No Hay Nadie Como Tú

Estamos a menos de una semana del lanzamiento de Death Stranding 2: On the Beach, la próxima obra exclusiva de PlayStation del autor en el mundo de los videojuegos por excelencia Hideo Kojima, por lo que es normal que en estos últimos días salga nueva información, entrevistas y comentarios de Kojima y su equipo o de la propia Sony. Tal ha sido el caso con la reciente entrevista de Woodkid, el compositor de una buena parte de la banda sonora del juego, para Rolling Stone, en la que revela que el creador de Metal Gear ha hecho muchos cambios a Death Stranding 2porque estaba gustando demasiado” en las pruebas con jugadores y prensa.

El fundador y director de Kojima Productions asegura que, si el juego le gusta demasiado a la gente, es porque es mainstream y convencional, “está pre-digerido para que le guste a la gente“. Y él más bien busca cosas que acabemos amando a pesar de que en un principio no nos gustasen. Por supuesto, de estas declaraciones tan interesantes lo que muchísima gente está sacando es que Kojima no quiere que su juego guste porque es un cretino. Por otro lado, lo que yo veo en el punto de vista que Woodkid describe es a un artista diferente y atrevido, que ha moldeado la industria e influenciado a muchísimas personas sin importar al medio al que pertenezcan.

Metal Gear Solid DeltaMuchas de estas reacciones en su contra nacen de lo mucho que se ha esparcido a lo largo de los años la falsa suposición de que Hideo Kojima tiene un ego desmedido, cosa que Woodkid desmiente en esta misma entrevista, solo por ser alguien que conoce el valor de su trabajo —más que porque sea suyo, porque es arte— y, como consecuencia, quiere que todo aquello que ha creado lleve su firma. Al final, con la manera tan horrenda en la Konami trató a todo el equipo de Kojima Productions, creo que quedó más que justificado el poner siempre su nombre en los créditos iniciales, finales e incluso en los tráilers de sus juegos. Y más ahora que quieren excluirlo todo lo posible en su —permitidme la apreciación— vacío y sin alma Metal Gear Solid Delta.

Y es que el hecho de que Kojima no se haya pronunciado sobre las reacciones negativas a estas declaraciones demuestran mejor que nada el tipo de artista que es.

La imagen de egoísta engreído que dice querer hacer cosas controversiales y diferentes para luego hacer ocho juegos principales de Metal Gear desaparece en cuanto escuchas a personas que han trabajado con él hablar de la experiencia o cuando recuerdas que Konami básicamente obligó a Kojima a involucrarse en todos los Metal Gear tras Metal Gear Solid porque sino amenazaban con hacerlo igualmente pero sin él. Quería hacer otros proyectos y ser igual de rompedor que ahora, pero hacerlo en esa época significaba dejar en manos de otra persona la mayor creación de su vida, por lo que era imposible.

A esto le sumamos la tendencia de mentalidad adolescente de llamar “fumada” a las historias del creador nipón en lugar de tratar de entender lo que quiere decirnos (y más cuando siempre explican cada punto y giro de la trama varias veces por si acaso no lo has entendido), y llegamos a esta situación. Y no, Kojima no va a estar sonriendo y aplaudiendo si ve que te pasas toda la experiencia de Death Stranding 2 con el ceño fruncido y mirando el móvil cada pocos minutos. Lo que quiere como autor es, literalmente, lo que comenta Woodkid en el artículo que casi nadie se ha leído antes de lanzarse a opinar.

Hideo Kojima

Cuando comenta que los cambios vienen porque “estaba gustando mucho” puntualiza que, con esto, se refiere a que “su trabajo no estaba siendo suficientemente polarizante y no estaba suscitando suficientes emociones”.  Es decir, que la razón por la que se han hecho cambios al guion o escenas de una obra artística es para generar una reacción de su público. Wow, lo nunca visto, definitivamente deberíamos llamar a Kojima cretino por intentar que su juego nos haga sentir más cosas y que no lo podamos jugar en piloto automático.

Como añadido a esto, también es bastante fácil entender, si no vas con malas intenciones, a qué se refiere Kojima con eso de estar “pre-digerido” para gustar a la audiencia. No se trata de un discurso para demostrar que es especial y nadie le entiende, se está refiriendo a la manera en la que muchas obras actualmente caen muy rápido en ciertas estructuras o clichés que referencian o nos recuerdan a otras cosas con tal de conectar con las personas mediante la familiaridad. Incluso algunos de los mejores AAA de los últimos años hacen esto: Astro Bot es un homenaje a los plataformas y a los videojuegos en general, Red Dead Redemption II es un western clásico hecho juego, Expedition 33 es una carta de amor a los JRPGs como género y un largo etcétera.

Justamente por esta tendencia veo los cambios a Death Stranding 2 como algo muy valiente. Donde otro autor estaría feliz porque su juego encanta y por ver a la gente reconociendo cosas similares a Metal Gear, The Last of Us u otros titanes narrativos del mundo del videojuego, Kojima se preocupa, queriendo que la experiencia de una obra artística no sea fácil de digerir. Y es por ello que intenta deshacerse de esos conceptos conocidos, pre-digeridos, que facilitan la conexión con la audiencia por factores ajenos, haciendo que conectemos con ella desde cero por mérito propio, al cogerle el gusto a su estilo, su mundo y su jugabilidad a pesar de que al principio pueda generarnos conflicto.

Y, por supuesto, puede no gustarte el juego, pero lo que esta manera de ver este medio artístico busca es que, en el caso de no disfrutar de la experiencia, sea porque todo lo que ha presentado no te ha sentado bien al digerirlo, y no porque esperabas las mecánicas de Metal Gear, porque compares alguna escena con una similar de un juego que te gusta o porque hayas tachado de “fumada” a la historia en las primeras tres escenas y ya no estés dispuesto a entender algo ni prestar atención.

No es fácil hacer un juego con esta filosofía, y Kojima siempre ha conseguido que, a pesar de que sus juegos tengan muchas inspiraciones (especialmente del mundo del cine), siempre se hayan sentido como algo único y diferente, que solamente él podría haber hecho. Y no por ser mejor que nadie, sino por ser él mismo, y tener su propia manera de ver y hacer las cosas. La noticia sobre estos cambios a Death Stranding 2 no ha hecho más que aumentar mis ganas de jugarlo, sabiendo que me espera una experiencia que puede que ame o que odie, pero naciendo cualquiera de esas emociones del hecho de que es una obra única, y no algo con lo que diga “me recuerda a este otro juego”.