De Goya a Goya y tiro porque me toca

Uno de mis géneros favoritos, tanto en el cine como en los videojuegos y la literatura, es el terror. En los videojuegos he de decir que me cuesta un poco más y que, o tengo a mi novia al lado, o me niego a cruzar esa puerta yo solo teniendo apenas balas en Silent Hill 2. Sin embargo, crear una buena atmosfera y poder sostenerla es exageradamente complicado, puesto que estás apelando a una emoción muy concreta. Tienes que engañar al cerebro para que se lo crea de cabo a rabo, y a la mínima tontería que hagas te arriesgas a tirar todo por tierra, pero cuando te sale bien la jugada lo disfrutas como un poseso. Sin embargo, para mí dentro del terror hay un subgénero maravilloso al que me gusta llamar “tren de la bruja”, y se podría resumir en que se alimenta de jumpscares continuamente para funcionar y en muchas ocasiones todo lo que sucede parece ridículo, pero sabe en qué momento exacto agarrarte por el cuello, y en ese submundo se encuentra Layers of Fear.

Layers of Fear

“Buenas tardes, vengo por lo del anuncio.”

Este juego nos cogió a más de uno por sorpresa en 2016, con un apartado gráfico descomunal y siendo, para mí, una de las demostraciones más palpables de que un motor como Unity es capaz de hacer mucho más de lo que esperamos. El juego va a dos bandas: es un walking simulator en gran parte y hay un montón de jumpscares, pero la historia es original y está bien llevada hasta donde recuerdo. Por supuesto, hay muchas formas de romper esa magia, como el pasillo en el que la niña se da un golpe con un mueble: a parte de sacar una carcajada, puedes avanzar y retroceder todo el rato porque el script no se detiene, haciendo spawnear a decenas de niñas chocando su cabeza. Fue todo un éxito, y al año siguiente Bloober Team sacó Observer y se tiró la casa por la ventana: anunciaron una película sobre el juego.

De esa película poco se sabe, y aún teniendo ese proyecto pendiente han anunciado una adaptación cinematográfica de Layers of Fear, aunque no se sabe si será sobre el pintor loco, el actor marinero o una nueva historia. Por supuesto, no va a ser una superproducción y es más que probable que vaya a tener un bajo presupuesto.


Sin embargo, a mi modo de ver esto no es una limitación absoluta a la hora de tener libertad creativa (si acaso sólo económica), puesto que podemos esperarnos cualquier cosa. Layers of Fear, sobre todo el segundo, es muy pasillero, pero crea esas situaciones tan maravillosas de humor accidental que le dan aún más jugo a la ambientación. Las películas de terror de los 80 al estilo de Pesadilla en Elm Street tienen su encanto en la cutrez de algunos momentos, y eso es un punto que pueden explotar sin ningún tipo de problema. No estamos hablando de la nueva película de Ari Aster, estamos hablando de una película indie oscurilla que si no tuviera el nombre de Layers of Fear seguramente pasaría sin pena ni gloria.

Layers of Fear

“Señor, ya han traído los 50 bebés de atrezzo que pidió.”

A mi modo de ver, es cierto que tener poco dinero no te deja llevar a cabo un proyecto a gran escala, pero pueden hacer algo más que decente. Se nota que es el ambiente que les gusta llevar en el estudio: un estilo serio, pero justo en la barrera de tomarse demasiado en serio a sí mismo. No digo que vaya a ser del estilo Resident Evil, pero si tenemos maravillas como Marble Hornets (la original, obviamente) o El Proyecto de la Bruja de Blair podemos esperar algo bueno de ésta. Podemos hasta esperar que sea un desastre y que intente creerse el pináculo del terror, aunque indiscutiblemente ese trono lo ocupa REC. Y sí, menciono muchas películas que utilizan el recurso del metraje encontrado porque el juego se maneja con una cámara en primera persona y sería raro que eso lo cambiasen. Por supuesto, todo esto que he dicho es meramente especulación y la película lleva ya como dos años en desarrollo, pero mentiría si no dijera que tengo curiosidad por ver qué son capaces de hacer.