Bienvenido al mismo día del resto de tu vida

“¡No me digas que no te acuerdas de mí, porque sin duda sí te acuerdas!”

A todos en algún momento nos han llamado la atención de una forma u otra las posibilidades presentes a la hora de jugar con el tiempo. Ya sea viajar al pasado para deslumbrar a nuestros ancestros con el desarrollo tecnológico actual o visitar el futuro para maravillarse con los descubrimientos que realizaremos. Dentro de todas estás opciones, no se puede dejar de lado al bucle, una de las más explotadas en los medios audiovisuales. Repetir el mismo día una y otra vez ya no es una idea nueva, y mucha gente conoce las vivencias de Bill Murray en el día de la marmota, pero siempre es un concepto que llama la atención, por todo lo que implica. Por una parte, aparecen los conceptos morales, que quedan derrumbados por el hecho de que, si todo se repite una y otra vez, no hay consecuencias a ninguno de nuestros actos, por lo que nada importa. Y una vez la persona se ha rehecho a sí misma, aparece el tedio, el horror a repetir una y otra vez el mismo momento, sin una esperanza de ver un final al túnel, de donde nace la necesidad de escapar, siendo esta en la mayor parte de ocasiones el objetivo final, rompe el bucle, termina con la repetición, vuelve a darle sentido a la vida.

Todos estos conceptos se tratan de formas variadas en la industria cinematográfica, pero no son tantas las visiones que se pueden encontrar en el mundo de los videojuegos. Probablemente, el título que más pueda venirte a la mente ahora mismo es uno de los más reciente: 12 Minutes, juego que presenta un bucle temporal entre una pareja y un asesino, famoso antes de su lanzamiento por los actores de doblaje de los mismos, y más conocido después como una de las experiencias agridulces del año. Ya se ha nombrado el tedio, factor fundamental en los bucles. El hecho de repetir lo mismo una y otra vez es capaz de volver loco al más pintado, es por eso mismo que normalmente en el cine, una vez el protagonista se encuentra metido hasta el fondo en el loop, los días suceden para el espectador como un recorte rápido de las escenas fijas que tienen lugar en cada reinicio. Si, el pobre diablo atrapado está sufriendo, pero no es la idea transmitir ese hastío en ninguna obra, que parten con el objetivo de entretener. Esta fácil vía para evitar el agobio se complica sobremanera en el formato video lúdico, pues somos nosotros los que estamos atrapados, los que tenemos que revivir cada día los mismos eventos. No es algo que se pueda tomar a la ligera a la hora de diseñar un juego de estas características: o implementas un modo para reducir el padecimiento del jugador, o estás fuera. Es aquí donde The Forgotten City, título desarrollado originalmente como un mod de Skyrim y adaptado a Unreal Engine 4 por el equipo de Modern Storyteller, muestras su arsenal para contarnos las desventuras de una ciudad romana atrapada en un bucle.

El hecho de que el juego nazca como un mod del aclamado título de Bethesda ha marcado las bases tanto narrativas como jugables del mismo, y desde el primer minuto es fácil asociar The Forgotten City a las aventuras del Dovahkiin. Despertando en la orilla de un lago, una mujer encapuchada nos pedirá que atravesemos unas ruinas para encontrar a un amigo que se ha perdido en ellas. No tardaremos en encontrar los primeros indicios de que el viaje de nuestro camarada ha sido más largo de lo que parece. Unos pasos más y empieza el meollo, atravesaremos un portal que nos transportará en el espacio y el tiempo, colocándonos en un periodo anterior, aparentemente romano, de esas mismas ruinas. Y empieza la aventura. Esa ciudad subterránea, con un sublime a la vez que simple diseño, se encuentra dominada por la regla de oro, que se puede resumir en que en el momento en el que alguien cometa un pecado, todo el mundo morirá. Es el dirigente del poblado el cual, investigando tomos arcaicos, ha hallado un conjuro para pedir ayuda a fuerzas externas, el responsable de nuestra presencia en la ciudad. Convencido de que no puede quedar mucho tiempo hasta que alguien rompa el código, nos pedirá que investiguemos quien puede ser el responsable de infringir la regla de oro. A partir de aquí, tendremos vía libre para investigar la ciudad a nuestras anchas, y de hablar con quien nos venga en gana, estudiando sus intereses e intenciones. Nuestro líder tenía razón, y no tardaremos en vislumbrar alguna situación que rompa la regla de oro, y haga que “se lie parda”. Por suerte el mismo hechizo que una vez se convocó, volverá a ser convocado en cada ocasión una vez esto suceda, transportándonos de nuevo al principio del día. Con esta mecánica y esta premisa, empezará nuestra investigación.

