Supervivencia en modo “zen”

Con los años parecemos apreciar los juegos relajantes y que apuestan por la desconexión. Among Trees es la apuesta de FJRD Interactive por ofrecer un estado mental concreto, una experiencia en parte contemplativa, en parte disruptiva dentro del género en el que se engloba: la supervivencia. Antes, los títulos de este tipo (y los videojuegos en general) solían ser más provechosos cuanto más desafío supusieran. Por suerte, a día de hoy la diversidad se abre hueco y todo tipo de experiencias intentan alcanzar el mainstream en pro de convertir la industria en un abanico de opciones para todos los estados de ánimo e intereses. La, recalquemos, “apuesta” de FJRD Interactive es, cuanto menos, arriesgada y, en cierto modo, no termina de ser tan fructífera como podría pensarse. Pero vayamos al grano: ¿qué es Among Trees?

Hace poco más de un año, Among Trees apareció en formato Early Access en la tienda de Epic. Estos días hemos asistido, al fin, a su salida definitiva y presencia en Steam. La premisa es simple: un juego de supervivencia (con sus contadores de hambre, sed, etcétera) en el bosque. Pero, en lugar de tener por delante un lúgubre paisaje, el entorno parece casi sacado de una ensoñación fantástica. Los colores y texturas construyen una estética general preciosista que, sin lugar a dudas, es el punto fuerte y principal atractivo de Among Trees, al menos de puertas para fuera.

De puertas para dentro tenemos un título que, lejos de ponernos por delante los clásicos desafíos de la supervivencia más normalizada, presenta una experiencia muy relajante en la que recolectar, pescar y construir serán nuestras actividades principales, hiladas por la necesaria exploración que nos obliga a “hacer nuestra” la zona en la que habitamos. Que sea una propuesta chill puede parecer incongruente teniendo en cuenta que existen esos marcadores que debemos mantener por encima de cero, pero si acostumbramos a convertir en rutinarias ciertas actividades como conseguir algo de comida y agua cada día, no nos supondrán demasiado problema.

La época del survival quedó un poco atrás, de ahí que la apuesta sea arriesgada. Hoy solemos ver estas dinámicas integradas en títulos más amplios a los que les sienta bien ese toque extra de recolección de recursos y comida, pero no tenemos un especial apego por juegos de supervivencia absoluta. Among Trees consigue despegarse de ello eliminando, por ejemplo, el componente violento. La experiencia es más tranquila y permite que accedamos al juego para pasar un rato sosegado. Pero esto, que en cierto modo es un acierto, se ve algo entorpecido por la falta de cosas que hacer. No hay NPCs con los que interactuar, somos nosotros y el bosque. Y no digo que el concepto esté mal, pero sí se siente como que había una intención de algo más que nunca llegó a suceder. Podemos recolectar y ampliar la casa…  pero no hay más aliciente que este. Un problema, a mi juicio, que deriva de basarse en la estética y la premisa inicial por encima de la sensación jugable y la transmisión de emociones e ideas. No pelearemos, pero sí hay osos que acechan en el bosque y que nos obligan a pequeñas secciones de sigilo que, más que relajación, transmiten tensión y tedio. Por suerte incluye un “modo zen” para desactivarlas, que recomiendo encarecidamente si aspiramos a disfrutar de un juego que no nos recuerde tanto que se trata de eso, de un videojuego.

La experiencia no pasa por un survival hardcore donde todo nos mata. No tenemos armas que emplear y, como ya hemos comentado, el título se basa en recolectar, construir una cabaña y explorar. Ese tema de los osos es lo que, a mi juicio, más se acerca al otro tipo de survival y más se aleja del espíritu del juego, pero poder desactivarlo es una ventaja para el que busque paz, dado que el crecimiento de la cabaña es el principal aliciente. Cada sección requiere unas piezas concretas que recolectar. Conseguir un mapa y una brújula en los primeros días nos permitirá orientarnos mejor en el intrincado bosque para saber dónde suelen estar los recursos que necesitamos. En muchos juegos la exploración más allá de las lindes del terreno conocido suele ser irrelevante. Aquí, sin embargo, debemos ir lejos por la falta de recursos y no será un camino fácil, teniendo que sortear irregularidades del terreno y prestar atención a nuestras necesidades.

La principal mecánica, más allá de la recolección de elementos, es la creación. Tenemos en nuestra cabaña una mesa de fabricación donde podemos hacer diferentes herramientas y conseguir materiales, pero también habrá otras salas (que iremos adquiriendo al ampliar la casa) donde obtener objetos de diferentes tipos. Un ejemplo es la cocina que necesita quemar algo de madera para poder combinar los ingredientes que tengamos, preparar un caldo y poder llevarlo con nosotros y así cubrir nuestras necesidades. Todas estas son, en líneas generales, una serie de buenas ideas desarrolladas a medias. Ejemplo de ello son los planos de herramientas y los objetos materiales que encontramos sin razón aparente en los lugares menos propicios para ello. Un conjunto de elementos que, como decíamos, nos recuerdan constantemente que estamos en un videojuego (muy bonito, eso sí) y que nos sacan de esa experiencia más contemplativa a la que podríamos estar aspirando.

Jugar exclusivamente con un aliciente estético tiene, a veces, sus problemas

La pega es que el crecimiento del título se queda ahí. El soporte del juego, como así aseveran los desarrolladores, seguirá por un tiempo, pero prefieren dedicarse a otros proyectos nuevos. Debido a esto, el juego no tendrá nuevo contenido y, siendo sinceros, parece quedarse un poco corto en aras de lo que estaban construyendo. No somos quienes para juzgar, claro está. Tal vez las ventas no acompañen. Tal vez el juego no sea lo que ellos querían y prefieren parar a tiempo antes de invertir más dinero, pudiendo dedicarse a otras ideas. Tal vez estén quemados a más no poder. Pero si hay algo claro es que no deja mal sabor de boca y, con suerte, esa mirada a futuro y a los distintos proyectos en los que puedan embarcarse resulte en un éxito rotundo alejado de los tropos y centrado en los intereses artísticos del estudio.


Esta crítica se ha realizado con una copia digital para PC adquirida por la propia redacción.