Ante el ocaso de la piratería, ¿es viable un servicio así hoy en día?

Todo aquel que se ha mantenido relativamente pendiente al mundo de los videojuegos este último tiempo debe haber escuchado, al menos una vez, acerca de los videojuegos en la nube. Casos como el de Resident Evil 7 y Assassin’s Creed siendo porteados a Switch en Japón para jugarse a través de streaming son solo algunos ejemplos de esta tendencia. Otros, son servicios como Gloud y Vortex; sitios web que proveen un catálogo de títulos al más puro estilo Netflix a sus usuarios, que no requieren de una máquina con una tarjeta gráfica de alta gama, un procesador moderno o una RAM descomunal. Una conexión estable a Internet basta.

Pues bien, pronto se unirá a este nicho de mercado otro servicio: Antstream, de la mano de Steve Cottam. Este estará orientado a los juegos retro y, ya contando con la licencia de más de 1.000 títulos (entre los cuales se incluyen entregas de compañías como SNK, Data East, Epyx, Gremlin Interactive o Technös) prometerá una vuelta a la era de las recreativas y los 8 y 16 bit – época que, para muchos, es considerada aún a día de hoy como la Edad Dorada de los videojuegos -. Además, contará con la ventaja de poder jugarse en prácticamente cualquier computador, precisando de una única cuenta para disfrutar del servicio en Windows, Mac, Linux o cualquier dispositivo móvil.

antstream

Inicialmente, el servicio, que comenzará a estar disponible a principios de 2019 en el Reino Unido, contará con alrededor de 400 juegos a disposición de los usuarios, e irá aumentando el catálogo progresivamente. También contará con un aditivo que será muy bien recibido y es que, como muchos juegos de esa época tenían tablas de puntuación, estas se extrapolarán a unos marcadores online donde los jugadores podrán competir entre sí para estar en el ranking. Además, estos encontrarán desafíos multijugador – tales como boss rushes y speedruns – y un sistema de logros que incluirá desafíos que obligarán al usuario a enfrentarse a cada aventura de una forma u otra.

Es así como nos encontramos, a través de múltiples vías, ante un intento desesperado por llevar una brisa de aire fresco a un catálogo trillado, que muchos ya estamos hartos de disfrutar, y que ya va necesitando de nuevas excusas para requerir nuestrat atención. Aún así, quedan muchas dudas al respecto, pues todavía se desconoce la tarifa que tendrá la suscripción mensual, los grandes nombres que conformarán el catálogo inicial, etcétera.

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En lo personal, tengo mis reservas en cuanto a la viabilidad del servicio, pues, si bien no dudo que haya un gran grupo de gente interesados en los juegos clásicos, también sé que estos no son difíciles de encontrar en Internet (obviando su legalidad). Entonces, ante esta amenaza, ¿será Antstream capaz de crear un servicio lo suficientemente llamativo y/o accesible para atraer a ese grupo de gente más reticente a pagar por algo que pueden conseguir gratis? ¿Serán los aditivos mencionados anteriormente la clave para convencer a los escépticos?

Francamente, espero que así sea, pues servicios como este pueden ayudar a la tan comentada conservación del medio. Y es que, encontrar, por ejemplo, una película o un disco antiguos es relativamente sencillo y reproducible en aparatos modernos (como Blu-ray o lectores de DVD, o incluso en servicios como Spotify), pero, en cambio, los juegos no han corrido la misma suerte y muchos títulos quedan imposibles de hallar o de ser disfrutados como fueron pensados inicialmente.