Xbox toma la iniciativa con el servicio bajo demanda

En los últimos meses, hemos tenido rumores acerca de Xbox Game Pass y la posibilidad de que estuviera en diversas plataformas. Todo ello encaja con las últimas declaraciones de Kareem Choudry, vicepresidenta corporativa de juego en la nube al medio Geekwire: “Ahora sabemos que no podemos vender 2000 millones de consolas, y sin embargo, sí sabemos que existen múltiples mercados alrededor del planeta en los que una consola no es necesaria ni forma parte de su estilo de vida” explicó en alusión a las nuevas posibilidades de negocio para obtener más dinero y crecer más. La nueva estrategia de Microsoft pasa por vender juegos, servicios en la nube y plataformas como Xbox Game Pass.

El propio Phil Spencer ha comentado en las mismas declaraciones que no se gana demasiado dinero con el hardware¿Significa esto que las consolas dejarían de existir? En la próxima generación, ya confirmada, no, porque se sabe que en algún punto llegará PS5 y nuevas versiones de Xbox One X. Sin embargo, en el último informe financiero de la empresa, se ha mostrado los beneficios correspondientes al hardware han descendido un 19% mientras que los beneficios por los servicios y el software vendido y distribuido por la compañía han aumentado hasta un 32% con respecto a 2017. El anuncio de Project x Cloud y el éxito del Xbox Game Pass deja claro que el camino a seguir por Phil Spencer y los suyos se aleja de las videoconsolas hacia los servicios de videojuegos bajo demanda, el streaming, lo digital y la venta de software.

El negocio del mundo de los videojuegos es, precisamente, vender videojuegos, así que vender el acceso a estos títulos y contenidos es el núcleo y fundamento. Así pues, si te abres más, y consigues que más gente juegue a menudo, más disfrutarán de esta forma de arte. Y eso aumentará el tamaño de nuestro negocio.Phil Spencer, cabeza visible de Xbox

La guerra de las consolas llega a su fin

Hace 17 años que Microsoft desembarcó en el mundo del videojuego con Xbox. No tuvo un comienzo fácil debido al auge de Playstation a finales de los 90 y el mercado tan conservador del videojuego. De hecho, muchos lo han intentado pero han visto que el negocio de las consolas es bastante complicado y no tan rentable como pudiera parecer. Incluso vendiendo a pérdidas, nada está asegurado para un hardware que está limitado a haber uno o dos en cada casa y que ya estaba siendo acaparado por otras compañías. Pero la llegada de los teléfonos inteligentes, con su comodidad de uso y su disponibilidad imediata puso fecha de caducidad a las videoconsolas entendiendo que lo único estrictamente necesario sería una pantalla y un periférico de control. Con todo ello, llegamos a las puertas de la que posiblemente sea la última generación de videoconsolas. Plataformas como Netflix, HBO o Amazon Prime han abierto camino en la industria del entretenimiento y han demostrado que es viable como negocio un servicio bajo demanda. Por lo que pronto, los juegos en formato digital podrían estar constituidos dentro de plataformas similares y lo que se vendería sería un acceso a un catálogo más o menos amplio.

A pesar de las muchas posibilidades de jugar que daría a los jugadores, cabe preguntarse si sostendría a los videojuegos siendo proyectos de mayor inversión y complejidad. En especial, aquellos juegos carentes de monetización interna y de contenido cerrado. Incluso este panorama podría ser perjudicial para muchos juegos indies. Existe esa incertidumbre porque es un modelo que aún no ha madurado lo suficiente en otros sectores y que su implementación en los videojuegos podría no dar tan buen resultado como pueda parecer. Mecánicas asociadas a la forma de jugar, a los periféricos como la Realidad Virtual podrían estar en peligro cuando se normalice y se extienda esa situación a todos los géneros. Lo que sí es seguro, y prueba de ello es la aparición de los juegos de servicio, es que ese tipo de juego tendrán la capacidad de expandirse mucho más y quién sabe si con la hegemonía de abarcar todo un universo a lo Sword Art Online u OASIS de Ready Player One.

Esa visión del futuro se acerca cada vez más y Microsoft con la marca Xbox pretende cortar cuanto antes con las videoconsolas y liderar en primer lugar el cambio hacia el servicio bajo demanda. Es una jugada inteligente pero tanto Sony como el resto de la competencia no se quedará con los brazos cruzados. Puede que la guerra de las videoconsola llegue a su fin pero no pongo en duda que un futuro, habrá una nueva guerra por la conquista de los videojuegos.