Que la fuerza te acompañe (por última vez)

Los juegos de LEGO basados en archiconocidas franquicias de películas vivieron su apogeo hace ya más de 10 años, cuando pasaron de ser principalmente adaptaciones de Star Wars a abarcar también licencias como Harry Potter, El Señor de los Anillos, Piratas del Caribe, Indiana Jones… Con leves adaptaciones para cada uno, pero con una misma fórmula que, por los propios tiempos de desarrollo y publicación, se acabó quemando cual Call of Duty. Ahora, años más tarde, tenemos con nosotros, con algún retraso que otro en su fecha de salida, LEGO Star Wars: The Skywalker Saga como broche a la familia Skywalker, ya que creo que sería absurdo tacharlo también de cierre a esta colección.

Como buena adaptación de películas a juego de LEGO, lo primero que toca es mentalizarse del objetivo de TT Games y demás participantes en el desarrollo. Se prima la accesibilidad (también en dificultad) por encima de todo, siendo estos proyectos habitualmente una herramienta para introducir a los más pequeños de la casa a las respectivas franquicias. Y en el caso de Star Wars, si ya era una opción interesante allá por los tiempos de Nintendo DS, con lo que era en ese momento la colección completa (la opinión de Disney no tenía que ser tenida en cuenta por aquel entonces), ahora no solo se ve ampliada con una nueva trilogía, sino que se ve completamente remozada con un montón de nuevos sistemas y mecánicas que, de hecho, es más que probable que pasen desapercibidos en una primera instancia.

Antes de nada, a modo de observación, mencionar que he dejado a mi memoria y la nostalgia la opinión sobre LEGO Star Wars: The Complete Saga, y que no jugué en su día a la adaptación del Episodio VII, por lo que la última trilogía es totalmente nueva para mí.

“Señor, la posibilidad de completar totalmente este juego es aproximadamente imposible”

A modo de resumen previo a entrar en materia, ya que no creo que corresponda en este artículo desmembrar la trama de cada una de las 9 películas adaptadas, es que cada una de las adaptaciones nos permite, con mayor o menor fidelidad (algo que comentaremos más adelante) revivir los momentos más relevantes de cada una estando a los mandos, con el toque de humor siempre presente que, aunque pueda molestar a algún fan más pureta (que dentro de la legión de seguidores de Star Wars, los hay y no pocos precisamente), dando además alguna explicación más creíble a según qué escenas de las películas.

Aunque en primera instancia se respeta prácticamente en todo momento los personajes presentes, en sus diferentes variantes según el momento, se abre también la opción de, una vez completado cada nivel por primera vez, acceder al denominado “Juego libre”, en el que podremos completar de nuevo dicha sección eligiendo nuestro propio plantel de personajes, de manera que podamos desbloquear esas secciones que hemos visto en una primera pasada, pero imposibles de completar por el propio diseño de niveles.

Esta manera de incentivar (o forzar, según se vea) la rejugabilidad es sin lugar a dudas la seña de los juegos de LEGO, y no lo veo en absoluto negativo por ningún lado. Sí, alarga artificialmente la duración del juego, pero solo en caso de que queramos exprimir su contenido hasta la última gota, pero esta vez podemos también cambiar el plantel de personajes en medio de la acción, por lo que, en el hipotético caso de que nos sepamos al dedillo la ubicación y requisitos de cada coleccionable oculto (y contemos con personajes desbloqueados que nos permitan cumplirlos), con una segunda pasada sería suficiente para avanzar en dicho objetivo. Eso sí, entre las ampliaciones de esta visita completa a la saga Skywalker podemos ver una cantidad apabullante de contenido, muy superior a cualquier edición previa. No sólo en personajes disponibles (por el hecho de sumar 3 películas más al cartel) sino por la ubicación de estos desbloqueables.

Ya no se resume únicamente a secretos ubicados en el mapa, sino que contamos con misiones secundarias (ofrecidas por NPCs como si de un RPG se tratara) que pueden implicar desde la persecución de un criminal, la entrega de un mensaje a un transeúnte hasta escalar un edificio presente por un camino alternativo para conseguir un cristal de Kyber adicional. Estos cristales, además de las piezas de LEGO que hacen las veces de moneda, nos servirán para desbloquear no solo pistas o rumores para conseguir nuevos personajes, sino mejoras en el árbol de habilidades implementado, con su correspondiente división por clases y efectos asociados. Porque si algo se ha echado en falta tradicionalmente en los juegos de LEGO ha sido esa profundidad extra que impidiera catalogarlo únicamente como “juego para niños disfrutable por adultos. Y en esta ocasión, con las nuevas mecánicas añadidas para el desbloqueo de contenidos, junto a áreas (en líneas generales, pero especialmente los pueblos o ciudades) más amplias y que incitan a perderse en ellas con una exploración menos lineal, el combate es uno de los grandes reforzados. Desconozco si estas mejoras estarían ya presentes en la adaptación de El Despertar de la Fuerza, pero al menos respecto a los originales, ya no se trata (o más bien, se puede no) simplemente aporrear botones hasta la victoria sin importar la situación.

