Y sin haberlo pensado me ha salido otro pareado

La lucha contra la piratería suele ser uno de los grandes focos para los fabricantes de consolas, y aunque en los últimos tiempos la situación ha estado algo más relajada, por un lado, por la complejidad de los sistemas disponibles, y por otro, por cierto desinterés de las personas involucradas en estos procesos. Sin embargo, Nintendo ya ha tenido que hacer frente a este tipo de situaciones en la presente generación, tal y como se ha confirmado en documentos extraídos del juicio contra Gary Bowser y Team Xecuter, proceso que tuvo como consecuencia el lanzamiento de una revisión de hardware. ¿Os suena de algo? Pues en el artículo de Comicbook (además de en este, por supuesto) os pueden refrescar ligeramente la memoria para aquellos que seais más olvidadizos.

Nintendo ha tenido que lanzar una nueva versión de hardware en respuesta a una de estas herramientas de piratería y esta modificación implicó innumerables horas de trabajo de ingeniería así como ajustes en nuestras cadenas de fabricación y distribución, además de los recursos correspondientes. Para ser claros, estos efectos son el resultado directo de que el acusado y el Team Xecutor atacasen nuestras medidas de protección.

The World Ends With You

¿Cuándo ha lanzado Nintendo una revisión de la nada, que no cambia apenas nada respecto al modelo existente, pero con un ligero reclamo como para poder permitirse sustituir gradualmente el stock restante del modelo previo? Exacto, no estamos hablando de la versión de Nintendo Switch con pantalla OLED, ni de Nintendo Switch Lite, sino del modelo lanzado al mercado en 2019, que bajo una “ampliación de la duración de la batería” reemplazó al modelo original de la consola, susceptible de ser hackeada con el método publicado por Team Xecuter, al estar basado en un mecanismo del propio hardware de la consola, que hacía muy difícil (por no decir imposible) parchearlo mediante actualizaciones del sistema.

Aunque pueda parecer (y de hecho, hasta cierto punto es) una noticia menor, no lo es. No tanto por el hecho en sí (raro sería que no hubiera cambios de proveedor para componentes genéricos de la consola, como un simple transistor, en función del stock disponible), sino por el motivo real de esta revisión, especialmente si tenemos en cuenta que ha habido, día sí y día también, rumores de infinitas revisiones de Nintendo Switch, a cada cual más creativa. Que si capacidad de emitir vídeo en resolución 4K nativa a través del dock, que si se prescinde de la pantalla (y por ende, del modo portátil) para ahorrar costes, siguiendo el camino ya marcado por Nintendo 2DS en su momento, etc…Al final, las cosas tienden a ser mucho más sencillas y banales. Simplemente, Nintendo se cubrió las espaldas ante una amenaza como era la piratería, de manera más o menos sencilla (recordando a los míticos cartuchos R4 de Nintendo DS) de todo el parque de consolas que habían vendido ya. Un ligero cambio, que además no encarece un diseño que ya había reducido su coste de fabricación, por lo que era ya de por sí más rentable, y a funcionar. Desde luego, lo fácil que puede ser la vida de los (supuestos) insiders, para que luego llegue Nintendo en un juicio y desmienta cientos de rumores. Como para ponerse a teorizar cuando se lanzará la próxima revisión de Switch. A este paso, seguro que ese hipotético nuevo modelo no encaja con ninguna de las predicciones realizadas hasta la fecha. En otra cosa (como dar un servicio online de calidad) no, pero en eso, en Nintendo son auténticos especialistas.