Cuando las personas son simples cifras

Como cada año, cuando comienzan a salir los informes económicos de las grandes empresas, siempre existen balances de todo tipo, pérdidas, beneficios por debajo de las expectativas (como ha sido el caso de Electronic Arts, que ya ha anunciado novedades para mejorar de cara al año que viene) o beneficios récord, como ha sido el caso de Activision Blizzard, algo que no les ha impedido confirmar los despidos que ya adelantábamos esta misma semana, que finalmente afectarán a 800 trabajdores, que sobre una plantilla de 9600 empleados, representa a un 8% del total, una cifra impactante y ante todo, preocupante, especialmente cuando tenemos en cuenta que el nuevo CFO de la compañía se llevó bonus por valor de 15 millones de dólares únicamente por aceptar el cargo, degradando aun más así la situación para los ya exempleados de la empresa, y si ya tenemos en cuenta como comenzó la conferencia sobre sus resultados, tenemos ya la combinación perfecta que nos da una idea de la importancia que tienen los trabajadores para una multinacional de este calibre.

A pesar de que el año pasado supuso un punto de inflexión de cara a la consideración de muchas empresas respecto a la situación de sus trabajadores, como ha sido el caso de Telltale Games con su cierre prácticamente total (y con ello el despido de casi el total de su plantilla) o Rockstar Games con sus abusivas prácticas de crunch, dando así visibilidad a problemas recurrentes de la industria que de forma habitual no son conocidas por los consumidores, y vistos los resultados de Red Dead Redemption 2, está claro que no se han visto afectados por las críticas a su modelo de explotación laboral. Sin embargo, y aunque no se pueden justificar estos tramos de trabajo extra, los trabajadores son los primeros afectados y los últimos responsables de estas condiciones laborales, y cuando las órdenes desde arriba indican que es necesario hacerlo, y si tenemos en cuenta que rechazarlo puede implicar no tener trabajo al día siguiente (aunque visto lo visto, puede significarlo igualmente), pero los despidos llevados a cabo por Activision tienen únicamente el fin de maximizar beneficios al margen de la situación de los empleados. Como decía la canción de Elektroduendes, “Que viva el mal, que viva el capital”.

En el caso de Telltale, los malos resultados económicos motivaron el paso, pero en el caso de Activision, la decisión (salvo que seamos un gran empresario que debe dar cuentas a inversores), no tiene sentido desde ningún punto de vista, y desde el papel de los consumidores (no hablar ya de la prensa) se debería tratar de penalizar de algún modo este tipo de prácticas, pero el boicot, salvo que sea organizado a escala global, no tiene realmente un efecto notable. Y aunque posiblemente estos días salgan a la palestra varias compañías que defiendan sus maneras de actuar frente a las de Activision, probablemente actuasen de igual forma en una situación similar, dejando las alternativas a unas pocas compañías independientes como Motion Twin, que sí anteponen a sus trabajadores a un aumento de los beneficios, y en las que al contrario que en el caso de las grandes multinacionales, los trabajadores sí importan.

Por último, y aunque la situación en Estados Unidos es completamente distinta a la que se vive en Europa, donde los sindicatos tienen aún peor consideración que en el viejo continente y una huelga es prácticamente implanteable, debería servir como punto de partida para hacer ver que la unión de los trabajadores en organizaciones de este tipo puede traer, en el peor de los casos, convenios que permitan impedir este tipo de situaciones.