Puede parecer una nimiedad, pero títulos tan asociados con las conversaciones (y con la repetición de estas), requieren una opción para acelerarlas u omitir líneas en pos de nuestra salud mental. James McAvoy y Willem Dafoe pueden ser excelentes dobladores, pero después de escuchar las mismas frases una y otra vez en 12 Minutes mi mente sólo quería dejar de oírlas para siempre. Esto es algo que el equipo de The Forgotten City tenía claro desde el principio, y junto a la opción de omitir diálogos presenta nuevas opciones en las conversaciones que ya hemos tenido, para omitir el camino hasta la conclusión que buscamos. Junto a esto, también hay que tener en mente al sistema de movimiento, y es que, aunque el terreno no sea muy amplio, si hay que desplazarse a lomos de un caracol común la situación puede volverse desagradable. En este caso la movilidad no es un problema, teniendo total libertad de desplazamiento en todas las dimensiones, y no valiendo tan sólo con esto, dispondremos de un sistema de tirolinas que nos permitirá barrer en cuestión de segundos las distancias más largas entre zonas de la ciudad. Con estas bases, todo lo que queda es que la narrativa que acompaña al bucle tenga una base lógica y se sostenga conforme la situación varíe. No vamos a entrar en spoilers de la trama más allá de los primeros minutos, pero en las cuatro o cinco horas que puede alargarse el título, se mantiene una cohesión aceptable. Ya sólo queda desentrañar los misterios que esconde la ciudad subterránea.

He quedado muy sorprendido con el resultado, y ahora entiendo el por qué este mod de Skyrim armó tanto revuelo en el mundillo. Tanto para sentar las bases de los bucles temporales como para plantear sus argumentos a la hora de hablar de la justicia y la moralidad, el desarrollo narrativo de la aventura es un ejemplo a seguir. Si bien es cierto que para el desarrollo de este texto me he servido principalmente de comparaciones con 12 Minutes, y quizás sea un poco injusto marcar con tanto ahínco las cosas que este hace mejor. Desde luego, estos no son los únicos juegos que tratan el tema. También reciente es el caso de Deathloop, que no ha sido demasiado bien recibido por el público, pero sabe lo que se hace. Cuenta de la misma forma con sus propias estrategias para luchar contra el tedio de la repetición, marcando ciertos sucesos en tu mente para que no tengas que repetirlos y con la mejor movilidad en cualquier obra de Arkane. El loop temporal de Colt el segurata es mucho más amplio y variado, pero se trata de una superproducción, mientras que The Forgotten City fue inicialmente desarrollado por un equipo de tres personas. Returnal también se sirve del mismo sistema para presentar sus mecánicas tipo rogue-like, y como contrapunto en este título, muchos jugadores aquejaron que el bucle era demasiado largo, impidiéndoles a muchos terminar una vuelta de una sola sentada, que requería de cerca de dos horas. Cerrando las recomendaciones temporales, The Sexy Brutale es una de las producciones independientes más queridas acerca de este concepto.

Al igual que las primeras mañanas de Bill Murray, entré al mundo de The Forgotten City algo confuso e inseguro, pero a diferencia del hastío de sus últimas repeticiones, con cada vuelta al reloj me he topado con nuevos secretos, opciones de conversación y frescas ideas para terminar con el ciclo y escapar de la inmortalidad. No os dejéis llevar por las primeras impresiones acerca del apartado visual del juego, y dadle una oportunidad, algo bastante sencillo teniendo en cuenta que se encuentra disponible en Game Pass, para ordenador y consola. Al fin y al cabo, muchas veces la vida diaria no se diferencia demasiado de un bucle, siendo incluso más aburrida, y títulos interesantes pueden ayudar a darle salero.