Las primeras grandes decisiones del día a día
El miércoles 29 de octubre, Dispatch volvió a sorprender con los episodios 3 y 4, consolidando su propuesta narrativa entre lo mainstream y una contracorriente muy propia. Con un ritmo pausado pero lleno de decisiones que marcarán el destino de los personajes. Tras haber jugado los primeros capítulos (y siento no ir justo al día con las series, es una costumbre), puedo afirmar que este juego de superhéroes está encontrando el equilibrio perfecto entre lo familiar y lo innovador.
Se establece como una historia juvenil, pero con madurez
Como ya mencioné en la reseña inicial, Dispatch nace en un mundo saturado de historias de superhéroes, pero con una propuesta más realista y menos optimista que el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM). A diferencia de series como The Boys o Gen V, que aunque más oscuras, en esencia son mucho más adolescentes, Dispatch de AdHoc sigue navegando entre dos mares: por un lado, evita el espectáculo del UCM, pero por otro, no quiere ser tan gratuitamente provocadora como la propuesta de Amazon.

Los dos episodios que siguen la presentación lo confirman, mostrando el día a día de Robert Robertson en su trabajo y sirviendo como base para la historia. Aquí es donde el juego nos presenta las primeras decisiones complejas que cambiarán el curso de nuestras historias.
Spoilers (¡Atención!)
El ritmo tranquilo, pero con tensión acumulada
Dispatch sigue mostrando el día a día con sus escenas en el baño (qué acertada resultó desde el principio la carátula del juego para resumir el mood) y un ritmo que va en contra de lo habitual en el género. Y es que todavía no se ha revelado el gran drama que impulsará la trama puesto que el juego se toma su tiempo, porque profundizar en estos personajes bien lo merece.
Un aspecto que no mencioné antes es que los episodios evitan los cliffhangers espectaculares. No hay revelaciones grandiosas ni acciones frustradas por la entrada de los créditos. Son finales tranquilos, mostrando cómo Robert termina su día en una especie de costumbrismo mágico que ocurre al poner superpoderes en medio de una sociedad tan estandarizada como la estadounidense.
Por ahora, la épica del prólogo sigue lejos, y eso se agradece. Además, las decisiones que vamos a tomar como dispatchers también tomaremos otras sobre las relaciones personales de Robert. Este papel tan personal y tan rutinario es lo que mantiene la propuesta de Dispatch como una única en su estilo y género.
El planteamiento por fin está establecido
Dispatch está demostrando que no necesita precipitarse. Su narrativa tranquila, sus decisiones complejas y su enfoque realista lo convierten en una propuesta fresca en un mercado saturado. Aunque aún no ha llegado a sus mayores dramas, ya está claro que*este juego sabe esperar, y eso no hace más que anticipar que se viene algo mucho más íntimo que épico.
Lo que se venga esta semana debe dar un paso más allá y es que con todas las decisiones tomadas, las relaciones afianzadas y la profundización en ellas, solo puede dejar paso al inicio del caos, a las consecuencias de las decisiones tomadas hasta ahora y las de todo un entorno del que aún no hemos visto nada. Y es que tiene otra gran decisión que tiene mucho sentido en su aspecto jugable, ya que nunca dejamos de ver todo desde el punto de vista de Robert. Es la forma perfecta para que las decisiones a tomar se sientan propias, sin tener información que él no tiene y que resultaría bastante tramposa.

Solo puedo concluir como Rosa Díaz de Brooklyn 99: solo conozco a estos personajes desde hace unas horas, pero si algo les ocurriera mataría a todos los que estamos presentes y luego a mi mismo y no habría superhéroe capaz de evitarlo. Tengo muchas ganas de que llegue el miércoles para jugar a los siguientes episodios, y eso ya es una fantástica señal.
Esta crítica ha sido realizada con una copia digital para PC cedida por AdHoc Studio.
