'You spin my head right round, right round...'

Aún recuerdo cuando salió Nintendo Switch e Internet se llenó de videos de pantallas rotas, mostrando artefactos o incluso líneas negras, sonidos horribles y un largo etcétera que harán de una consola indicada para niños una fantástica pesadilla. También salieron rumores de que las pantallas de algunos modelos eran distintas, lo cual después se reveló que era mentira, y problemas de sincronización de los Joy-cons, así como la dificultad de algunos usuarios a la hora de meterlos en los agarres y la maravillosa idea de chupar los cartuchos. Fue, sin lugar a dudas, un lanzamiento jocoso. Hace ya varios años que salió la consola y ya era hora de que recibiera revisiones, justamente ahora. Se presentaron ya hace unos meses una nueva Switch con mejor nivel de batería y la Switch Lite, la cual aporta (en mi opinión) más inconvenientes que ventajas.

Pues bien, parece que, junto a esos anuncios, allá por julio, también empezaron a llegar noticias de que las palancas de control de los Joy-cons han empezado a fallar, dando falsos positivos sin realmente presionarlos. En aquel momento, y al ver que se estaba dando todo al mismo tiempo, Nintendo se ofreció a reparar en algunas partes del globo de forma gratuita aquellos Joy-cons defectuosos, aunque eso no evito que algunos consumidores hayan estado preparando una denuncia hacia Nintendo, sobre todo tras unas reparaciones que no surtieron efecto. Esta denuncia ha sido ampliada también a la Switch Lite, consola que apenas lleva una semana a la venta y que ya tiene muchas quejas con respecto a los joysticks y su mal funcionamiento. Al parecer, también fallan de la misma manera que los Joy-cons con los falsos positivos, incluso quedarse atascados físicamente. La actitud de Nintendo, por el otro lado, ha sido muy pasiva, sin llegar a admitir en ningún momento que hay un problema evidente con los mandos y limitándose a indicar que la gente acuda al servicio técnico oficial.

Dramatización del funcionamiento de los sticks de control.

Algo que me hace mucha gracia de todo esto es que haya sucedido todo a la vez y en ambas consolas. No me gusta pensar mal de nadie, pero hace bastantes años vivimos el maravillosísimo círculo rojo de la Muerte en Xbox 360, y Microsoft jugó a lo mismo: no reconocieron en un principio el problema, pero ofrecieron servicio técnico gratuito, ya que tenían bombas de relojería que no se sabía cuando iban a estallar y que acabaron estallando. Me parece muy curioso que justo ahora se saque otra versión de la consola como es Switch Lite, sin Joy-cons extraíbles (lo cual ya hace descartar por completo que sea un problema de sincronización, aunque puede serlo de software al darse todos a la vez), también tenga el mismo problema. Cabe decir que es tecnología nueva, y la tecnología nueva siempre falla hasta que se sacan nuevas versiones, pero ha llegado en el peor momento.

Nintendo tiene que admitir que, claramente, hay un defecto en sus joysticks, ya sea por diseño o por los materiales, pero intentar evadirlo es imposible (aunque también hay gente que sigue pensando que el cambio climático no existe y que la tierra es plana como el Mundodisco, solo que sin tortuga ni elefantes). La denuncia que se está planteando tiene todo el sentido del mundo y no viene de consumidores quejicas, sino de gente a la que se le había prometido un producto o un servicio (en el caso de las reparaciones) y no se le ha dado. Cuanto más intenten esquivar el problema más casos van a haber y más grande se va a hacer la burbuja, y es cierto que Nintendo puede tener todos los abogados que quiera, pero los fans son otra cosa. Microsoft en su día hizo una cosa muy buena: admitió que efectivamente el sistema fallaba, pese a lo que esto le podía repercutir, y siendo una consola que potencialmente te iba a fallar acabó siendo la mejor de su generación. Nintendo tiene dos opciones: o reconocer que efectivamente hay un problema (físico o de software) o dejarlo pasar y que las ventas sigan cayendo.