Ahora sí, vuelve la magia

En unos días se cumplirá el primer aniversario del final de una de esas grandes esperas que nos ha dado esta generación de consolas. Kingdom Hearts III se anunció oficialmente en aquel mítico E3 de 2013, justo después de que Tetsuya Nomura nos confirmara que Final Fantasy Versus XIII pasaría a ser esa décimoquinta entrega que conocemos hoy en día. Siete primaveras después, este día 29 de enero hará justo un año desde que la última gran aventura de Sora y compañía se lanzaba al mercado entre una enorme expectación debido, en gran parte, a lo mucho que se esperaba de ella en todos y cada uno de sus aspectos. Sin embargo, las expectativas no suelen jugar buenas pasadas, y el título ha acabado teniendo muchos detractores desde su lanzamiento por mil y un motivos distintos, aunque también es cierto que otra gran parte del público lo ha podido disfrutar bastante y lo incluye entre sus favoritos de la saga.

Yo, personalmente, me incluyo dentro de este segundo grupo. Mis expectativas con el juego por suerte se cumplieron en gran medida, pero es cierto que a Kingdom Hearts III se le pueden llegar a ver ciertas costuras en lo que a su apartado narrativo se refiere, y por el cual la comunidad de fans se ha visto más dividida que nunca. Sin embargo, hoy no quiero centrarme en su historia, lo que hay es lo que hay y te puede gustar más o menos. Hoy quiero hablaros de su jugabilidad, de los cambios que ha sufrido durante este año y, sobretodo, con su última actualización gratuita, la cual ha conseguido convertir KH3 en un juego mucho más divertido que durante su lanzamiento.

Y es que otro de los temas que más se ha debatido desde que el juego viera la luz es su jugabilidad. Si bien es cierto que nuevos añadidos dentro de la saga introducidos en esta entrega, como las transformaciones de Llaves Espada, supusieron un buen punto de partida para un apartado jugable que prometía darnos muchas alegrías a todos aquellos que nos gusta exprimir hasta la última gota de este tipo de combates más centrados en la acción, la sombra de Kingdom Hearts II y su prácticamente perfecta jugabilidad es bastante alargada, y esta tercera entrega parecía que se quedaba un poco a medio camino. Hablamos, sobretodo, de ese combo base un tanto lento de Sora y las pocas opciones que el árbol de habilidades nos daba para personalizarlo.

Como digo, esto se veía más acrecentado viniendo de la segunda entrega, donde asestar cada uno de esos golpes era una pequeña delicia para nuestros sentidos y la personalización del combate era tan extensa que podríamos hacer un artículo aparte sólo hablando de ella. Incluso en Kingdom Hearts 0.2, el game feel a la hora de controlar a Aqua era mayor que en esta tercera parte. Y aunque esto se veía un poco tapado gracias a la gran variedad a la hora de reventar sincorazones e incorpóreos que nos regalaba las mencionadas transformaciones y el hecho de poder equiparnos hasta tres Llaves distintas, lo cierto es que los golpes normales acabaron siendo sólo una triste excusa para conseguir las primeras sin ningún tipo de gracia de por medio… O por lo menos así ha sido hasta ahora.

Si sois seguidores de la franquicia sabréis que hoy mismo está ya disponible el DLC de Kingdom Hearts III, Re Mind, que promete traer varias horas de nuevos contenidos como jefes, escenas y la continuación del final del juego. Sin embargo, con la salida de esta expansión se ha lanzado un nuevo parche para el título que incorpora cambios bastante interesantes totalmente gratis, entre los que destacan las míticas Recuerdos Lejanos y Prometida así como hasta seis nuevas habilidades para Sora. Y he aquí lo interesante, porque todas y cada una de estas habilidades son para personalizar su combo base. Digo interesante porque con ellas Tetsuya Nomura y su equipo han conseguido cambiar casi por completo el combate de Kingdom Hearts III y la sensación de satisfacción que éste te produce. Ahora Sora es mucho más rápido, dinámico, su cancelación de combos con esquivas y bloqueos ha mejorado notablemente y con ella su diversión a los mandos. Parece que se han fijado en todo lo que hicieron bien en Kingdom Hearts II y han traído parte de ese dinamismo a este juego con mucho acierto de por medio, hasta tal punto de que si me quitan las transformaciones y me dejan jugar sólo con estos combos estaría completamente conforme con ello.

A continuación tenéis una pequeña demostración de algunos de estos nuevos combos:

 

A esto hay que sumarle las nuevas Llaves, Prometida y Recuerdos Lejanos -las cuales podéis conseguir sacando todos los Portafortunas y pasándoos el juego en Maestro respectivamente-, que se han colado directamente entre las mejores de todo el juego junto a la clásica Cadena del Reino y el Arma Artema. Sus transformaciones nos permiten equiparnos ambas armas en su forma final, como si de Kingdom Hearts II se tratara, con una mezcla en sus ataques entre lo que estamos acostumbrados ver hacer a Sora y algunos de los ataques de Roxas. Una mezcla que literalmente sabe a gloria por toda la nostalgia que sale de sus movimientos.

Como última reflexión, lo cierto es que tras todas las actualizaciones que ha recibido Kingdom Hearts III durante este año el juego ha conseguido mejorar exponencialmente. Hacía falta un modo de dificultad mayor para nuevos retos y lo tuvimos, hacía falta nerfear las atracciones y lo tuvimos, y hacía falta mejorar las habilidades de Sora, así como añadir alguna que otra llave más, y ahora tenemos ambas cosas, todo completamente gratis. Con esto queda claro que Square Enix, por suerte para todos nosotros y a pesar de las críticas, escucha a su comunidad y le da lo que necesiten para convertir sus productos en la mejor versión de ellos mismos. Lo hicieron con Final Fantasy XV y ahora con Kingdom Hearts III, en el que finalmente tenemos esa preciosa guinda encima del pastel que tanta falta le hacía.