Más estudios para la colección

No hace ni una semana desde que hablásemos de la posible vuelta de Bungie a los brazos de Microsoft, como parte de la estrategia de la segunda de ampliar todo lo posible su cartera de estudios internos para proveer de contenidos a todos los dispositivos que conforman el ecosistema Windows. Y hoy, no se confirma la adquisición de Bungie (que podría ser la siguiente), sino que los de Redmond dan un golpe encima de la mesa aún mayor anunciando la adquisición de ZeniMax Media, compañía propietaria de Bethesda Softworks.

Esta operación, más allá de la significativa cifra de 7,5 billones de dólares (en formato americano, en notación europea el coste se traduce a 7.500 millones de dólares) pagada en efectivo, viene acompañada de las habituales declaraciones (en este caso, Todd Howard y Pete Hines) de la empresa absorbida justificando la decisión y lo maravilloso que va a ser todo a partir de ahora.

No podemos pensar en un mejor grupo de personas con las que entretener a todos los usuarios que los de Xbox. Tenemos amistades que se remontan a los días originales. Desde Phil a sus líderes senior hasta el apoyo a los desarrolladores, no sólo hablan de poner a los jugadores primero, sino que lo viven con pasión”.

– Todd Howard

En el comunicado de Microsoft, se menciona no solo la compra y la cifra, también la suma de entre 15 y 23 nuevos estudios a las filas de Microsoft, que Xbox Game Pass suma ya 15 millones de suscriptores y continúa creciendo (incluso con aumento de precio en PC al salir ya de su versión beta), así como la confirmación posiblemente más obvia de todo el movimiento, y es que los juegos de Bethesda estarán disponibles desde su lanzamiento en Xbox Game Pass, y aunque no se habla de títulos ya disponibles, podemos intuir que se incorporarán paulatinamente al servicio.

Inyección de combustible para Xbox Game Pass

Y sí, prácticamente esa es toda la justificación como usuarios que podemos ver a semejante adquisición (por nombre, precio y relevancia), la de seguir añadiendo títulos AAA en Xbox Games Pass mes a mes, añadiendo la posibilidad de mantenerlos en la biblioteca de manera indefinida, sin retirarlos por cuestión de costes. Porque, por el momento, no va a haber exclusividades (ni temporales ni totales), y Bethesda va a seguir funcionando de manera independiente, únicamente cambia de dueños. Y aunque esto abra puertas, humor mediante, a nuevas posibilidades, no deja de presentar una tendencia preocupante en la industria, la del oligopolio, a base de acumular y acumular estudios.

Y es que nos estamos acostumbrando demasiado a que cada pocos meses, Microsoft saque la cartera a pasear y haga un movimiento de peso que no parece encajar del todo, dadas las cifras, y teniendo en cuenta que Bethesda seguirá publicando sus juegos, incluyendo PlayStation 5 en el proceso. El golpe de efecto que supondría un The Elder Scrolls VI exclusivo de plataformas de Microsoft no tiene precio, pero la estrategia de Microsoft parece, por el momento, no ir en esa dirección. Y la acumulación de nombres y licencias no se detiene, afectando ya a una de las grandes e históricas de la industria. No hace falta hablar de juegos, sus desarrollos, y calidad de los mismos. En ese sentido, todo apunta a que se mantendrá, pero el logo de Microsoft está ya listo para recoger los frutos de su inversión.

Una situación similar a esta fue la de Disney adquiriendo Star Wars, un golpe de efecto que económicamente seguro que ha resultado exitoso, pero a nivel de producción ha dejado que desear, cuanto menos. Y aunque aún es pronto para juzgar los movimientos de Microsoft, la sobrecarga de nombres bajo su control no resulta ya preocupante por el exceso de títulos en producción y la sobrecarga que puede haber entre ellos, sino por la falta de alternativas en otros actores de la industria. Un monopolio clásico, en resumen.