Paso 1: Sé original

El multiverso es un tema que últimamente está en boca de todos, ya sea por el lanzamiento de películas taquilleras cuya temática gira en torno a ello únicamente, como podría ser el caso de la última de Dr. Strange, o solamente por el hecho de la existencia de grandes marcas y cómo estas han hecho de la compra de otras firmas su camino a seguir. Quién sabe si el día de mañana podamos encontrar una película de Star Wars donde Mickey Mouse sea un auténtico Lord Sith (algo que ya vaticinó la saga Kingdom Hearts) y su rival acérrimo en la batalla final por la liberación de la galaxia sea, ni más ni menos, que Ant Man, apoyado por Homer Simpson, Buzz Lightyear y Jack Sparrow. ¿Podría ser? ¿Tal vez? No lo sé. Sin embargo, este caso sería, cuanto menos, bastante artificial, ya no solo porque al fin y al cabo no tienen nada que ver entre sí y todos habitan mundos distintos donde conectarse entre sí sería francamente imposible, sino porque todas estas licencias pertenecen a una sola empresa que se ha dedicado a comprarlas una a una, una Disney monumental que en vez de aportar nuevas ideas se decide a comprar las ya existentes, dando lugar a un sistema planeado y nada natural. Pero para un ejemplo así tenemos otros algo distintos, y esta vez sorprende que venga de la mano de Nintendo.

Cuando hablamos de multiverso en Nintendo fácilmente se nos viene a la cabeza Mario Kart, en especial las últimas entregas donde precisamente Mario no es la que más personajes nuevos ha aportado, pues han sido de otras sagas de Nintendo los que se han dado cita en este juego. Pero aquí encontramos el mismo problema que antes, aunque en esta ocasión sí que son títulos propios de Nintendo, como Splatoon o The Legend of Zelda: Breath of the Wild, personajes que entraron en las últimas entregas de la saga. Mas, como he dicho, este no es el mejor ejemplo sobre el multiverso presente en Nintendo, pues existiendo el Super Smash Bros. Ultimate quién se atrevería a hablar de multiverso sin mencionarle. La última entrega de estos juegos de lucha es fácilmente reconocible por esta hazaña desde hace mucho tiempo, un lugar donde personajes tanto de Nintendo como de juegos externos a la compañía nipona se reparten de leches en entornos cuanto menos pintorescos. Mi primera toma de contacto con esta saga fue con el juego de Wii, en el cual solo utilizaba un personaje que personalmente no conocía en profundidad, que no es otro que Snake y del cual, hasta hace no mucho no había jugado a ningún título donde apareciese. Sin embargo, ahí estaba, y este listado de personajes disponibles ha ido creciendo más y más hasta llegar a la mole que compone este último juego, con personajes provenientes tanto de los juegos de lucha más míticos hasta quienes nos roban el corazón.

Pero si esto os parece mucho es porque no hemos pensado en que, el auténtico multiverso, es la propia Nintendo con su última consola, la Nintendo Switch. Ya lleva un par de años, y según los directivos de Nintendo andará por la mitad de su vida, lo cual no es moco de pavo ya que, durante todos estos años, se ha ido granjeando poco a poco un catálogo que posiblemente jamás concebimos. Ya no hablamos exclusivamente de juegos propios de Nintendo, solo disponibles en su consola, sino que es importante mencionar la ingente cantidad de ports y remasterizaciones que han llegado tanto de sus propios juegos antiguos como de empresas de terceros. ¿De verdad alguien pensó en algún momento que The Witcher 3 o los últimos Doom serían capaces de llegar a la híbrida? O mismamente NieR: Automata, un ejemplo cercano tras el directo de ayer y que os resumimos aquí que nos trajo también tanto los tres últimos títulos de la saga Persona como el próximo Sonic, el que fue en su momento rival directo de Nintendo y que ahora es un aliado más.

Está claro que, si hablamos de multiverso, este es uno de los más sanos, y por algo tan simple como que los desarrolladores siguen siendo “independientes”, pero colaboran voluntariamente con esta empresa tanto para compartir alguna licencia o directamente lanzar los juegos en su plataforma sin entrar en la compra de licencias o similares. Estamos todavía en 2022, y no van a ser los últimos juegos que se lancen en esta consola que ha dado tanto de que hablar, no es de extrañar ni mucho menos que acabemos viendo un catálogo más inmenso del que hay actualmente, mezclando lo retro con lo nuevo, lo propio con lo externo, todos libres a su manera en un entorno que acoge en vez de forzar.