Ante la recta final del desarrollo de Psychonauts 2, hay que pensar en el futuro...

Como en cualquier sector de cierta relevancia, en la industria del videojuego hay según qué nombres que, cuando hacen declaraciones, el mundo se para unos instantes y es turno de prestarles atención, por poco relevantes que puedan parecer. Uno de esos nombres es Tim Schafer, conocido por su trabajo en Lucasarts (y posteriormente, Double Fine, su actual estudio, que fundó en el año 2000) y ser una referencia a nivel de narrativa y desarrollo de personajes en el medio. Y ahora que el proyecto con el que llevan años entre manos, Psychonauts 2, anunciado en la edición de 2015 de The Game Awards, empieza a acercarse a su fin (tras plantearse inicialmente su lanzamiento en el año 2018), toca empezar con la habitual campaña de rumores acerca del futuro del estudio.

En palabras del propio diseñador, todas las situaciones excepcionales del año 2020 no han ayudado especialmente al objetivo de dar carpetazo a Psychonauts 2, pero a pesar de todo, el estudio ha conseguido acercarse al objetivo.

“2020 definitivamente no aceleró el desarrollo de Psychonauts 2, pero ahora tenemos casi todo en el juego. El hecho de que pueda decir que estamos empezando a trabajar en los créditos finales muestra en cierta manera el punto en el que estamos. Al menos para nosotros, eso significa que nos estamos acercando a acabar el juego. Estamos principalmente pasando a pulir las cosas que ya están en el juego”.

– Tim Schafer

Sin embargo, y dado que desde que en el E3 del año pasado se anunciara que Double Fine empezaba a formar parte de la cartera de estudios propiedad de Microsoft, los primeros rumores apuntaban a que el estudio se hiciera cargo de alguna de las muchas franquicias que se encuentran en punto muerto, siendo Banjo-Kazooie una de las mayores bazas según la rumorología, pero en el mismo artículo de WCCFTech ha sido el propio Tim Schafer el que se ha hecho eco de la misma para, ante sorpresa de nadie (o así debería), desmentir esas supuestas intenciones y reforzar la idea de crear algo nuevo.

Y si bien, al menos de cara a la galería, Microsoft ha prometido libertad artística y creativa a todos los equipos que ha adquirido recientemente, y todo apunta a que así será con Double Fine, bajo los mandos de otra compañía lo más seguro es que esta posibilidad ni se hubiera contemplado. Vale que la adquisición se llevase a cabo recientemente, pero los avales en términos de gestión en todo lo que se refiere a Psychonauts 2 no es que sean una gran carta de presentación, precisamente, financiado de manera colectiva con una campaña que, si bien no ha terminado siendo humo como ha pasado en otros casos, ni mucho menos ha cumplido en plazos (y aunque todo apunta a que sí lo hará, aun hay que ver si llega a satisfacer las necesidades del propio producto).

“Es interesante pensar en ello, pero creo que no sería el mejor uso de la Double Fine, porque creo que lo nuestro es inventar cosas. La gente de alguna manera se metió en la cabeza que deberíamos hacer un juego de Banjo-Kazooie. ¿Por qué Double Fine debería hacer Banjo-Kazooie? ¿Has oído hablar de una compañía llamada Rare? Creo que todavía están por aquí”.

A la hora de trabajar bajo las órdenes de grandes editores, no es raro ver que, ante un proyecto propio que no funciona acorde a las expectativas tanto del estudio de desarrollo como de la distribuidora, el concepto del siguiente juego venga dictado desde arriba (no quisiera yo mirar directamente a Bioware, en manos de Electronic Arts, que tras Mass Effect: Andromeda, tuvo que hacer Anthem para poder llevar a cabo otro proyecto que pudieramos considerar propio, como es el nuevo Dragon Age).

Es una suerte ver que estudios que apuestan tanto por la creatividad y hacer algo diferente en el más puro sentido de la palabra pueden disfrutar de la capacidad para llevar hasta lo material esas ideas, pero mi duda principal es si esta táctica se mantendrá en el tiempo por parte de Microsoft. La empresa al final quiere beneficios, y si los desarrollos deseados al final se prolongan en el tiempo más de lo estimado, puede que la próxima vez el proyecto sea no deseado, o no haya proyecto…