Absolum no solo triunfa por su calidad

Los roguelike son un género de videojuegos muy popular actualmente, especialmente dentro de la comunidad indie. Como contraparte, los beat’em up son juegos más retro que ya vivieron su edad de oro, y de los que hacía mucho tiempo que no teníamos exponentes notables. No obstante, si algo tienen en común ambos géneros es que parecen estar experimentando un renacimiento durante estos últimos años, algo que Absolum ha aprovechado, entre roguelikes que llevan la fórmula más allá de la vista isométrica y del combate de una estancia a otra y beat’em ups que recuerdan a la época en la que era uno de los géneros más relevantes.

Absolum se atreve a combinar ambas cosas, llegando en el momento perfecto para triunfar. Cuando parecía que el género roguelike no podía salirse de cosas como The Binding of Isaac, Hades o Slay the Spire, han llegado ejemplos como Blue Prince, Returnal, Vampire Survivors o Ball x Pit, que reinventan la fórmula al fusionarla con elementos propios de otros géneros (Balatro es más bien un Slay the Spire pero con póker). Por otro lado, TMNT: Shredder’s Revenge, Double Dragon Gaiden, Streets of Rage 4 o River City Girls han atraído a una nueva audiencia al género beat’em up de una manera que no se veía desde hace décadas.

Llegar en el momento perfecto

Supamonks, Dotemu y Guard Crush Games se han juntado con Absolum para traernos uno de los mejores indies (y de los juegos más destacados en general) de un 2025 que no para de sorprendernos. A estas alturas se ha hablado mucho sobre esta obra, y como se puede intuir por la frase anterior, a mí también me ha parecido un muy buen juego. Sin embargo, no he visto a muchas personas hablar sobre el motivo de su éxito, a pesar de que me parece un ejemplo perfecto para demostrar cómo, a veces, el momento en el que llega un juego importa mucho más que cualquier otro factor.

Por supuesto que Absolum rebosa calidad en cualquiera de sus apartados, desde una dirección artística que consigue llamar la atención con ver solamente una captura del juego hasta un sistema de combate refinado para ser adictivo, preciso y complejo, especialmente si tenemos en cuenta que cada uno de los cuatro personajes jugables tiene sus propias habilidades y armas. Hasta se atreve a asumir riesgos con cosas como la duración de sus partidas, teniendo en cuenta que cada intento en un roguelike ronda los 20 o 30 minutos, mientras que aquí un intento con éxito durará casi una hora.

Pero, dejando de lado los elogios (aunque siento que debía mencionar brevemente lo bueno que es el juego), cuando hablo de un lanzamiento en el momento perfecto no me refiero a un mes en concreto ni a las tendencias actuales. Absolum da a los jugadores algo que no sabían que necesitaban, una combinación de géneros tan lógica y oportuna que te hace preguntarte por qué nadie había pedido esto antes. El “renacimiento” de los roguelike o beat’em up de estos últimos años no ha acabado, y probablemente vaya a más, y es justo en medio de este fenómeno cuando nos llega esta obra, en lugar de a posteriori.

¿Coincidencia puntual o nueva tendencia?

El éxito de Balatro y la reciente llegada de Hades II dejan al público con ganas de más roguelikes que se centren en el combate, mientras que algo como Blue Prince aumenta la predisposición a un roguelike híbrido, viendo que la combinación con el género de puzles ha salido genial. Junto a todo esto, tener en el horizonte a MARVEL Cosmic Invasion y Scott Pilgrim EX genera la “necesidad” de jugar un beat’em up, aunque no sea ninguno de estos dos, para ir calentando motores de cara a su lanzamiento. Al combinar todos estos factores, Absolum tiene algo más aparte de su calidad que le permite convertirse en el juego más relevante de octubre junto a gigantes como Battlefield 6.

Soy consciente de que, si tenemos en cuenta los tiempos de desarrollo actuales para un videojuego, el equipo de Supamonks y Guard Crush Games no habrá pensado en todo esto, y esta situación que ha llevado a que un indie tenga tanto éxito saliendo un mes más tarde que Silksong y dos semanas después de Hades II habrá sido una coincidencia. Ese hecho no quita lo fascinante que me parece el cómo algunos juegos parecen llegar en un contexto perfecto.

Finalmente, viendo lo bien que ha funcionado con los roguelike durante estos últimos años, es muy probable que la hibridación entre géneros no se quede como algo puntual. Con el potencial creativo que tiene este concepto, podría acabar convirtiéndose en la norma dentro de los géneros de videojuegos más establecidos, que a veces rozan el estancamiento. Ya sea en la escena indie o en AA y AAA, si los resultados son tan buenos y originales como con Absolum, espero que nunca dejen de mezclar géneros.