Paliza de nostalgia

Últimamente estoy bastante nostálgico en muchos sentidos, tal vez se acercan las navidades, una fecha que me gusta en especial, desde pequeño he disfrutado del gentío y el buen ambiente. Tal vez es porque mi vida ha cambiado en cuestión de meses y siento que he dado un paso crucial, pero ni bueno ni malo, solo uno necesario (por desgracia) que se da cuando nos toca crecer, que malo es el trabajo. Tal vez es porque echo de menos el tiempo libre con el que contaba antes, simplemente salir a jugar, comer algo y sentarme a ver mis dibujos favoritos, ya fuera Pokémon, Digimon, One Piece, Naruto, Avatar; lo que fuera que hubiese en la tele en ese momento, solo para echar el rato relajadamente antes de ir a la actividad deportiva de turno. Obviamente las cosas ya no son así, las responsabilidades crecen irremediablemente con el paso del tiempo, y las ataduras que poseemos nos restringen movimientos que antes hacíamos realidad en cuestión de segundos, y que ahora llevan horas de meditación por nuestra parte por si “no estaríamos perdiendo el poco tiempo que nos queda de manera fútil”. Que difícil se hace la vida, pero para las situaciones en las que sentimos que vivimos tiempos mejores en una juventud no tan alejada siempre hay soluciones, como volver a las series de nuestra infancia, o incluso darle una oportunidad a los juegos que se siguen lanzando sobre estas, como es el caso de Asterix & Obelix: Slap Them All.

Asterix Obelix Slap Them All

Siempre es bueno volver a ver en acción a nuestros galos favoritos, y quizás para muchos eso ya sea un justificante de compra más que suficiente.

En un corto periodo de tiempo me he adentrado en este “subgénero”, si así lo podemos considerar, de títulos inspirados y que usan licencias de series de la infancia, como puede ser con Marsupilami, concretamente Marsupilami: Hoobadventure, el cual pude jugar hace apenas un par de semanas y cuya crítica podéis leer a continuación. Este Asterix & Obelix: Slap Them All proviene del mismo editor, que no desarrollador, y partiendo de esa premisa cuenta con las licencias necesarias para traer a la vida a personajes icónicos de las series y cómics originales más allá de ambos protagonistas. Donde lo podemos ver claramente es en los diseños, fieles a los originales y sin apenas cambios más allá de un pequeño rebozado para traerlos de manera correcta a la realidad, todo acompañado de un apartado gráfico extremadamente agradable, que casa a la perfección no solo con el juego, sino con el lugar de donde proceden, los cómics. Sin utilizar el dichoso filtro cómic que se ha empleado durante los últimos años en la industria, como podría ser en la saga Borderlands, primer ejemplo que se me viene a la cabeza, logra con un muy buen trabajo traer la sensación de que, más que un juego, estás jugando a un cómic, viñeta por viñeta, página por página. Tantos los enemigos que nos irán viniendo para hacernos frente como los propios escenarios que pueblan nuestras aventuras todos ellos obedecen a este estilo artístico más cercano al cómic europeo que a los contrastes y saturaciones del cómic americano, dejando un resultado sobresaliente en un apartado que no logra salvar del todo al juego.

Si nos trasladamos a otro de los puntos más importantes a la hora de desganar un título llegamos a la jugabilidad, que aunque no es un punto obligatorio pues perfectamente pueden existir títulos que carezcan de ella o que apenas requieran de su uso, una amplia mayoría sí decide hacer hincapié en este apartado. Cuando hablamos de Asterix & Obelix: Slap Them All no solo recurrimos a la nostalgia de la serie o los cómics, sino que se extrapola también a este apartado jugable, pues el título se cimienta en el clásico género del Yo contra el barrio, donde iremos avanzando por los escenarios repartiendo mamporros a aquellos enemigos que osen venir a nuestro encuentro por ambos lados de la pantalla, ya sea en solitario o en grupo. Esta apuesta por un género tan clásico y poco utilizado en la actualidad está claro que es un movimiento arriesgado, ya sea por los escasos ejemplos actuales en los que fijarse (aunque a día de hoy poco a poco más desarrolladores y equipos se están animando, como pasó con River City Girl o Streets of Rage 4, uno de los precursores) o por la poca experiencia que pueden tener los desarrolladores encargados de Asterix & Obelix: Slap Them All para lanzarse a crear un juego así, factores que, a falta de conocer cuáles pueden haber sido, han afectado al producto final. Aunque las primeras horas pueden resultar entretenidas, pues ir descubriendo los combos y hacerlo en compañía es gratificante, en cuanto el tiempo se alarga y los escenarios van cambiando, el resto de la jugabilidad no se queda así, se siente atascada en los primeros niveles, sin evolucionar ni ofrecer cambios a la experiencia durante el resto de nuestra travesía por el juego, lastrando de sobre manera todo lo construido al principio de manera bastante acertada. Combatir el colonialismo e imperialismo siempre mola, siempre contarán con mi apoyo, y aunque zurrar a romanos siempre es disfrutable, cuando pierdes la cuenta de a cuantos de ellos has mandado a volar deja de serlo. Tal vez el punto calve de todo esto reside en su modo multijugador, donde podremos llevar a los dos protagonistas, uno cada uno, y repartirnos la faena, incluso jugar al ping pong lanzándonos a los desgraciados romanos a los que les ha tocado combatirnos.

Un divertido cooperativo lastrado por, quizás, demasiadas fallas

Asterix & Obelix: Slap Them All es un precioso homenaje a la esencia de los cómics, representada de forma magistral en todos los aspectos artísticos que pueblan este juego, el cual utiliza la nostalgia de quienes empezaron por el papel hasta los que la seguimos en televisión para atraernos hacia su propuesta, usando además un género que busca su hueco en la sociedad moderna y que cada juego lanzado alza más hasta el lugar que un tiempo ocupó, aunque este no será uno de los que más colaboren en ello. El necesario modo cooperativo no puede cimentar un título que jugablemente tiene tantas fallas, y donde uno de los principales puntos sobre los que se han de sostener las propuestas que se basen en este género es la diversión en sus mecánicas, el retar a todo el barrio en un uno contra todos épico que nos ha de mantener enganchados a los mandos durante todo el proceso, algo que desgraciadamente no ocurre y echa por tierra un gran trabajo en otros aspectos. Con todo dicho, y sabiendo los puntos flojos, queda esperar que en un futuro logren analizar el éxito de lo bien hecho y los errores cometidos para, quién sabe, una futura aventura de este dúo dinámico.


Esta crítica se ha realizado con un código de descarga para Switch cedido por Meridiem Games.