas las compañías que producen los videojuegos que consumimos, con grandes ramificaciones de empresas integradas dentro. Los riesgos del monopolio y la falta de competencia están ahí, asomando cada vez con más fuerza. El mundo cambia muy rápido, y es posible que un día no veamos anunciarse más compras, porque no haya nada más que comprar.