Cuentos efímeros para pasar la noche

De vez en cuando me encuentro con una época de historias cortas. Viene así, sin más. En lugar de aventurarme con tramas largas que ocupan semanas de mi tiempo libre, prefiero optar por pequeñas dosis de narración potente pero concentrada. Así, por otro lado, disfruto de varias historias: algunas muy alocadas y otras más cercanas a lo que ya he experimentado alguna vez en el mundo del videojuego. Pero, si hay algo bueno, es que la disparidad es evidente.

Recientemente he podido disfrutar de If On A Winter’s Night, Four Travelers, un pequeño conjunto de relatos cortos creado por Dead Idle Games que centra sus esfuerzos en presentarnos varias historias con cierto toque tétrico y de suspense. La trama comienza con una fiesta de máscaras donde multitud de pasajeros de un tren con destino incierto se congregan para la charla y el jolgorio. Desde luego, parece una de esas tramas de asesinato entre familias de la nobleza a las que tan acostumbrados nos tiene la literatura. Pero la cosa va un poco más allá: unos pocos individuos parecen tener cierto punto en común: no tienen ni la más remota idea de cómo han llegado ahí.

 

Subirse a un tren en mitad de una fiesta y no recordar siquiera haber estado en una estación no tiene que ser una experiencia grata. Pero siempre puede ser peor. Siempre podemos intentar recordar. El gran acierto de If On A Winter’s Night, Four Travelers pasa por dividir las historias de estos amnésicos personajes en diferentes actos. Así, tenemos un pequeño conjunto de relatos cortos que se interconectan entre sí, pero siendo narraciones completamente diferentes. Esto permite aprovechar una serie de ideas cortas que, quizás no fueran propicias para una obra de gran envergadura, pero que son perfectas para estos microrrelatos jugables.

Vamos a encontrarnos con una serie de historias de misterio, cada cuál más retorcida. La primera, por poner un ejemplo y sin entrar en demasiados detalles, comienza con un muchacho adinerado que se hospeda en un hotel de Roma y espera a su amante. A priori, parece una narración bastante común, incluso algo cliché. Pero pronto toma caminos más enrevesados y acaba, como las historias que la suceden, con un mejunje de emociones variadas rondándonos la cabeza. Intentar recordar las últimas acciones que los protagonistas hicieron antes de encontrarse en el tren es, más bien, un viaje por los traumas, las sensaciones, la psique y la relación con la sociedad de cada uno de los individuos.

If On A Winter’s Night, Four Travelers inspira su título en una obra casi homónima del renombrado escritor Italo Calvino: If on a Winter’s Night a Traveler. Su mayor cercanía, eso sí, es su atrevimiento por experimentar con la narración de forma peculiar a su medio. El juego de Dead Idle Games se disfruta como una aventura gráfica relativamente tradicional. Es más, haremos uso constante del clásico point & click. Aunque, eso sí, las interacciones con el escenario se centran en ciertos objetos específicos, por lo que tampoco tendremos que estar hurgando en cada píxel.

El apartado artístico es un gran punto fuerte de la obra. Probablemente, junto a la premisa narrativa, el mayor aliciente para ocupar las escasas dos horitas que nos durará. Se trata de un píxel art enormemente detallado cuya imponente iluminación solo rivaliza con las increíbles animaciones. Cualquiera podría pensar que, al basar gran parte del juego en texto, no haría falta generar esa expresividad en los personajes, pero es sorprendente lo mucho que gana la obra gracias a este fluir por el escenario de forma natural.

Encontraremos algún que otro puzle pensado para retrasar nuestro avance en la trama. Sin embargo, hacer click en los diferentes objetos nos dará la información necesaria y, a nada que prestemos algo de atención (eso sí, en inglés), no nos será difícil dar con lo que tenemos que ir haciendo. Me ha recordado mucho, tanto en este como en el resto de apartados, a The Supper, ese microjuego de Octavi Navarro del que hablé hace unos meses y tan sorprendido me dejó. Y es que tanto aquel como este If On A Winter’s Night, Four Travelers juegan con nuestra mente y expectativas a cada paso que damos. Nunca estamos seguros de cómo de retorcida acabará siendo la historia, solo sabemos que no parece que vaya a salir del todo bien.

Algunas de las cuestiones tratadas, al menos el subtexto que se encuentra intrínsecamente ligado a ellas, es muy relacionable con consideraciones de nuestro día a día. Es algo similar a lo que sucedía con The Müll Littoral que, salvando las distancias, se adentraba también en la psique de nuestro personaje. Pero, por su parte, If On A Winter’s Night, Four Travelers consigue generar una atmósfera lo suficientemente cargada como para que se asemeje en algunos instantes a una obra de terror. No pasaremos miedo propiamente dicho, pero no descartéis algún momento chocante y visceral que, por suerte, el píxel art maquilla para reducir la impresión.

Los no tan felices años veinte esconden muchos secretos como los que podemos descubrir aquí. La representación de la situación social encaja perfectamente con la premisa de la obra y los personajes, que experimentaron sensaciones para no volver atrás, como tampoco lo hará el tren en el que viajan. Por mi parte, solo queda esperar a una nueva obra por parte de Dead Idle Games. Imagino que, en cierto modo, intentar mantener un nivel mínimo para asemejarse a la eficiencia narrativa que han alcanzado con este título será complicado. Pero, sin duda, muchos estaremos esperando el siguiente movimiento que hagan. ¿Seguiremos con el misterio? ¿Pasaremos a otro tipo de aventura? Lo que es seguro es que no faltarán introspecciones.