Puede que aún haya esperanza

Tan solo unos días después de que el gigantesco tráiler 2 de GTA VI sacudiese las redes, hemos tenido nuevas noticias sobre Mafia: The Old Country, otra de las grandes apuestas del conglomerado Take-Two Interactive para el próximo año natural. Más allá de enseñarnos gameplay con muy buena pinta, de confirmar fecha de lanzamiento (ya filtrada hace una semana) y algunos detalles interesantes respecto al enfoque del juego, lo que más me ha sorprendido ha sido su precio.. y por una vez, puedo decir que la sorpresa ha sido para bien.

El cada vez más alto precio de los videojuegos AAA es algo que lleva siendo un tema de conversación relevante desde que Sony, en su eterna fase de montaña rusa, decidió que los juegos exclusivos de PlayStation 5 tenían que costar 80 euros. En ese momento parecía imposible que un juego pudiera costar tanto, pero aquí estamos, y ahora pagar el equivalente a la compra de la semana por el nuevo FIFA es algo más que habitual. No obstante, no estoy aquí para decir que las cosas están muy mal y que las compañías se pasan de avariciosas porque, aunque sea verdad, estar todo el día amargado con lo mal que están las cosas sin tratar de encontrar esperanza o soluciones me parece una actitud peligrosa. Más mala la cura que la enfermedad.

El caso es que entre todas estas subidas de precios han habido ciertos cambios en la industria que, aunque puedan parecer poca cosa, pueden ser un indicador de un futuro más esperanzador en el mercado de los videojuegos. El primero de estos cambios es el aumento de popularidad que han tenido los juegos indie, lo cual, considerando que son juegos que prácticamente nunca superan los 30 euros, demuestra que la gente no siempre se ve forzada a pagar 60 euros o más a la hora de encontrar una obra que les interese.

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Este aumento de popularidad no solamente se debe a que los indies ofrecen propuestas bastante diferentes e innovadoras —ya que eso lleva ocurriendo desde que apareciesen allá por los albores de Xbox 360—, sino que también ha jugado un papel importante el alarmante aumento del coste de vida en prácticamente todo el mundo. Con unos sueldos estancados y los precios cada vez más altos, la gente se siente con una soga al cuello cada vez que enfrenta un desembolso de 70, 80 o incluso 90 euros por un juego. Una apuesta arriesgada y agobiante que se ven invitados a realizar sin necesidad, ya que disponen de experiencias iguales o mejores por menos de la mitad.

Otro cambio que ilustra el poco interés del público general de los videojuegos por pagar tanto por obras AAA es el aumento de popularidad de páginas web como Miravia, Eneba, Gamivo e incluso Temu. Porque sí, Instant Gaming, G2A o AliExpress ya existían, pero les ha salido competencia, y cada una de estas páginas tiene éxito y tráfico constante. Si el precio de tus videojuegos no para de subir, la gente lo comprará más barato en una página que no te dará beneficio, o lo que es aún peor, lo pirateará, y se habituará a dicho modus operandi.

Y, sobre esto último, quiero aclarar que los juegos siguen costando 70 euros, 80 en consolas, por mucho que una página te permita comprarlos por menos dinero. Cuando se anunció Mario Kart World por 90 euros, muchas personas dijeron que no era para tanto porque en Amazon y en MediaMarkt estaba por 75, pero a nivel de responsabilidad y trato con el usuario, el juego sigue costando 90 en la página de Nintendo o en GAME. Que una página o empresa te ofrezca un menor precio para llamar tu atención no quita que el precio oficial de mercado siga oscilando entre 70 y 90 euros, y eso es lo que las empresas esperan que pagues de primeras, no nos confundamos. Igualmente, ¿quién sabe si de ser el PVP de Mario Kart World 70€, no lo encontraríamos a día de hoy en portales como Amazon por menos de 50€?

Dado este paradigma, Mafia: The Old Country se ha sumado a muchos otros lanzamientos de estudios muy importantes que se han alejado deliberadamente de los polémicos 70 u 80 euros, optando en su lugar por los 50. Clair Obscur: Expedition 33, el que es de momento el juego más importante y mejor valorado del año, salió a la venta por 50 euros para ser más accesible. Elden Ring: Shadow of the Erdtree, un DLC con tamaño y duración de juego completo (cuya duración supera a muchos AAA) salió por 40 euros, y lo mismo con Elden Ring: Nightreign, a pesar de ser un juego nuevo de uno de los estudios más relevantes en la industria desde hace ya más de una década.

Ahora, la cuarta entrega de una saga muy exitosa publicada por nada más y nada menos que 2K Games costará también 50 euros, y es cierto que, como explicación para este precio reducido, la desarrolladora Hangar 13 ha comentado que se debe a que no será un juego de mundo abierto, y tendrá un enfoque lineal, por lo que también es probable que sea un poco más corto que los otros Mafia. Sin embargo, no nos olvidemos de que la mayoría de aventuras AAA en tercera persona suelen ser lineales y cortas, y aún así no bajan de los 70 euros. Este movimiento permite, de manera colateral, moderar las expectativas alrededor del lanzamiento del juego, quitándole presión al estudio al no tener que competir en términos de duración con titanes open-world como Kingdom Come: Deliverance II.

Por todo lo comentado sobre estas líneas, así como por el triunfo aparente de los precios de Nightreign, Expedition 33 y Mafia: The Old Country, veo la posibilidad de que las cosas mejoren. Por supuesto que las empresas siempre van a intentar sacarnos la mayor cantidad de dinero posible —principalmente por culpa de los accionistas—, pero es por eso mismo por lo que estos ejemplos me sorprenden, y me hacen pensar en la posibilidad de que otros grandes estrenos se sumen a esta idea. Sé que muchas de las personas que leáis esto pensaréis que solamente tres lanzamientos importantes que reduzcan su precio no van a cambiar nada, pero el año pasado fueron cero.

Tengamos paciencia. La industria del videojuego es actualmente la más grande que existe en el entretenimiento, y los cambios, por desgracia, ocurren de forma lenta y progresiva; más aún si se trata de cambios a mejor. No obstante, yo veo en la presencia cada vez mayor que están teniendo los indies, en la popularidad de páginas que te ofrecen el juego más barato (y de cuyas ventas las empresas no se llevan nada) y en esta bajada de precio en tres juegos importantes de un mismo año, un rayo de esperanza. Todos estos factores juntos piden un cambio, y si las compañías no quieren dárnoslo, cada vez irán a más hasta que, en lugar de pedir, se les obligue a cambiar si no quieren perder dinero.

Puede ser que esté exagerando con este punto de vista, y que de aquí a cinco años sigamos exactamente igual que ahora. Puede ser que estos ejemplos que he puesto sean solo casos aislados, y que en realidad los precios suban de 80 a 90 euros sin que eso tenga ningún tipo de repercusión en las ventas de los juegos y consolas. Puede ser que esté pecando de optimista, pero prefiero creer en un futuro mejor que en un status quo inalterable. Ojalá no me equivoque.