Esperado y recibido justo lo necesario

Hace ya un tiempo que tomé una decisión respecto a mis expectativas y cómo estas afectan tanto a mi criterio como a las ganas que me quedan después, tanto para bien como para mal. Cuando, como en este caso, me planto frente a una presentación de una empresa como es Sony, suelo sencillamente no esperar nada, más allá de lo ya anunciado, y si os soy sincero, para estar dentro de la industria de una manera u otra, muchas veces no indago mucho sobre lo que se puede anunciar o no, simplemente dejo que pase sin más. Es por ello que, por lo menos, no suelo llevarme grandes decepciones cuando se alinean los astros y tenemos directos o anuncios de este tipo, que ya es algo viendo lo visto, lo cual no quita que les tenga ganas porque sé que muy posiblemente, habrá algún título que quiera disfrutar antes o después, aunque sea por probabilidad. Apenas quedan grandes eventos para esta industria, muchos de ellos deformados por el COVID, o incluso desaparecidos para dar pie a presentaciones mucho más pequeñas hasta llegar a las de los estudios independientes. Ayer fue el día elegido por Sony para su State of Play, donde mostrarnos algunos de sus títulos más próximos pero con un mayor acercamiento a su dispositivo de realidad virtual y algunos juegos independientes, todo para terminar con Suicide Squad: Kill the Justice League, plato fuerte y decepción según el palco.

State of Play

Desde el principio se comentó, y lo siento por aquellos que esperan lo contrario a lo anunciado, pues se dejó claro que este directo iba a tener un enfoque mayoritariamente destinado a los juegos de realidad virtual, cosa que así fue, aunque tristemente, y como suele ser común, abundaron los shooters, de todos los tipos, pero siguen siendo juegos de disparos. Por suerte, no es lo único que llegará a los periféricos de Sony, ya que contará en su catálogo con un título como Before your Eyes, juego que analizó en esta casa mi querido compañero Jaime y que os dejo a continuación. También tuvimos la ocasión de ver algunas actualizaciones de las próximas grandes entregas que llegarán al ecosistema de Sony, como un nuevo tráiler de Resident Evil 4 Remake, de Street Fighter 6 y por último pero no por ello menos importante, la llegada de Baldur’s Gate 3 a PlayStation 5 el 31 de agosto de este mismo año. De todo lo mostrado en este State of Play, ya que anunciarse como nuevo no hubo tanto contenido más allá de los títulos de realidad virtual, mi podio personal se fue para dos entregas completamente dispares. Por un lado, Humanity brilla con luz propia, pues desde el primer momento, y solo por la duda y curiosidad que genera, te engancha, todo para ver un juego donde tomaremos la forma de un perrete que guiará a la humanidad e intentará ayudarla a evitar obstáculos de todas las formas. Sé que es difícil de explicar, pero siempre es mejor probarlo de primera mano, y es por ello que desde ayer contamos con una demo disponible en la tienda. En el otro polo, efectivamente, me ha llamado mucho la atención el Suicide Squad: Kill the Justice League, sí, soy ese tipo de personas. Soy bastante fácil de convencer con estos juegos, con solo ver la movilidad de todos los personajes algo hizo click en mi cabeza, y me gocé cada segundo que duró el gameplay, dejando en mi las ganas de poder disfrutarlo con alguien, aunque viendo las reacciones, creo que como no lo juegue yo solo me quedaré con la ilusión.

Pero no es oro todo lo que reluce, pues en cuanto acabó la presentación y fuimos a consultar más información sobre el juego nos topamos con una realidad un tanto repelente, pues para jugar al título, independientemente de jugar con gente o solos, necesitaremos obligatoriamente de una conexión a Internet. Que sí que sí, que es 2023 y muchos hogares ya la tienen en sus casas, pero esto no funciona así, pasar obligatoriamente por este aro va a dejar gente fuera ahora, pero el día de mañana, cuando las consolas ya no sean rentables y desaparezcan los servicios que ofrecen internet, ¿qué juego quedará? Ninguno. Es un trago amargo pues yo, personalmente, no salí decepcionado, me podía imaginar a lo que me enfrentaba, no podemos andar con las expectativas de que en un mismo directo del State of Play, sin consolas nuevas a la vista, veamos anunciados nuestros juegos favoritos de toda la vida, nuevas entregas de todas las sagas de Sony y demás imposibilidades. El hype, controlado, es capaz de producir ilusión, el desmedido solo decepción.