Nada de balones fuera, aquí se corta el problema de raíz (literalmente)

En una semana plagada de informaciones y reacciones a las declaraciones del (ahora ex)presidente de Tripwire Interactive, en relación a la reaccionaria y retrógrada ley del aborto (o más bien, que lo prohíbe de facto) y su apoyo a la misma, no todo iba a tener que estar relacionado con todos los comunicados de empresas que cortan lazos con la compañía. Aunque ante casos de este calibre técnicamente no tendrían porqué hacer nada (pudiendo alegar que son elementos externos a su control y evitando así perder los seguramente jugosos contratos derivados de estos acuerdos), es un gesto que evidentemente les honra. Sin embargo, en First Bite han optado por aplicar la táctica de “ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas”, y de una forma bastante literal.

 

 

 

Y es que ante la simple acusación de que uno de los artistas contratados (como Freelance, por lo que, de nuevo, no forma parte estrictamente del estudio, lo cual podría devolvernos de nuevo al punto anterior) ha podido estar involucrado en situaciones de abuso, el estudio ha querido dejar las cosas claras, explicando su rol dentro del proyecto de novela visual que tienen entre manos, y su decisión ante esta situación. Nada más y nada menos que reemplazar todas las aportaciones de esta persona al juego.

Con una fecha de lanzamiento prevista para octubre, no se puede decir que no se hayan tomado en serio mostrar su rechazo frontal a cualquier asunto que pueda manchar el nombre y reputación tanto de su estudio como de su proyecto, de corte más bien personal, tal y como se deja claro en el comunicado que han publicado. Como colofón, han suspendido también las reservas para el juego, tocando ya el punto crítico que suele suponer el límite en las acciones, el del dinero.

S hay algo que se crítica en esta época de la política de la estética y pinkwashing, de formas muy bonitas y coloridas pero vacías de contenido y cambios materiales, desde First Bite parece que han decidido claramente poner lo material por delante. Un estudio pequeño, que prepara un título de nicho (y a pesar de ello, en uno muy concurrido y competitivo), pone por delante las ideas y los principios que defiende frente a recuperar la inversión (por ahora) del desarrollo.

Y es en esta dirección en la que las comunidades deberían empujar a los creadores de la industria. Sí, posiblemente hagan esto, en primer lugar, porque dispongan de una cierta estabilidad en el ámbito económico y puedan permitirse esta decisión, pero de tener la opción de a tomar la decisión hay un paso enorme, que se aleja de medidas estéticas como poner un icono diferente en Twitter en fechas señaladas, para jugar con lo que, por desgracia, importa de verdad, pero puede a la vez desencadenar movimientos que cambien la realidad material.

Desconocía por completo la existencia tanto del estudio como del juego que están desarrollando, pero incluso sin ser de mis géneros predilectos, ahora tienen como mínimo mi atención por la valentía que han demostrado con sus actos, sin quedarse en pura palabrería de cara a la galería. ¿Cuántas declaraciones ostentosas hemos visto, no ya estos últimos meses en pleno auge reaccionario a nivel mundial, sino dentro de la industria del videojuego a cada polémica que se daba a conocer? ¿Cuánto maquillaje para tapar horas de crunch, promesas de cambiar todo para que nada cambie hemos conocido? Porque a la hora de la verdad, esta es la primera acción que tiene margen para provocar cambios reales, posiblemente del sector al completo.