Con más opciones en combate, especialmente con usuario de sable láser, la posibilidad de esquivar ataques enemigos (sin llegar a ser un parry al uso, pero similar en sensación de cara al jugador) y la presencia de secuencias de QTEs en los combates con jefes relevantes, lo cierto es que es mucho más satisfactorio y se siente cierta recompensa a la habilidad del jugador. No podemos olvidarnos de que sigue siendo un juego centrado en ser accesible para todos los públicos, no podemos pedir milagros tampoco, pero son detalles, evoluciones en la fórmula original que se agradecen (sumado a que la cadencia de juegos de LEGO, por suerte para el mimo que puede recibir cada uno, no es lo que era).

Sin embargo, está adición de QTEs, que también se aplica a algunos ¿minijuegos? como el desbloqueo de zonas interactuando con ordenadores (vía droide o no) se acaba haciendo repetitiva demasiado rápido, especialmente si jugamos solos, ya que por la cantidad de los mismos, parece planteado directamente al modo cooperativo local (que simple y llanamente es perfecto, no añade nada, pero nos permite jugar la misma aventura a dobles, sin añadidos o restricciones de ningún tipo) y a ser repartidos entre jugadores.

Obviamente, no iba a ser oro todo lo que reluce, y aunque esa cuestión de diseño se puede considerar menor, algo que queda al aire rápidamente (y que choca más en la versión de nueva generación, aunque lo más seguro es que venga forzosamente heredado de las ediciones “originales” de PlayStation 4, Xbox One y Switch) es la absurda cantidad de interrupciones en forma de transiciones de carga, o escenarios diminutos que sirven como pantalla de carga disimulada antes de pasar a la siguiente sección. Y cuando en un tramo de tres minutos has pasado por una cinemática (necesaria para que avance la trama, por la narrativa que se aplica en TT Games y sus juegos), una pantalla de carga y una zona diminuta de transición para llegar a otra cinemática, es evidente que algún elemento sobra, con todo apuntando al mismo elemento.

Dejando esto a un lado, el juego se ve muy bonito en PlayStation 5. En caso de ser fanáticos de los juguetes daneses, podremos ver además montones de detalles de cada pieza (y no hablo ya de reflejos, sino de números de serie perfectamente incluidos, no como un texto cutre por encima) que habrían lucido aún más en caso de disponer de un modo foto acorde a las posibilidades que ofrece el título a nivel de contenido.

Porque al final, LEGO Star Wars: The Skywalker Saga es una apuesta sobre seguro, siendo sinceros. Una fórmula ya probada, actualizada en forma y fondo para los nuevos tiempos y con una excusa como la finalización de la última trilogía protagonizada por la familia Skywalker. Bien es cierto que la fecha de lanzamiento podría haberse hecho coincidir con el 4 de mayo o el estreno de la serie de Obi Wan Kenobi para una mejor efeméride, pero realmente eso es algo totalmente externo. Lo que no es impensable, visto el giro que ha tomado Disney con la gestión de la licencia de Star Wars en el ámbito de los videojuegos, sería el uso de este universo de LEGO para un spin off nuevo. Algo menos serio, tal vez, pero que ya cuenta con una base establecida y que permitiría llegar a ese público más infantil que Disney desea. Ese mismo que buscaron desechando el Universo Expandido (ahora conocido como Legends) a la hora de elaborar esta última trilogía que motiva la creación de este juego. Las herramientas están ahí, solo hace falta utilizarlas.

Cuando las piezas hacen ‘click’

Esta recopilación es, ante todo, un homenaje a la serie creada por George Lucas. Con más o menos fidelidad a las películas, con sus correspondientes ajustes en pro de añadir el humor que siempre ha caracterizado a las adaptaciones del universo LEGO, se trata de un título totalmente recomendable, bien sea a su público puramente objetivo (niños) o el que realmente lo puede disfrutar (no tan niños), como si de Pokémon se tratara.


Esta crítica se ha realizado en base a un código de la versión de PlayStation 5 cedido por Warner Bros. Games